Analisis Spyro Reignited Trilogy ,PS4,XONE

Spyro Reignited Trilogy hace un buen trabajo dándole un conveniente lavado de cara a la trilogía de Insomniac Games. Como ya vimos con lo que se hizo con Crash, el objetivo es traer a la actualidad el material original rehaciendo desde cero todo lo que compete a su aspecto gráfico y músculo técnico. El trabajo realizado a este respecto es notable, convirtiéndose en la manera más cómoda y agradable de volver a disfrutar de todos los juegos de Spyro.

De todas formas, esta reconstrucción no es perfecta. Jugado en una PS4 normal y corriente, los tiempos de carga son excesivamente largos y la tasa de frames no es estable. En 1998, cuando se lanzó el primero de los tres que compone este pack, los desarrolladores aún no habían perfeccionado el control de la cámara de juego en un espacio tridimensional. Los movimientos eran bruscos y lo siguen siendo aquí, lo que afecta al rendimiento pues hace que la escena ‘derrape’ en demasiadas ocasiones. Eso sí, el aspecto visual consigue identificarse con la imagen idealizada que tenemos de lo que eran las aventuras de este personaje. Spyro Reignited Trilogy es bonito, colorido, muy animado, redondeado y con suficientes buenos detalles para que comprendamos todo el mimo dirigido al personaje.

Es decir, si has jugado a los tres primeros cuando eras un chaval y te apetece volver a hacerlo, Spyro Reignited Trilogy es una preciosa oportunidad para volver a hacerlo. Pese a los defectos que he comentado, el reencuentro merece la pena. Sin embargo, y aquí viene la cara amarga de este análisis, Spyro sigue siendo un juego de su tiempo y que arrastra todos los problemas de aquel. A día de hoy, la manera en la que se guía al jugador por el espacio de juego, qué puzzles se le ponen por delante, cómo se le para las pies y cómo están diseñados los enemigos ya no resulta tan atractivo. Es decir, si no le tenéis un cariño al personaje fraguado hace veinte años, os defraudará o no le veréis la gracia.

En lo visual, jugar a cualquiera de los títulos de Spyro Reignited Trilogyes es cómo hacerlo siempre al mismo. Se ha escogido un mismo estilo artístico para los tres. Eso es un fallo y a la vez un acierto. En la cara positiva, lo cierto es que resulta muy agradable acabar entendiendo todo este producto como una aventura larga única. Aquí tenéis más de veinte horas de juego no demasiado difíciles de superar, pero sí muy atractivas si adoráis al personaje y con secretos que obtener. Pese a que arrastra toda la experimentación en entornos 3D, a veces dando con soluciones buenas y otras no, sí que es verdad que si ‘entráis’ en esta dinámica, la exploración acaba haciéndose agradable. Sin embargo, no ayuda a comprender la evolución del estudio o en lo que ha querido centrarse para que su dragón se representara mejor entrega a entrega. Cierto es también que es algo comprensible al saber que apenas hay años de diferencia entre un lanzamiento y otro.

Donde sí se nota una mejora o una evolución juego a juego es si analizamos el diseño de estructura de mundo desde el primero al último, teniendo mucha más intención el tercero y con más carácter de aventura que los anteriores. De todas formas, todos los componentes de la trilogía se basan en lo mismo: recorrer los escenarios en busca de gemas y de distintos objetivos que nos permiten avanzar.

Se notan los años por Spyro. La manera de guiarnos por estas zonas no es tan sutil como cualquier juego de esta generación. En eso ha envejecido mal pero, por fortuna, hace algo que consigue que se haga llevadero y que, aunque se note que los años no pasan en balde, te siga apeteciendo encontrar más y más cosas: la penetración de la narrativa en eso que tenemos que buscar.

Por poner un ejemplo, en el primero de los tres tenemos que localziar y liberar dragones que han sido convertidos en cristal. Lo atractivo del asunto es que cada uno de ellos tiene su propia personalidad y algo que contar,  lo que nos anima a encontrarlos. El diseño artístico tan adorable de esta reconstrucción también ayuda a encariñarse con ellos, con lo que la exploración se acaba haciendo divertida.

Ese es el gran merito de esta trilogía, que todo el músculo gráfico consigue hacer mejor al trasfondo de nuestra aventuras, haciéndolo atractivo aunque su base jugable se nos haga ya un poco bola. De todas formas, aunque sea muy acertada la recreación de los PNJ no lo es tanto de los enemigos menores que nos encontramos por la calle; sus movimientos, reacciones y oposición a nuestro avance es obvia, descafeinada y un tanto sosa, le quita mucha magia al resto de las decisiones estéticas.

Es decir, los videojuegos incluidos en Spyro Reignited Trilogy eran fabulosos en su edición original por su experimentación y por proponer buenas soluciones a cómo movernos en áreas abiertas de forma no lineal. A día de hoy, todo eso ya está superado, pero si el personaje os gusta y venís a este juego con un afán de ‘recordar’, os va a encantar. Gráficamente es bonito, está íntegramente en español, los tres juegos juntos componen una larga odisea y el videojuego se vende a precio reducido. Eso sí, la cámara sigue dando problemas, las acciones de Spyro son bruscas y la navegación se hace aparatosa. El rendimiento general es mejorable y los tiempos de carga son demasiado largos; pero para alimentar la nostalgia es perfecto.