1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PC

Analisis Tumblestone ,PC

Entrando en estado alfa.
Sábado 16 de Julio de 2016 por Diego Emegé

Tumblestone ha conseguido tres cosas:

1) que alcance el estado alfa;

2) que vuelva a sentarme a jugar con mi hermana después de Keep Talking and Nobody Explodes;

3) que vuelva a entrar en Tumblr por equivocación tras un año sin.

 

Es el nuevo juego del creador de The Bridge, y, la verdad, de no haber sido por un correo enviado por el propio Ty Taylor, Tumblestone habría pasado inadvertido para este redactor. Es un juego de esos de combinar bloques de tres en tres. Sí, de esos típicos para Facebook y para móviles… Pero resulta que no es tan simple como la mayoría. Este desgraciado tiene la capacidad de hacernos sufrir y repetir algunos niveles hasta 10 veces para superarlos. Al fin y al cabo, no busca que pidamos vidas a nuestros amiguitos o que nos gastemos más cuartos en más movimientos. Lo que ha querido Taylor con este juego es ahondar en la mecánica de esta clase de rompecabezas y añadir mecánicas atractivas.

 

 

A pesar de la cantidad de veces que podemos llegar a repetir algunos niveles, nunca resulta frustrante, porque la organización de los bloques en la campaña es estática. De esta forma, resolver los niveles no depende de los designios de un dios pagano, sino de nuestra capacidad para aprender a resolver la propuesta del juego. Acabamos dominando el flujo de juego a base de generar pequeñas reglas de conducta según la ordenación de los bloques. Es decir, que a medida que avanzamos, vamos identificando diversos patrones para los que generalmente hay una misma solución.

 

La campaña, por cierto, es cosa larga. Ronda las 50 horas de juego, fácilmente, y tiene cientos de niveles con sus peleas contra jefes finales. La historia que acompaña a la campaña no ayuda mucho a atraparnos (menos aún por culpa de una traducción bastante regular), pero da igual, porque la propia tónica de juego es suficiente para que queramos seguir adelante. Aunque sí que es verdad que llegado un punto, da la sensación de que la campaña parece más un entrenamiento para el modo multijugador que otra cosa. Es verdad que el juego es suficientemente directo y sencillo como para que cualquiera tenga algo que decir en el multijugador, pero las horas de campaña se notan a la hora de competir.

 

 

No obstante, si nos paramos a denominar esa campaña como un largo entrenamiento, la verdad es que podríamos tirarnos todo el día entrenando. Y lo mejor de todo es que no hace falta acudir al multijugador para recibir ese chute de satisfacción al ser el mejor, no. Pongamos que nos hemos tirado 10 minutos en un mismo nivel sin conseguir sacarle el «completado». Eso hace callo. Justo después nos podemos encontrar dos niveles que despejamos en 1 minuto, a toda velocidad, sintiendo el «chi» del tai-chi, el «jiu» del jiu-jitsu, el ismo de «esto es un mecanismo de defensa».

 

Pero el modo multijugador es harto adictivo. Le pedí 5 minutos a mi hermana para probarlo y a base de buscar la revancha acabó quedándose su horita. Lo interesante es que, a pesar de llevarle tanta ventaja, en más de una ocasión me ganaba. La razón es porque el juego evita que nadie domine realmente la partida. Tumblestone introduce varios elementos de dificultad adaptada que permite que todos disfruten de la partida. Si un jugador acaba con su rompecabezas en unos segundos, su siguiente prueba será mucho más complicada que si lo hubiera acabado en un minuto.

 

 

Por otra parte, cuenta con tres modos de juego principales: el modo Batalla, el modo Forcejeo  y el modo Carrera de puzles. Batalla es un intercambio de bloques: yo despejo un bloque, tú te llevas otro. Es un modo ideal para jugadores del mismo nivel. La cosa se pone tensa, tensa. En Forcejeo, en lugar de aplicarse un intercambio directo de bloques, se hace por secciones enteras de bloques. Carrera de puzles es el modo más clásico para el multi. En él los competidores deben ir despejando sus propios rompecabezas antes que el oponente. Salvo si el juego se realiza en persona, en este modo no existe ninguna interacción real entre los jugadores.

 

Tumblestone es exactamente lo que parece: un juego de rompecabezas por combinaciones directo, rápido y ligero. Jugado en solitario puede tener secuelas, porque uno acaba tan metido en el arte de despejar bloques que al final del día acaba soñando con ellos. En serio. Jugado en línea permite que nos piquemos sanamente y nos desafiemos en situaciones reales, pero en compañía real, la cosa brilla especialmente. Cuesta lo que cuesta una entrada de cine en fin de semana. Que sí, que de estos juegos hay a palas, y gratis, en Internet, pero Tumblestone no es esos juegos.

8
/ 10

<< Anterior Siguiente >>