Analisis Sunset ,PC

Los videojuegos han conseguido encontrar y hacer propias algunas maneras de narrar que no podrían extrapolarse a otras vertientes artísticas. Estas son, básicamente, las que tratan sobre la interactividad. ¿Por qué un videojuego jamás podrá ser una película (tampoco una interactiva como algunos “apellidan” algunas obras)? Porque, básicamente, el cine no es interactivo. Si el usuario interacciona de una manera u otra, por mucha narrativa e historia que atesore el título, continúa siendo un videojuego.

Por eso Sunset es un videojuego, a pesar de que su premisa no es tanto la de hacernos jugar sino la de contarnos una historia. Lo bueno es la manera que utiliza para contárnosla, ya os digo, única y propia del videojuego. Personalmente, me encanta encontrarme con este tipo de propuestas que únicamente podrían concebirse utilizando las herramientas que proporcionan esta forma de ocio.

De esta manera, al igual que vimos en Gone Home y otros títulos cuya intención principal es la de narrarnos una historia a través de la interacción con el escenario, Sunset intenta dar una vuelta de tuerca al convertir al propio escenario en un lienzo en blanco donde poco a poco se van añadiendo trazos y colores que hacen que el jugador interprete su propia historia.

El arte, en todas sus formas, nunca va a ser interpretado de la misma manera por dos personas distintas. Cada una de ellas lo hará de diferentes maneras y nada le afectará exactamente igual, por su propia forma de ser y por sus propias vivencias personales. Las personas evolucionan con los años y todos los hechos vividos (generalmente los más positivos y los más negativos) conforman su forma de ser y su manera de enfrentarse a la vida. Sunset explota esa faceta al ofrecer una experiencia que será única para cada uno de los jugadores que quieran experimentar lo que ofrece.

Lo mejor del título de Tale of Tales es, sin duda, ese hecho. Yo puedo vivir y experimentar Sunset de una manera muy diferente a como lo puedes hacer tú mismo, que ahora te encuentras leyendo mi opinión. Yo actuaré distinto ante distintas situaciones y eso provocará que disfrutemos de una experiencia muy diferente. Una puede que sea conmovedora y personal mientras que la otra puede ser insulsa y poco sustanciosa. ¿Eso haría a Sunset un mal juego? La verdad es que no, ya que su premisa se cumple perfectamente.

En Sunset manejaremos a Angela Burnes, una mujer que trabaja como asistente en un apartamento de sudamérica en los años 70, en plena guerra. Este apartamento será el único escenario que visitaremos y el lugar donde se desarrollará toda la experiencia. Lo único que podremos hacer será controlar a Angela a lo largo de la casa e interactuar con los diferentes objetos que en ella se encuentran. Poco a poco iremos descubriendo que esa casa pertenece a un hombre llamado Gabriel Ortega, al que nunca veremos cara a cara en el título. Sólamente podemos imaginar cómo es gracias a su apartamento, que obviamente sabe contar muchas cosas sobre él mismo.

Como imaginaréis, manejando a Angela podremos establecer una relación con Gabriel de una forma muy especial: a través del propio escenario. La mayoría de acciones que podremos realizar podrán llevarse a cabo de dos formas distintas: una profesional y seria; otra más cercana y personal. Obviamente, dependiendo de cómo afrontemos estas tareas nuestra relación con Gabriel variará. ¿Cómo sabremos que nuestra relación cambia si, como ya os he dicho, no le vemos nunca directamente? Efectivamente, a través del escenario.

Nosotros, como jugadores, deberemos saber interpretar el escenario para entender lo que nos quiere decir Gabriel. Si cambia los muebles, si nos deja una nota, si reacciona de una manera o de otra a algo que hemos dejado nosotros mismos… el juego abre muchas posibilidades y la inmensa mayoría de ocasiones deberemos ser nosotros quienes sepamos entender lo que se nos quiere decir. El juego trata de narrarlo a través del escenario de diversas maneras, haciéndolo estupendamente bien.

Sunset exige del propio jugador. Puedes pasarte el juego al completo desde el menú de opciones, simplemente haciendo avanzar los días. De nosotros mismos depende conseguir extraer algo de él o terminar convirtiéndolo en una experiencia que realmente nos ofrece muy poca cosa. Pero ahí también está la gracia: cada persona experimentará Sunset, por su forma de ser, de entender lo que nos quiere decir y de las decisiones que tome, de una manera distinta.

El título tiene algunos problemas, técnicos, de control y de optimización. Pero aún así, es muy recomendable para todos aquellos que quieran experimentar algo distinto jugando a videojuegos, ya que la propuesta de Sunset y lo que quiere ofrecernos no lo ofrece ningún otro juego. Eso sí, tened muy en cuenta que quizás, por vosotros mismos, no podáis extraer demasiado de él. Es uno de esos casos donde el juego, al tratar básicamente de intentar contar una historia y tratar de implicar al jugador, hace que nosotros mismos seamos los únicos culpables al final de que Sunset termine siendo una experiencia inolvidable u otra totalmente intrascendente.