Analisis Tekken 7 ,PS4

Todas las luchas son personales. Sobre todo si combates para partirle la cara a algún miembro de la familia Mishima. Tekken ha vuelto, y no en forma de chapa, y lo he disfrutado tanto que he sentido que volvía a los títulos de antes, y no porque hayan decidido simplificarlo precisamente.

 

En mi casa siempre hubo un Tekken. Siempre. Yo he crecido compitiendo en el torneo del Puño de Hierro. Algo que empezó en 1994 (para mí, un poco más tarde) ha llegado hasta hoy como una de las más grandes franquicias de videojuegos de lucha. Hoy se cierra un capítulo, no sé si el final, pero se siente como si lo fuese. Porque ha llegado a algo tan grande que parece que todo termina aquí.

 

Pero cuando algo llega a su fin, algo nuevo empieza. De esta forma, sólo se cierra un ciclo, sólo terminamos un libro que probablemente contará con una continuación mejor. Y si no, siempre podemos buscar más cosas del mismo autor, ¿no? Nada termina de forma definitiva, sobre todo si hablamos de un videojuego.

 

Si alguna vez alguno de vosotros dudó, hoy os digo que no hay forma de discutir esto: Tekken es el rey del género, y lo es portando una corona que será difícil arrebatar. A su alrededor se ha formado algo increíble que ha tomado una forma final impresionante. Tekken 7 es, para mí, la mejor experiencia hasta ahora en un juego de lucha.

 

 

 

El capítulo final de la familia Mishima

Es increíble lo interesante que puede llegar a ser la historia detrás de un juego que consiste en pegar tortas a todo el que se te cruce por delante. Pero es cierto, acabamos disfrutando más cuando sabemos por qué luchamos y por qué lucha ése al que le estamos dando la paliza. Es como si se nos contagiase el entusiasmo del personaje… o el odio que siente hacia Heihachi Mishima. Por ello, el Modo Historia de Tekken siempre ha sido algo fundamental.

 

En esta entrega hacemos un repaso de cómo hemos llegado hasta aquí y presenciamos un final. Quizás no sea el final de todo, pero sí de una parte importante. Vivimos nuevamente el enfrentamiento de la familia Mishima ya que, como uno de sus miembros dice: “El destino de nuestra familia es enfrentarnos y traicionarnos”.

 

En esta ocasión lo hacemos con muchos intermediarios, aunque desde el punto de vista de uno en concreto. Un periodista que lo ha perdido todo y que decide seguir investigando sobre esa familia maldita. Ésta es la historia de la familia Mishima y de Mishima Zaibatsu. Y aquí termina.

 

 

Prepárate y ve haciendo palomitas

No voy a negarlo: la historia es muy emocionante. Pero es emocionante si estás dispuesto a vivir un modo historia rígido sin muchas posibilidades y que, desde luego, no te va a dejar con ganas de volverlo a jugar. Casi todo el tiempo estás viendo cinemáticas, cosa que no es mala si te gusta, pero que si esperabas más acción te va a dejar un poco decepcionado. De hecho, hay momentos absurdos en los que han decidido que tengas que darle un botón para que te sientas útil, como lo de tener que pulsar un par de botones para tirar a Kazuya por el barranco. Algo que pasa de todas formas, pero bueno.

 

No obstante, sigue siendo algo entretenido. Manejas a cierta variedad de personajes a lo largo de la historia principal, lo que le otorga un poco más de dinamismo. Los combates son interesantes, y algunos hasta suponen cierto desafío (no quiero dármelas de pro, pero he jugado en el Modo difícil y ha dejado un poco que desear). No siempre luchas de la misma manera y eso es algo que se agradece.

 

Esto hace que, según el momento, hasta te entren ganas de pedir una cinemática rápida que resuma todo. De hecho, podrían sacar una película sólo con esta parte de la historia de Tekken. En ella vivimos los entresijos de Mishima Zaibatsu, de la Corporación G y hasta de Violet Systems. Vemos cómo cada una intenta adelantarse a la otra, y cómo se les va la pinza a todos cuando se dedican a volar por los aires ciudades enteras (eso sí, tranquilos, que ninguno de los personajes de Tekken muere por un balazo o una bomba, son todos a prueba de armas de fuego). Es divertido ver cómo cada uno intenta mover los hilos del mundo, algo que, en cierto sentido, se parece a lo que vivimos en la vida real. Pero sin sangre demoníaca amenazando en el interior de nadie.

 

Debo decir también que, entre cinemática y cinemática, me ha sorprendido lo bien que encaja Akuma en la historia. Esperaba que, simplemente, apareciese como un personaje más en el juego y, sin embargo, forma parte de la historia de los Mishima desde un punto de vista de visitante que, bueno, tampoco hace mucho, pero está ahí, ha casado bien con la trama, y a nadie le molesta. Es más, nos encanta verlo.

 

 

El mejor añadido: los Rage Arts

Pero si hay una “cinemática” que estás deseando ver en todo momento es la de los Rage Arts, y aquí dejo de hablar ya del Modo Historia porque no os quiero adelantar más de la cuenta. Los Rage Arts son el añadido de esta entrega, aunque es algo que ya hemos visto en otros juegos del género, como, por ejemplo, Injustice 2 o Mortal Kombat X. Con este añadido, pulsamos el botón o botones adecuado/s y, si nuestro golpe acierta en alguna parte del cuerpo del enemigo, nos preparamos para gozarlo.

 

Es decir, estamos ante el Ataque Especial, el Super! de esta franquicia que ha tardado en aparecer más de la cuenta. Cada personaje tiene sus combinaciones especiales y se disfruta mucho, especialmente cuando rematamos a alguien con ellas. Además, la cámara lenta cuando no se sabe quién va a golpear primero le da mayor emoción a los combates cuando ambos jugadores están a un golpe.

 

Luego tenemos los Power Crush, que nos permitirán absorber el daño del rival multiplicándolo al contraataque. En general, el juego ha alcanzado un ritmo de ataque-contraataque-combo-añadido al combo que mola bastante y que puede llegar a ser muy disfrutable tengas el nivel que tengas. Además, con un apartado gráfico excelente, este título ha convertido los combates en algo increíble, en un derroche de color y detalles que te dejan con la boca abierta.

 

Por lo demás, puedo decir que Tekken se adapta a la perfección a todo tipo de usuario. Para aquellos que se encuentran por primera vez con un título de esta saga, se vuelve muy disfrutable. Es fácil llegar a conseguir buenos combos incluso cuando estás probando el juego sin tener ni idea. Pero eso no quita que tenga un gran encanto para los más veteranos, ya que dominarlo no será tan fácil. Y, creéme, de nada te servirá conocer los combos de tu personaje main cuando te enfrentes a la dura realidad.

 

 

Un jugador, un modo de juego

Pero las mecánicas no son lo único que ha encajado a la perfección con todos los tipos de jugadores que haya. Los modos de juego aportan una gran variedad que también consigue llamar la atención de todos los usuarios. Cada uno encontrará un atractivo en Tekken que le hará jugarlo, desde el modo Arcade clásico que hará que te sientas frente a una máquina recreativa, como el combate por tesoro, que te servirá para… bueno, eso, para llevarte tesoros.

 

Además, puedes encontrar atractivo en el modo offline gracias a que te permitirá ostentar tu propio rango local. Claro que el verdadero desafío no está en la Inteligencia Artificial, sino en enfrentarte a otros jugadores, ya sean los que comparten sofá contigo, como aquellos que pueden estar al otro lado de la pantalla. El sistema de rangos, de nuevo, propondrá al usuario un desafío constante, lo que te hará desear no dejar nunca de luchar.

 

Está claro: el torneo del Puño de Hierro nos llama. Y lo hace con un online muy bien adaptado a nuestro nivel de habilidad, lo que también nos permitirá entrenar y desarrollarnos como luchadores… y futuros campeones.

 

 

El punto extra: la personalización

Es algo que ya lleva haciéndose desde hace algún tiempo en muchos títulos de lucha. Es verdad que Tekken ha subido bastante el nivel con lo que al diseño de personajes se refiere, pero poder personalizar a tu luchador hasta convertirlo en lo que tú quieras que sea le otorga un mayor atractivo. Puedes ser quien quieras y vestir lo que te dé la gana, que para eso estás aquí. Peinados, vestidos, faldas, gafas y hasta orejitas de conejo, todo ello para crear a tu “máquina de pegar tortas” perfecta.

 

Además, también podrás personalizar a tu gusto el perfil de jugador gracias a distintos elementos. Podemos cambiar el aspecto de nuestra barra de vida, de nuestro título y hasta de nuestra propia ficha personal. Para todo ello, al igual que con el diseño de los personajes, necesitaremos nuestro dinero de combate, nuestra moneda virtual que nos permitirá adquirir todo lo que nos guste. ¿Que cómo se gana? Pues depende. Podemos acumular dinero superando el modo historia o con el modo offline, y probablemente Namco tenga pensado ir incorporando distintas recompensas con los torneos online y demás. Vamos, que no hará falta meterle más dineros al juego, chicos. A no ser que alguno de vosotros sea un poco impaciente.

 

Y ahora, el sonido

Los efectos de cada golpe, de cada caída, de cada momento, siguen siendo tan espectaculares como han sido siempre. Los golpes, los gruñidos y las frases de los personajes llegan en el momento adecuado, y escuchar los puñetazos que das consigue hasta aportarte un poco de adrenalina. De hecho, me he dado cuenta de que soy incapaz de jugar sin sonido a Tekken y creo que las peleas ganan muchísimo gracias a lo cuidado que está este tema.

 

Luego tenemos el doblaje, que qué sería de mí sin hablar de él. Debo decir que en el modo historia he estado muy paranoica por culpa de un detalle que siempre me ha molestado en películas y series: ¿Habéis visto Sense 8? Por poneros un ejemplo reciente, en Sense 8 encontramos a personajes de distintas localizaciones, pero todos hablan en inglés. Se supone que en realidad están hablando en su idioma natal, pero, no sé, es algo que ME RAYA. En cambio, en Tekken 7, todos los personajes hablan en su propia lengua. Y esto tiene un PERO.

 

Aunque el doblaje es perfecto y cada voz encaja con su personaje, en el modo historia podemos ver a Heihachi hablando en japonés y entendiendo perfectamente a un señor que habla en italiano. Tampoco es algo malo, pero, ¿no sería lógico que encontraran una lengua común, aunque luego en los combates cada uno hablase su propio idioma? Ahí lo dejo.

 

 

 

Sigues siendo el campeón

Hemos tardado en recibir a Tekken 7 en nuestras consolas, mientras que en Japón lo han gozado todo este tiempo gracias a las máquinas recreativas. Pero puedo prometer y prometo que la espera ha merecido la pena y estamos ante lo mejorcito del género. Y digo esto sabiendo que éste es el gran año de los juegos de lucha. Pero es que Tekken no tiene rival.

 

Sin embargo, no puedo darle un 9 por dos motivos principales: a pesar de lo emocionante que es a nivel de lore, el modo historia ha dado un paso atrás, pareciéndome inferior a Tekken 6 en este sentido. Por otra parte, creo que ha sido un poco conformista: Bandai Namco sabe qué es lo que funciona, qué iba a funcionar, y no ha querido arriesgar más allá.

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