Analisis UFC 2 ,PS4

La lucha es un arte y una de las competiciones donde podemos verlo reflejado es en las Artes marciales mixtas, convertidas a su vez en un gran espectáculo televisivo gracias a UFC. En estos combates se mezclan varias disciplinas de lucha a la vez, pudiendo encontrar combates que enfrentan a increíbles competidores de boxeo frente a otros que dominen a la perfección el Muay Thai, por ejemplo. Todos cuentan con sus armas, sus puntos fuertes y débiles, y en el octógono solo sobrevive el más fuerte. 

 

Es en esa diversidad donde encontramos su grandeza, ya que cada mínimo golpe puede contar para la victoria. Un paso en falso delante de cualquiera de estos maestros de la lucha puede suponer acabar con un cuerpo noqueado en la lona, o con un placaje que condene el resto del round a soportar los agarres, golpes e intentos de sumisión del rival. Técnica, poder, aguante, inteligencia... todo se combina en unos combates que pueden llegar a convertirse en auténticos regalos para el sentido del espectáculo. 

 

 

Es ahí donde UFC 2 también muestra su propia personalidad al tratar de abarcar, en el mundo de los videojuegos, esta competición tan única y exigente (para algunos la que más de todas las existentes), encontrándonos con un videojuego muy técnico y muy complicado de dominar, donde hay que intentar comprender el funcionamiento de cada una de las combinaciones de botones, lo que provocará en el rival y las consecuencias que pueden acarrear. 

 

Lanzar un sencillo puñetazo en UFC 2 puede depararnos varios caminos diferentes: en el mejor de los casos, impactar sobre el rival, sumar un punto y dañar a nuestro oponente; pero también podemos lanzarlo al aire sin que sirva para nada más que para esforzar nuestro cuerpo sin recompensa o, en el peor de los casos, para dejar al descubierto una zona de nuestro cuerpo que el rival puede aprovechar para atacar, pudiendo convertirse en la clave de nuestra derrota. 

 

 

Hay quien pueda pensar, no sin cierta razón, que UFC 2 es exigente de más. Yo pienso que ese nivel de rigurosidad en el control y en nuestro comportamiento en el ring es el adecuado, ya que no estamos hablando de un deporte ni de una competición fácil en sí misma. Al igual que los combates reales pueden decantarse por un simple detalle, es justo que en el videojuego ocurra lo mismo, ya que lo agradecerán los fans más acérrimos de la competición, a los que sin duda va dirigidos esta obra en concreto. 

 

Pero hay opciones para tratar de ejercitarnos y entender todo lo que propone este complejo sistema de combate que impera en UFC 2, ya que en todos los modos de juego podremos competir con la CPU o, lo más recomendable para empezar, dirigirse al modo entrenamiento para tratar de entender cómo funciona cada acción y cómo debe ser la mejor manera de plantear cada combate. Aquí es igual de importante atacar y defender, y pronto entendemos que tenemos que estar siempre pendientes de cubrir nuestra cabeza y nuestro cuerpo ante las ofensivas enemigas, al igual que nosotros debemos hacer lo propio: buscar las zonas desprotegidas y las combinaciones de golpes que quizás nos puedan abrir paso a conseguir puntos o incluso a derribar a nuestro oponente. 

 

 

Aquí también encontramos uno de los grandes aciertos de UFC 2: la diversidad en las formas de luchar. He comenzado hablando de lo espectacular que resultan algunos combates de estas llamadas artes marciales mixtas por la amalgama de estilos diferentes, y el videojuego tampoco se queda corto en este sentido. A los diferentes estilos de lucha de por sí que podemos elegir se suman las propias estrategias de cada jugador, que plantea los combates de formas muy diferentes. Lo podemos ver claramente cuando nos atrevemos a competir a nivel multijugador frente a otros usuarios del resto del mundo, ya que no existe luchador que compita de la misma manera que otro. 

 

Los luchadores de esta competición no realizan demasiados combates al año, porque evidentemente el desgaste en cada uno de ellos es enorme. Y podemos ponernos en su piel a través de un modo Carrera en el que podemos crear a nuestro propio luchador y hacer que triunfe en cualquiera de las categorías de peso con los que cuenta UFC 2. Deberemos elegir a nuestro oponente y entrenar para hacernos más poderosos, seleccionando nosotros mismos qué puntos queremos mejorar y cuáles no. Conforme vayamos dominando su sistema de combate nos será más fácil mejorar nuestros puntos fuertes o potenciar la defensa ante los débiles. 

 

 

Es satisfactorio sentirnos inmersos en la UFC real gracias a este modo, ya que podremos competir contra cualquiera de los luchadores reales que pueblan UFC 2, ya que es otro de los puntos más destacables del título: el roster disponible es absurdamente alto, con casi cualquier luchador que hayáis visto por la televisión incluido y recreado hasta el más mímino detalle. Ir superando puestos en el ránking hasta que quizás podamos optar a una batalla por el título es muy satisfactorio, aunque quizás se eche en falta algo más de profundidad o disfrutar de alguna opción más, como realizar entrevistas o generar rivalidades, ya que al final todo se basa en entrenar, luchar, entrenar y luchar hasta que nos retiramos, sin muchos más adornos de por medio. 

 

Dominar este tipo de lucha, como bien decía, no es fácil y siempre podremos aprender algo de nuestros rivales, y qué mejor manera que hacerlo a través del modo multijugador. Podremos echar combates simples en la modalidad online, pero sin duda el modo de juego más completo es Ultimate Team, viejo conocido de otros títulos de EA Sports. Aquí podremos crear nuestro equipo de hasta cinco luchadores y lanzarlos a combates online (aunque también podemos jugar offline). Es un modo que vuelve a enganchar de mala manera gracias al propio concepto en sí y a lo espectaculares que pueden llegar a resultar los combates frente a otros jugadores, pero también hay puntos negativos. 

 

 

En una competición tan exigente, sería más que injusto que alguno de los dos luchadores tuviese algún tipo de ventaja externa, ¿verdad? Pues es una pena que esto ocurra en demasiadas ocasiones en el modo Ultimate Team de UFC 2. Con la implantación de los sobres y las cartas, que esta vez nos permitirán obtener potenciadores y nuevos movimientos para nuestros luchadores, nos encontramos con una especie de "dopaje digital", ya que aquellos jugadores que decidan comprar sobres e incluir potenciadores en sus luchadores siempre van a tener ventaja en el combate frente a nosotros. Está más o menos regulado y solo pueden aplicarse un par por combate, pero no deja de ser curioso cómo en este videojuego se vuelve a empujar a la compra de sobres con dinero real, aunque también pueden adquirirse con las monedas del juego que obtenemos realizando combates. 

 

 

UFC 2 plantea un roster enorme de luchadores, con todas las categorías de peso existentes, que sin duda van a hacer las delicias de los aficionados a las artes marciales mixtas, convirtiéndose en un auténtico imprescindible para ellos. El resto se encontrarán con un juego de lucha muy exigente, que ha mejorado aspectos que fallaban en el anterior título (como los movimientos en el suelo) pero que puede llegar a ser extremadamente difícil de entender para algunos. También se echan en falta más modos de juego, ya que aparte del Modo Carrera no encontramos nada interesante que hacer, por ejemplo, con los otros luchadores reales más allá de repetir los combates de los próximos eventos de la compañía, y es una pena dado el gran número que encontramos. 

 

Esa sensación se une a otra que no es nueva en los juegos deportivos de esta compañía, que es la sensación de que se nos empuja a jugar a Ultimate Team, donde los sobres proliferan, aunque en este caso implementados de una manera algo menos interesante que lo que podemos encontrar en FIFA 16, por ejemplo. Aun así, es un gran juego de lucha, especial y espectacular, que puede proporcionarnos grandes momentos cuando entendemos a sus mandos que la lucha, realmente, puede convertirse en arte. 

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