Analisis Resident Evil Zero HD Remaster ,PC,PS3,PS4,X360,XONE

Resident Evil Zero siempre ha sido algo así como la oveja negra de la familia de la saga de Capcom. A pesar de ser el título que menos gente llegó a jugar por aquello de ser una exclusiva de una plataforma relativamente minoritaria como lo fue GameCube, también fue uno de los más criticados. Puede que influyesen muchos factores en esa crítica, puede que fuese el gusto discutible del coprotagonista recién llegado a la saga Billy Coen con su tribal de brazo completo, puede que fuese una historia más floja, puede que fuesen varios añadidos que terminan por no utilizarse, o puede que fuesen esas putas sanguijuelas.

Incluso puede que fuese la proximidad con el remake del Resident Evil original, que a Japón y Norteamérica llegaron ambos durante 2002, mientras que a Europa les separaba medio año entre septiembre de 2002 y marzo de 2003, pero en cualquier caso, con cuatro lanzados anteriormente, puede que sencillamente Resident Evil Zero fuese la gota que colmó el vaso de cara al gran cambio que luego supuso Resident Evil 4. Pero enfrentarse hoy en día a Resident Evil Zero gracias a este Remaster HD está muy lejos de cumplir todo lo que se lleva años diciendo del juego.

Resident Evil Zero tiene la bondad de diferenciarse de todos los Resident Evil de la historia, y de hecho, todos los que salieron a posteriori, incluso con el enfoque a la acción pura y dura que traían, bebieron de esa mecánica de cooperar con dos personajes que siempre fue el punto fuerte de esta entrega, y eso que no abundan las ocasiones en que los protagonistas han de separarse y complementar el camino del otro y la mayoría del tiempo los podemos llevar bien pegados, haciendo que, eso sí, se luzca una IA aliada no muy competetente contra una IA enemiga mucho menos competente aún, pero da el pego, y el resultado es que tu aliado te defiende con sus disparos sin que se lo pidas, bien si estáis rodeados atacando cada uno hacia un lado, o bien si un enemigo te tiene agarrado, para alejarlo de tí.

Llama la atención también ver cómo Resident Evil Zero es respetuoso con ciertos iconos de la saga, como las puertas y escaleras, cuando no lo necesita. Esto se deja ver cuando cambiamos entre los dos personajes mientras están en habitaciones diferentes, el tiempo de carga es casi imperceptible a pesar del cambio de estancia mientras que atravesar una puerta o subir una escalera siempre irá acompañado de esa clásica animación. Y es curioso, al igual que lo es con Resident Evil HD Remaster, lo bien que aguanta el paso de los años un apartado gráfico que en su tiempo fue una auténtica bestialidad prerrenderizada y que hoy el día sigue manteniendo el tipo con sólo disimular ciertas costuras.

Se podría decir que el paso de los años ha hecho mejor a Resident Evil Zero. En aquella coyuntura tenía sentido decir que era el peor de la saga, y es que no en vano el listón estaba muy alto después de Code: Veronica y la trilogía original, pero hoy en día volver a un juego así es toda una delicia, y tanto con el control original como con la versión actualizada, es un juego que se deja disfrutar con facilidad, aunque un jugador que no viviese la época quizá tenga que poner más voluntad para aceptar el sistema de apuntado, el hecho de que sólo se pueda guardar partida en las máquinas de escribir o que los protagonistas estarán más de la mitad del juego sujetándose el costado por una condición física no del todo saludable porque las hierbas verdes y sprays de primeros auxilios no abundan.

Pero sí, a pesar de que Resident Evil Zero demuestra cierta maestría del uso de los escenarios prerrenderizados que hace que cada cambio de plano consiga ser sorprendente e intrigante al mismo tiempo (utiliza en favor del juego muchas veces el no ver al enemigo pero sí oírlo), era bien cierto y sigue siéndolo que los protagonistas son una pareja bastante 'ñoña' y poco consistente, con un papel de tío duro que se mantiene creíble exactamente una secuencia y una protagonista que no ha repetido papel en la saga por alguna razón. También es cierto que la trama no da para mucho, que canta la falta de inspiración de escenarios y que hay varios añadidos que nunca se llegan a utilizar, como el poder mover a ambos personajes a la vez, cada uno con un joystick (algo que salvo en Brothers: A Tale of Two Sons nunca ha salido bien), pero hoy por hoy, todo esto sabe a inconvenientes menores que no te impiden disfrutar de un juego tan exigente.

La repetición de papel de Rebecca, por cierto, puede tener que ver con el Modo Wesker, un capítulo extra exclusivo de esta nueva versión que nunca antes vio la luz en la saga, en el que manejamos a Wesker y a Rebecca en 'Modo Dios' (Modo Uroboros, como queráis llamarlo), con súper poderes y otras cosas que antes de Resident Evil 5 nos hubiesen parecido auténticos delirios, y llega, se supone, para contarnos la unión entre todo y la visión de Wesker del incidente de la Mansión Spencer. Sin duda es un buen complemento aunque suena más a agradecimiento para el fan que a un extra realmente necesario.

Evidentemente, me costaría recomendar Resident Evil Zero HD Remaster por sí solo, y nunca lo podría poner por delante de ese Resident Evil HD Remaster disponible desde ahora hace exactamente un año, pero ambas remasterizaciones en un buen pack como es Resident Evil Origins Collection, es tanto una golosina para nostálgicos como una buena ración de 'juego de antes' para los jugadores más jóvenes.