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Analisis The Elder Scrolls V Skyrim Dawnguard ,X360

Llamadlo expansión, no DLC. El contenido adicional perfecto que Skyrim necesitaba.
Domingo 16 de Diciembre de 2012 por Víctor Junquera

Llevábamos mucho tiempo sin hablar de Skyrim, con todo el atracón que nos dimos todos la pasada Navidad y varios meses posteriores. Merecía la pena. Vale que tal vez no sea necesario ampliar un juego que ya por sí solo nos puede dar más de 200 horas de descubrimiento y entretenimiento, pero la expansión nunca viene mal, siempre y cuando sea justificada, y siempre que se lleve bien a cabo. Dawnguard cumple sólo el 50% de estos requisitos, y esto nos lleva a pensar una vez más, y desde la distancia, si es mejor tenerlo pronto y mal o tarde y bien, por mucho que vayan a seguir corrigiendo con parches a medida que pase el tiempo, o a medida que la gente se queje.

 

Ha pasado poco más de una semana desde que los angloparlantes disfrutan de Dawnguard, y menos de un día desde que se ha lanzado en España hasta que se han escrito estas líneas, y la balanza entre gente hablando de la trama de la expansión y gente hablando de los problemas de la expansión cae de este segundo lado con todo el peso, y todo el mundo sabe que podemos convertirnos en poderosas criaturas vampíricas, pero también es vox populi que hemos tenido que esperar más por el doblaje, algo justificable y aceptado, pero que por esos retoques nos comemos bugs insólitos, problemas de compatibilidad y muchas historias de las que oiréis hablar durante los próximos días que arruinan el juego al completo. Las prisas nunca son buenas, no.

 

Las ballestas, nuevo añadido al arsenal, pero no es algo que nos emocione gran cosa

 

Y respondiendo al tema que planteábamos unas líneas más arriba, siempre tenemos que defender que el “traernos un juego a medias” es injustificable en todo caso, que hay gente cobrando para evitarlo. Pero sí, con un caso como Skyrim, era casi perdonable el tema de ciertos bugs, podíamos hacer la vista gorda teniendo en cuenta que nos dan un juego completo, una experiencia bárbara y vasta, y tenían un tiempo límite para sacarle el rendimiento de la campaña navideña. Permisible, pero sigue sin ser justificable. Pero donde no podemos levantar la mano es en una expansión, que por mucho que nos de 10-15 horas de juego adicionales, han tenido todo el tiempo del mundo para pulirla sin haberse marcado una fecha concreta.

 

Pero no estamos aquí para criticar tan directamente el modus operandi de una compañía, que de eso ya se están encargando usuarios que son atacados por criaturas invisibles y que hablan con vampiros y guardianes semidesnudos. Lo que os podemos decir es que, si obviásemos todos estos percances técnicos, Dawnguard no sería tan buena expansión como esperábamos. Tres nuevas localizaciones, dos facciones enfrentadas y una campaña que, al igual que la guerra por el trono entre Capas de la Tormenta e Imperiales, podemos llevar por un bando u otro. Eso sí, los logromaníacos deben estar al tanto de que tendrán que completar la campaña una vez por cada bando, una por el lado de la Guardia del Alba, y otra por el lado de los Vampiros Volkihar.

 

Como siempre, buen hacer para los árboles de habilidades, aquí el del Señor de la Noche

 

Elegir un bando u otro nos permite acceder a uno de los dos nuevos árboles de habilidades exclusivas, uno de Señor de la Noche, y otro de hombre-lobo. Sí, tanto el vampirismo como la licantropía ya estaban en Skyrim, pero ahora se ven potenciados, sobre todo los vampiros, con una transformación en una criatura que nos hace querer utilizar habilidades que de cualquier otra forma, pasan desapercibidas en cualquier estilo de gameplay normal, como la necromancia.

 

Esta expansión nos da nuevos puzles, nuevas opciones de combate, nuevas localizaciones, decenas de misiones secundarias y una trama principal un tanto carente de ritmo. Ya que nos permiten escoger, habría estado bien que se pareciese más a ese conflicto principal que mencionábamos antes, pero por desgracia, cojamos el bando que cojamos, se parece más a la trama del Colegio de Magos de Hibernalia que a un Gremio de Ladrones o una Hermandad Oscura. Mucho recorrer mazmorras largas y sin mucho que lootear y poco ritmo para la historia, pocos grandes momentos, aunque desde luego, alguno hay.

 

Ser un vampiro nos cambia la forma de jugar radicalmente

 

Dawnguard no es la expansión perfecta, no. Más allá de bugs y de problemas que prácticamente rompen el juego, es lenta y no tan épica y rompemandíbulas como podríamos esperar del regreso a Skyrim. Sin duda, las tramas principales del juego dejan en evidencia a este Dawnguard en cuanto a elaboración, giros argumentales y recompensas, y no es que tengamos a todo lo original encumbrado y todo lo que llegue ahora sea peor, no, pero encontrarnos con un dragón al azar y combatir con él sigue siendo mucho más satisfactorio que transformarse en un monstruo y forzar una nueva forma de luchar para conseguir nuevas habilidades exclusivas para esa transformación.

 

Y sigue habiendo combates contra dragones, claro, de hecho hay dos nuevos tipos de dragón por encima en la escala de poder hasta llegar a los dragones legendarios, bastante más potentes que cualquier criatura que nos vayamos a encontrar por ahí en un nivel considerable. Porque si algo bueno tiene esta expansión es que no nos desvincula de Skyrim por completo, como pasa en muchos otros juegos en los que nos ofrecen aventuras extra. Esta nueva misión perfectamente integrada comienza como un ataque de vampiros a una gran ciudad, o un rumor oído de los guardias, o como un mensajero de la Guardia del Alba que nos busca para reclutarnos en su lucha contra los vampiros, hasta que, tras un par de misiones, nos plantamos frente al castillo de los Volkihar. Ahí es donde recomendamos guardar para poder seguir ambas tramas.

 

Imaginad a toda esa gente desnuda... Pues hay quien no tiene que imaginarlo, salen sin ropa

 

La verdad, nos encantaría haber disfrutado de esta nueva aventura tanto como de las anteriores, pero no ha sido así. Tanto el tema de los bugs como el propio eje de la expansión, la transformación en criaturas que ya de por sí desentonaba un poco en el conjunto Skyrim, nos saca de la situación de que somos el Sangre de Dragón.

6.5

/ 10


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