Analisis Transformers Devastation ,PC,PS3,PS4,X360,XONE

Si cuando era niño me hubiesen puesto un juego de Transformers (o de cualquier otra serie favorita) de este nivel, fácilmente creería que era como un sueño hecho realidad. Y no es para menos. Aunque Transformers no era precisamente una saga maltratada en su paso al videojuego, los fans de los 'Robots in disguise' que llevan años repudiando la vertiente cinematográfica de la licencia se merecían algo así.

 

 

Transformers Devastation es el juego que mejor podría cumplir eso de que funciona tanto para los críos de hoy en día como para los treintañeros que en algún momento fueron críos y recuerdan todo sobre Autobots y Decepticons (y hasta de Beast Wars, si nos ponemos), y lo mejor de todo es que, gracias a la buena mano de Platinum Games para la acción hack'n'slash, el abanico de público se cumple no sólo por estética, temática y guiños, sino también por el apartado jugable.

 

Cabe decir que, si, Transformers Devastation es otro de esos juegos hechos 'por encargo' como ya ocurriese con The Legend of Korra. No tienen la identidad de Bayonetta, pero no les hace falta, teniendo en cuenta que ambos beben tantísimo de las bases perfeccionadas por la Bruja de Umbra. Y al igual que con The Legend of Korra, Transformers Devastation da esa impresión de no apuntar a ser el producto con un esquema jugable a prueba de balas, no quiere dar una grandísima sorpresa tras otra, y por supuesto, no demuestra más esfuerzo del necesario en sus seis horillas de duración.

 

 

Entre esas seis horas se ven apenas tres escenarios diferentes y media docena de bosses que en algunos casos se llegan a repetir hasta tres veces a lo largo de los siete capítulos de la campaña. Pero por suerte, el querer imitar a Bayonetta no sólo se queda en el sistema de combate, y aunque Transformers Devastation es un juego corto, hay muchos motivos para que quien se considere un purista del género vuelva a él una y otra vez, motivos en forma de nuevos niveles de dificultad desbloqueables (y la cosa se llega a poner tan seria como placentera) y medio centenar de retos, pequeñas hordas temáticas que vienen también con todos sus niveles de dificultad diferentes. ¿La recompensa? Puedes pensar que una galería de modelados 3D e ilustraciones es suficiente cuando el producto es tan icónico como Transformers, pero la satisfacción personal también es un buen regalo en este caso.

 

Todos los elementos para disfrutar de Transformers Devastation como si de un pseudo-Bayonetta se tratase están en orden. Acción frenética-pero-controlable a 60fps, combate con ataque ligero y fuerte, cambio de armas en tiempo real para variar la estrategia, esquivas que con el timing correcto ralentizan al enemigo, ataques extra a comprar en la tienda de mitad o final de capítulo, separación en diferentes batallas con su propia puntuación que hacen la puntuación final, pruebas extra con tiempo limitado escondidas por el escenario, muchos coleccionables,... Y en este caso, tenemos el atractivo extra de que ¡son los malditos Transformers! Y no sólo Optimus, sino que hay una buena cantidad de personajes más que consiguen diferenciarse lo justo como para que puedas jugar tanto como con tu favorito como con el que mejor se adapte a tu estilo de juego. ¡Y está Grimlock! No este Grimlock, el que mola de verdad, el de la serie de los 80.

 

 

Puestos a pedir sería ideal que estuviesen en el juego tantos Transformers como se hayan hecho nunca, aunque hay que ser realistas y ver que el elenco de protagonistas y villanos principales cumple a la perfección, sobre todo por esa buena diferenciación entre cada uno (a nivel jugable en los Autobots, a nivel de mecánicas de boss en los Decepticons) que, pensando en las aspiraciones que demuestra el juego, no tenían por qué haberse molestado en ello.

 

Aunque la realidad es que causa el efecto contrario. Viendo todo el mimo que han puesto en la ambientación, en todos los efectos sonoros y voces (americanas), en las animaciones de cada personaje,... Da pena que no hayan querido aspirar a más en cuanto a la campaña se refiere. Y es que sí, ocurre un poco lo mismo que con The Legend of Korra, por mucho que ofrezca, acaba quedándose algo escaso, claro que Korra llevaba un precio inicial que era una tercera parte del precio de Transformers.

 

 

Hubo una época feliz en la que muchos 'yo contra el barrio' pasaban a la historia por llevar una licencia de éxito a una mecánica de juego ya bien conocida y efectiva, y Transformers Devastation es una prueba más de que esa época podría volver de algún modo. Por supuesto, no es Bayonetta, pero pese a sus fallos puntuales con una cámara más lenta y torpe que la acción en pantalla, cumple con creces para ser un buen juego para los amantes del género. Ni un imprescindible ni un título a evitar, sencillamente, lo que tiene que ser un buen hack'n'slash de Transformers.

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