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Analisis Ronin ,PS4

No es Gunpoint, pero como si lo fuera.
Martes 07 de Julio de 2015 por Bruno Louviers

Ronin es un juego que tiene todos los elementos del mundo para ser molón: hay infiltración, hay estética cyberpunk, hay un asesino, hay saltos ridículos, conduces una moto y alguna cosa más que ya iréis viendo si lo jugáis. Son todos factores que, a primera vista, están trillados pero suelen estar presente en muchos de los juegos que más nos gustan. Y ese es el caso de este juego desarrollado por un fan de Gunpoint que, con permiso de su autor, quiso hacer su propia versión de ese tipo de juego.


En ese sentido, en Ronin también puedes matar a gente de forma muy vistosa, pese a los gráficos sencillos y en scroll lateral 2D; colgarte de muros, romper ventanas para entrar en edificios, ocultarte en la sombra, usar un gancho para escalar paredes, explorar las tripas de los edificios por sus conductos de velocidad y, luego una vez estás seguro de que no te van a pillar, empalar con tu espada a todo lo que es te ponga delante. Todo esto se ejecuta con una fluidez alucinante a los ojos, pero que cualquiera esperaría de un asesino profesional; y con un orden que depende de cada jugador y de cómo se plantee las situaciones. Siempre habrá soluciones alternativas si una vía no te funciona, vaya.

 

Los láseres son un aviso de que ya puedes ir moviendo el culo


El problema es que los movimientos son muy chulos, pero ejecutarlos no tanto, y cuando a esto le sumas que una sola bala del enemigo te fulmina, el terreno para la frustración germina que es un gusto. Por fortuna, aunque el movimiento es libre, los combates de Ronin son por turnos, sin embargo, así que hay algo de calma en medio de la tempestad como para medir bien los movimientos y no meter la pata hasta lo más hondo. En esta situación, puedes intentar noquear a los enemigos, evitar sus disparos y alguna cosa más, pero cada movimiento que hagas suma un segundo. A los diez segundos, los guardias llaman a sus refuerzos y estás finiquitado.


Es un planteamiento arriesgado y que quizá no se entiende bien si no se ve en directo, mientras manejas a tu asesino, pero es entretenidísimo y te anima a ser mejor en cada asalto. Las batallas son tensas y la sensación de que eres Spiderman esquivando balas y colgándote del techo es fantástica. A medida que haces misiones, podrás ir mejorando tu personaje con los puntos de habilidad recuperados y convertirlo en una máquina de matar impresionante.

 

Las sombras son la mejor aliada para las muertes rápidas y sigilosas


Lo único malo de Ronin es que todo esto que suena tan bien se ejecuta con unos controles que habría necesitado un mayor pulido. Se ve que las prisas por lanzar el juego le han lanzado una mala jugada a su desarrollador en este sentido, además de que de vez en cuando hay algunos bugs algo molestos que, bueno, esperemos parchee más pronto que tarde. No es que los controles estén mal, vaya, sino que fallan en los momentos clave, y cuando eso ocurre, el cabreo es importante.


También es muy molesto lo mal llevados que están las pulsaciones de botones en situaciones concretas. Es un poco como The Witcher 3 con las malditas velas: usar un botón para abrir puertas cerca de un civil puede terminar con la muerte de esta persona inocente en lugar de contigo dentro de un edificio, y eso es un fastidio. Como, además, durante los combates se usan varios botones para acabar con según qué enemigo, meter la pata pulsando el que no es porque en la mayoría de batallas era el que usabas para el enemigo en dicha posición te puede costar el combate y la paciencia.

 

Nadie dijo que esto fuera fácil...


Nada de esto arruina por completo la experiencia de sigilo y asalto de Ronin porque sabe mezclar muy bien su estética minimalista con su profundidad jugable y de desarrollo del personaje. Ir construyendo al asesino que te apetece y ejecutar sus ataques de la manera más letal, fluida e imprevista posible sigue siendo una gozada y esperamos que lo siga siendo durante mucho tiempo, pues siempre será mejor un juego con buen sigilo que un shooter estándar con muchos headshots.


Si os gustó Gunpoint, Ronin no es mejor que él, ni tampoco mejor que Mark of the Ninja, que es mi favorito; porque le faltan muchas de las ideas y la originalidad de este juego, pero es título baratito y eficiente con el que quitarse el mono de sigilo y asesinatos. Sus defectos no lo arruinan por completo y sus virtudes, aún por debajo de otros juegos similares del género, pueden agradar a los fans del mismo.

7
/ 10

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