1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS4

Analisis The Flame in the Flood ,PS4

Un día más, otra victoria.
Martes 31 de Enero de 2017 por Julián Plaza

Un buen juego de supervivencia es aquél que no te recompensa por hacerlo bien. Tu deber es ir tan preparado como sea posible ante un entorno que aprovechará el más mínimo error para lanzarte sus fauces, porque la naturaleza no entiende de normas y puntos de experiencia. En el mundo salvaje solo sobreviven los mejores, pero incluso ellos no hacen más que tirar los dados tras cada movimiento y la suerte, por desgracia, no siempre es propicia.

 

Es algo que aprendí en mi tercera partida en The Flame in the Flood: Complete Edition. Tras morir de inanición en una toma de contacto en la que apenas llegué a las 72 horas y ser devorado por un lobo en la segunda, vi que no todas las paradas son necesarias. Cada lugar que exploras es un respostaje para poder seguir descendiendo el río y llegar a ese paraíso llamado océano que desconoces, pero que no puede ser peor que otro día más a la intemperie. Porque detrás de las bonitas puestas de sol y la calidez de la hoguera hay un universo que conspira para que mañana sea tu último día.

 


Ahí estábamos, el perro que encontré al empezar, la balsa que tras tres semanas de mejoras parecía capaz de aguantar un vendaval, mi mochila llena de ungüentos, agua limpia, carne recién hecha y mi buena salud, dispuestos a resistir cualquier golpe. Tras prácticamente un mes de descenso ni las infecciones, ni ese temible oso, ni la deshidratación habían podido conmigo. El mar no podía quedar lejos, los puntos de parada serían los necesarios.

 

La mañana del día 25 empezaba lluviosa, pero dormir esperando a que aclarase implicaba despertar el hambre, que ese conejo cocinado ayer aguantase menos y que volver a cazar fuese imperativo. Una concatenación de problemas. Por eso salir y mojarse parecía la opción menos mala, pero un error al fin y al cabo. Porque ante un temporal que no amaina luego intentas encontrar refugio, calor, y en esas circunstancias puedes dar con enemigos inesperados .

 

 

Sacar el arco es una opción, aunque el jabalí es bastante rápido en sus arremetidas y tras la primera herida te empiezas a plantear si sobrevivir cuenta como victoria. Huyes, no sin antes romperte un hueso, y consigues llegar a la balsa con la mochila mucho menos llena que ayer. No tienes con qué entablillar la fractura y de poco sirve que vayas hasta arriba de comida, que tu balsa sea indestructible, que cuentes con agua limpia. Quizás con más espacio en el equipo hubieses podido tachar de la lista todos los peligros potenciales pero eso es lo único que no puedes mejorar. No puedes quitar a la suerte de la ecuación.

 

La historia termina con Scout, la exploradora nº 3, diciendo adiós por culpa de una herida que no ha podido tratarse, quedando a la deriva de una balsa que, si todo va bien, sí acabará viendo el final del camino. Como This War of Mine, The Flame in the Flood: Complete Edition tiene la personalidad suficiente como permanecer en el recuerdo, aunque sea mediante la tragedia. Porque, más allá de una muerte acechante que la mayoría de veces ganará la partida, te quedas con esa noche que encontraste refugio cuando todo parecía perdido, con tu primera caza, con ese momento de descanso a la luz de la hoguera, con ese arte que salpica cada momento, visual y musicalmente. No pienses que estás ante un juego injusto, cada día más en el fin del mundo es una victoria.

8
/ 10

<< Anterior Siguiente >>