Analisis The Legend of Zelda: Twilight Princess HD ,WIIU

Cuando Nintendo anunció por fin la obvia existencia de The Legend of Zelda: Twilight Princess HD, aproveché para enunciar las virtudes del original ya que no todo el mundo guarda un buen recuerdo de este Zelda que, contrario a lo que más de una vez he mencionado como el postureo de Wind Waker y Majora's Mask, era exactamente lo que la gente pedía: un juego como el futuro de Ocarina of Time, con un Link adulto, con un tono oscuro, épico,... Y eso es exactamente lo que obtuvimos, aunque con varios contrapuntos importantes.

The Legend of Zelda: Twilight Princess HD viene a demostrar que por mucho que se le pase un ligero lavado de cara para actualizarlo a la alta definición, no todos los juegos son atemporales, y a éste el paso del tiempo no le ha sentado tan bien como a su 'hermano pequeño' Wind Waker, que con o sin la coletilla HD, es atemporal. A Twilight Princess le pesa precisamente el haber sido concebido prácticamente con unos fans en mente, con aquellos que querían que GameCube no fuese juzgada por las masas como 'la consola infantil', y la inspiración en la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos le ayudó tanto como le afectó una comparación con Shadow of the Colossus, que por aquel entonces ya se había convertido en un clásico del videojuego.

Ahora, casi diez años más tarde del estreno de Wii y de ese lanzamiento simultáneo en GameCube y Wii, Twilight Princess vuelve a enseñar sus virtudes y defectos, y puede parecer curioso, pero o el recuerdo traiciona más de lo que parece, o son virtudes y defectos diferentes a los que tenía entonces. Twilight Princess nunca fue un juego puntero en cuanto a apartado gráfico se refiere, y eso se sigue manteniendo por mucho que los modelados de personajes hayan sido mejorados y todo esté ligeramente más definido. El poligonaje de los escenarios sigue prácticamente igual, y se nota, no es uno de esos títulos que de repente parezca nuevo gracias a un lavado de cara. The Legend of Zelda: Twilight Princess HD sigue pareciendo antiguo, aunque salvo por un par de detalles, lo bueno de que se mantenga casi tal cual es que se puede disfrutar igual de bien.

No es de extrañar que al hablarnos de ese nuevo Zelda para Wii U, Eiji Aonuma hiciese tanto hincapié en Epona y en que los caballos no se van estrellando por ahí con cosas, porque la yegua de Twilight Princess, hermosa ella, se atasca con demasiada frecuencia, y es parte de lo que le puede llegar a quitar la gracia de recorrer una campiña de Hyrule muy amplia aunque un tanto vacía, así que la mejor opción siempre termina siendo el viaje rápido gracias a Midna. Tampoco es de extrañar que con Skyward Sword considerásemos toda una revolución ese indicador de resistencia para ir más rápido, porque aquí trepar por enredaderas, a pesar de ser una de las animaciones que se han corregido para agilizarlas, sigue siendo algo muy, muy lento, y aunque en 2006 fuese algo normal, en 2016 no deja la mejor de las impresiones.

Algo que también ha envejecido algo peor de lo que debería es uno de los aspectos más importantes de todo Zelda, sus jefes finales. Si bien Twilight Princess tiene un buen número de mazmorras y todas y cada una de ellas bien diferentes y especiales, no todos los jefes finales son tan épicos como se podría recordar, y más de uno apuesta por ofrecer un planteamiento más espectacular a cambio de una mecánica decepcionantemente simple (Stallord, te miro a tí).

También quiere ser un Zelda de personajes, de actitudes bien definidas, pero se queda a medio camino haciendo que todos, salvo Midna, sean personajes 100% planos. Una princesa Zelda que apunta a ser sabia como algún que otro Rey de Hyrule y con valor para entrar en batalla se queda, una vez más, en la princesa a rescatar que tampoco tiene mucho que decir. Un Ganondorf con más poder que nunca carece de transfondo y motivación más allá de dominarlo todo (el villano de Wind Waker dejó el listón muy alto, claro). Un grupo de mercenarios que busca respuestas y ayudar a Link que sólo sirven para indicar el camino a la siguiente mazmorra, una 'algo más que amiga' del pueblo que no es más que la princesa-a-rescatar-#2 y un plot-device no muy bien usado,... Pero luego están Midna y Zant, claro, coprotagonista y villano que consiguen sostener prácticamente toda la trama junto a la curiosidad de ver y saber qué ha pasado en esta Hyrule post-Héroe del Tiempo.

Porque algo que es importante es que mientras muchos otros Zelda (y muchos otros juegos de Nintendo, en general) buscan ser autoconclusivos y tan afables con los nuevos jugadores como entretenidos y emocionantes para los más acérrimos, Twilight Princess es un juego parco en explicaciones y que casi da por hecho que vienes directamente, no de Wind Waker o de cualquier otro, sino de Ocarina of Time. The Legend of Zelda: Twilight Princess HD da por hecho que ya sabes algo de qué ocurre en todo esto, casi no se esfuerza en explicarte por qué necesitas una vez más la Espada Maestra o en por qué es tan especial esa visita al Templo del Tiempo, y de hecho, una de sus grandes pegas, es que no se molesta en aprovechar la mayoría de los items del inventario más allá de la mazmorra en la que lo encontramos, y grandes ideas como el Mangual o el Aerodisco caen completamente en el olvido.

Y en cualquier caso, todos estos puntos serían negativos sólo en comparación con otros juegos de una misma saga que, unos u otros, hacen mejor ciertas cosas, pero Twilight Princess, tanto con HD como sin ella, sigue siendo un juego fabuloso por saber compensar todas esas carencias de items, personajes y jefes precisamente con items, personajes y jefes. Lo infrautilizado del aerodisco se compensa con creces con la versatilidad casi inusitada del arco, las botas de hierro o con la genial idea del doble gancho, Midna consigue que no echemos en falta a ningún personaje más, y un par de jefes que no son gran cosa pasan al olvido gracias a muchos otros realmente espectaculares y con enfrentamientos trepidantes, a los que además, se les suma una espectacular banda sonora dinámica que se altera según el momento del combate.

Otra gran virtud atemporal, una banda sonora peculiar que mezcla ritmos orquestados para esos combates memorables y esos paseos a caballo al atardecer con ritmos electrónicos minimalistas a la hora de combatir contra los seres del Crepúsculo, dando siempre una impresión cambiante entre la mayor de las grandezas y lo más oscuro y 'malrollero'.

Con respecto al contenido cambiado o añadido en esta versión HD cabe destacar también, puntos positivos y puntos negativos. Partiendo de que la versión original con control tradicional era la de GameCube en la que Link era zurdo y de que la versión de Wii con control por movimientos en la que Link era diestro todo el mapa estaba invertido (el este en el oeste y vice versa), esto ahora se ha traducido en un control híbrido con el Wii U GamePad o control tradicional con el Mando Pro, y la versión original hace las veces de modo normal, mientras que la versión 'en espejo' es el Modo Héroe, en el que también todo hace más daño y no salen corazones de vasijas o hierbajos. Todo un detalle el incluir ambas versiones del mapa, aunque las mazmorras no están cambiadas como si del Master Quest de Ocarina of Time se tratase.

Se pueden encontrar sellos para Miiverse en algunos cofres que antes sólo daban rupias, con lo que la exploración cobra un poco más de sentido en forma de 'misión secundaria', y también hay un mayor límite de rupias, que da sentido a esa Armadura Mágica que cambia daño por rupias y que, a su vez, da más sentido al Modo Héroe. Otro acierto es el de reducir ligeramente la recolección de las gotas de luz que en el original podía llegar a hacerse algo pesada y que aquí sencillamente es un poco menos pesada, y por supuesto, los cambios en el control y tener tanto mapa como inventario en el Wii U GamePad o el poder afinar la puntería con un simple giro de muñeca sin necesidad de dar espadazos poco precisos al aire, también son aciertos. Lo que parece un buen añadido pero en realidad no va a ninguna parte es el candil que detecta fantasmas, que no ayuda mucho viendo que la gran mayoría de los espectros que recolectar se ven incluso bastante bien desde la lejanía. Pero en todo caso, ninguno de los cambios suponen algo tan útil como los introducidos en Wind Waker HD, quizá también, porque el propio Twilight Princess no necesitaba tanto cambio.

En cualquier caso, mentiría si dijese que Twilight Princess no es un Zelda especial. Todos lo son de alguna manera, todos los Zelda son el favorito de alguien, todos aportan algo importante a la saga y todos conforman una parte imprescindible de estos 30 años de historia. Twilight Princess es especial, sí, pero quizá The Legend of Zelda: Twilight Princess HD no sea el producto más necesario en estos tiempos que corren. Es la mejor forma que existe para disfrutar de esta obra, desde luego, y la ausencia de alta definición de las versiones anteriores hace que uno quiera que remastericen los catálogos de GameCube y Wii al completo, pero con los pies en la tierra, quizá haga falta algún motivo de mayor peso para volver a empuñar la Espada Maestra.