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Analisis The Surge 2 ,PC,XONE

Vísteme de robot
Martes 24 de Septiembre de 2019 por Adrián Suárez Mouriño

The Surge 2 es una secuela continuista pero que amplía, mejora y matiza lo que ofrecía el original. El combate es mejor, más contundente, un pelín más claro y más rico. El personaje es más personalizable, dándole mucho más peso que antes a la gestión, al grindeo y al rol. El diseño de escenarios, la conexión entre zonas y el uso de objetos y habilidades para hacer backtracking optimizan la exploración. La idea de desmembrar a los rivales está mucho más trabajada aquí, siendo clave en la preparación de combates contra bosses, que ahora son más interesantes.

 

Un elemento que Deck 13 no consiguió perfilar correctamente ni en The Surge ni en Lords of the Fallen, o que por lo menos a mí nunca acabó de convencerme: la defensa, también aquí es mejor. Tanto los desplazamientos rápidos hacia adelante y hacia atrás son más efectivos. También contamos con bloqueos y contraataques direccionales, un dron amigo con más herramientas que antes y una batería que se recarga con nuestros golpes y que sabe transformarse en útiles curas. Con todo esto, nuestras acciones consiguen adaptarse a nuestro estilo de juego.

 

Deck 13 ha hecho bien su trabajo. Con todas estas mejoras, el nuevo título del estudio se ha convertido en algo más zeldero y rolero, lo que le sienta genial. Sin embargo, el juego sigue teniendo problemas que lo alejan de ser una obra sobresaliente: el combate sigue siendo demasiado ‘bruto’. Hay un problema inherente al diseño de armaduras del juego. Estas se fabrican con grandes bloques de chatarra, haciendo de nuestro personaje uno muy ‘gordo’. En muchas batallas nos costará adivinar bien dónde está cada elemento de nuestro cuerpo y diferenciarlo del rival, pues él también es una máquina tosca. Esto hace que a las peleas, aunque sí son más claras, les siga faltando elegancia.

 

Los enemigos se repiten mucho y la curva de dificultad da muchísimos altibajos, llevándonos a algunos encuentros innecesariamente largos y a secciones que se solucionan de un suspiro. Su historia sobre distopías, drogas, religión y degradación humana cae en demasiados clichés y nos tiene yendo de un lado al otro del mundo como recaderos de personajes poco memorables. Pero todo esto se equilibra acertadamente con lo divertido que es entrar en una nueva zona, destripar a los rivales, obtener todo su equipo, grindear y seguir machacando robots. Con todo este esfuerzo, pros y contras, The Surge 2 se descubre como una aventura notable y mejor que la primera entrega.

 

The Surge 2 es poderoso en su exploración, personalización y grindeo. Mejora combate, trasfondo y añade más opciones al combate

 

The Surge 2 nos devuelve al universo del original. Su decadente mundo es víctima de una potente infección que asola a la humanidad. Las drogas corren por las calles, así como nuevas formas de fe y otras maneras de corromper las mentes de los quedan vivos. Nos despertamos en una prisión e iniciamos una fuga que nos lleva a Jericho City. Allí, visitaremos distintos lugares en los que conoceremos a PNJ que nos propondrán misiones secundarias y tareas. Llevándolas a cabo iremos, poco a poco, encontrando nuestro sitio en la trama.

 

Los primeros compases con The Surge 2 ya avisan de que el juego tiene otros intereses diferentes al original. Contamos con un editor de personajes que nos pone a los mandos de un personaje mudo. Puede tomar decisiones, puede conversar pero sin decir ni una sola palabra. Las distintas zonas de la ciudad están interconectadas por pasillos secretos y laberintos, pero también por obstáculos que solo seremos capaces de superar en el futuro si conseguimos la habilidad y el objeto preciso. En pocas horas comprendemos el mayor énfasis dado a la exploración y a un tipo de aventura que a veces es muy The Legend of Zelda y otra tiene bastante de Super Metroid.

 

No todo está ‘súperconectado’. The Surge 2 divide bien sus zonas y les otorga a cada una de ellas un lugar de reunión de PNJ. Estas áreas funcionan como grandes mazmorras llenas de enemigos, pequeños puzzles, puertas cerradas, conexiones inteligentes y el HUB como un pueblo con aldeanos que nos piden cosas como puerta de entrada. El problema de esta decisión es que las historias que nos cuentan no tienen empaque. Muchos personajes nos ofrecen discursos larguísimos que no llevan a ninguna parte, o nos sumergen en misiones que sabemos de antemano que tendrán un final oscuro y que estamos siendo utilizados, aunque el juego se esfuerce en preparar un giro de guion inesperado. Lo positivo es que se han conseguido espacios de combate y de exploración que suelen ser muy interesantes con esta fórmula, repletos de nuevo armamento que encontrar, un boss fuerte que derrotar, mucha verticalidad y horizontalidad y repletos de momentos ‘wow’ en los que una puerta te lleva a un lugar que ya conocías de forma sorpresiva.

 

The Surge 2 ordena bien sus áreas a modo de grandes mazmorras con espacios intercomunicados. Descubrir todos sus rincones es muy divertido

 

La narración y la trama de The Surge 2 está muy fragmentada en zonas muy diferenciadas para que entendamos los distintos estratos de su sociedad. Sin embargo, si os soy sincero y al cabo de 10 horas, llegaba a un nuevo lugar, buscaba a los PNJ con encargos y me iba con prisa a la nueva área de combate. Solo quería nuevas armas, nuevos monstruos que cortar, nuevas habilidades, más objetos y nuevas zonas que ver; porque aunque la historia como tal sea un puro cliché y no me haya interesado demasiado, lo cierto es que la ambientación de cada espacio ha ganado algo de cómico, decadente o de ridículo que le sienta muy bien.

 

El combate ahora está repleto de combos que nos harán alternar entre golpes fuertes o débiles, Las armas que conseguimos tienen su propio set de movimientos, y aunque se repiten muchos de ellos, saben variar en los estados alterados que imponen en los rivales o en los números que contienen. Esto nos hará acudir de forma regular al inventario para intentar discernir cuál es mejor, cuál tenemos que equiparnos y cuál desechar.

 

A medida que avanzamos en The Surge 2, este se descubre más y más cómo un juego en el que importan mucho los números y las estadísticas. A diferencia de otros videojuegos de su clase, en los que lo que prima es la habilidad pura del jugador, su nuevo énfasis en el roleo y grindeo, en comprender la cantidad de daño que hace cada golpe de cada combo y en si es eléctrico o de qué tipo, te hará explorar más, revisar tu equipo más y querer siempre mejorar. Algo que ejemplifica esto es que podemos pausar el juego en cualquier momento, reflexionar, pensar, tomar aliento y cambiar nuestro equipo.

 

Acabarás estando orgulloso de tu personaje, de su armadura, de los gadgets de tu dron, implantes y armas

 

Esta cantidad de opciones en la personalización de nuestras armas se hermana con las de ataque y defensa de The Surge 2. Ahora contamos un parry direccional. Para accionarlo tenemos que ponernos en postura de guardia y apuntar en la dirección por la que viene el golpe del rival. Contra algunos enemigos poderosos tocará repetir esta mecánica varias veces hasta atontarlos, bajarles la guardia y darles un golpe letal y rápido como si fuésemos un ninja.

 

Este contraataque, que exige paciencia, aparece como contraste de la manera en la que nos curamos. Si atacamos con la fiereza e insistencia de un cazador a nuestra presa, se rellenará el medidor de nuestra batería y podremos recargar con ella nuestras curas u otras habilidades pasivas. A estas dos formas tan dispares de afrontar el combate se le suma nuestro dron, capaz de stunear a los enemigos, acribillarlos e incluso accionar y abrir puertas si lo necesitamos. Todo ello se trufa con los combos que podemos hacer y que dependen de nuestra barra de energía.

 

Los enemigos y bosses, en su gran mayoría, dependen de partes de su cuerpo que han de ser cortadas para ser derrotados. Por lo tanto, tendremos que bloquear golpes, calcular la cantidad y el tipo de daño que hacemos, stunear, medir bien qué armadura llevamos y dónde golpeamos. Toda esta tremenda cantidad de opciones, que a veces llegan a entrar en conflicto las unas con las otras, nos lleva a combates que cambian intensidad por paciencia. No hay una sensación de vida o muerte en las batallas, más bien, de que no has llegado con la preparación física o de nivel adecuada.

 

El sistema de cortar partes del cuerpo original de The Surge aquí tiene más sentido, pero el sistema de fijado de objetivos podría ser más fino

 

Tras tres juegos, entiendo que este ya no es un problema de los desarrollos Deck 13, sino una característica de sus producciones. Las batallas contra sus bosses son difíciles porque se hacen largas a no ser que hayas grindeado en la zona, explorado y conseguido nuevos objetos, lo que a la postre te hace explorar más y encontrar todos los secretos de cada área-mazmorra. En esta ocasión, por fortuna, el diseño de escenarios, la estructura narrativa y el acento en la gestión consiguen darle sentido a su forma de construir combates decisivos.

 

Sin embargo, al final hay tantas, tantas opciones que se acaba usando una mezcla desordenada de ellas, descartando las más complejas en lugar de querer dominarlas y limpiando nosotros mismos las mecánicas menos finas para quedarnos con las más efectivas. Eso se suma a los problemas que sigue habiendo de comprensión de en qué instante exacto apartarnos y en cuál golpear, culpa de los grandes cuerpos de amigos y enemigos, cierta sensación de homogeneidad en ti y en todo lo que te rodea, fallos en el sistema de fijación de blancos, algunos tirones y en una oscuridad inherente a cada elemento de The Surge 2.

 

Pese a todo esto, pese a zonas menos inspiradas que otras y enemigos menos divertidos que matar, un combate que quiere ser todo y debería ser más comedido, una historia que no me ha dicho demasiado, una calidad gráfica y un diseño artístico justito, he disfrutado mucho de explorar e ir hacia delante y atrás de sus áreas de juego, de recorrer cada rincón de los mapas, encontrar toda la chatarra para hacer nuevo equipo y de aprender a ser paciente hasta machacar el culo de sus bosses. Deck 13 acierta más que falla. Tanto es así que aunque nunca he recomendado el original, sí que puedo decir que con The Surge 2 no te equivocarás. Tiene muchos fallitos aquí y allá, pero en conjunto funciona de forma notable.

7.5

/ 10


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