Analisis Puyo Puyo Tetris 2 ,SERIESX

Puyo Puyo Tetris 2 es el juego perfecto para tener en casa cuando llegan visitas o en familia. Es un título divertidísimo para jugar varias personas sentadas en un sofá. Cuenta con sobrados modos de juego, mezclas locas entre Puyo Puyo y Tetris, desafíos y la posibilidad de disfrutar con ambas propuesta de la forma más pura o loca que quieras.

El gran acierto del juego es su propuesta estética, su puesta en escena. Es una alocada mezcla entre Puzzle Fighter y algún ramalazo de Bishi Bashi. Tiene esa intensidad tan de concurso de tele japonés de “aquí puede pasar de todo” que te mete muy dentro del juego, te atrapa y te obliga a jugar y a jugar. Puyo Puyo Tetris 2 es un título muy festivo, pero no es una experiencia sencillota y sin profundidad. Jugando contra la IA, me ha costado muchísimo ganar partidas. El juego lo sabe, por lo que añade consejos y tutoriales para competir de forma más o menos avanzada.

Es decir, este es un juego perfecto para gozarlo, pero no ha obviado que, tras Tetris 99, la escena competitiva que siempre ha arrastrado, y Tetris Effect, los que llegan a este producto quieren competir, quieren que se les ponga a prueba, quieren que se les enloquezca; y vaya sí lo consigue.

Puyo Puyo Tetris 2 es muy generoso en sus contenidos; pero no engaña a nadie, ojo. Este juego existe para echar pachangas con amigos que quieran viciarse muy fuerte con esta mezcla. Pero si quieres jugar solo, practicar y optar por el online en lugar de invitar a amigos a casa por eso de que hay una pandemia y tal, puedes. Pero no es lo mismo. El juego cuenta con una divertida campaña en la que los mundos de Tetris y Puyo Puyo se mezclan.

Es maja, es agradable y se disfruta, pero tiene un problemilla: peca de tener demasiado texto, de necesitar contar sus chistes con demasiadas palabras y de abusar de dar fe y jactarse cada dos por tres de que su universo es una tontería. Le falta ritmillo porque el resto del juego es bofetada tras bofetada, pim-pam, desde el menú hasta cada partida que disfrutas, reinicias y vuelves a jugar. Es como comer palomitas, no puedes parar porque tiene esa intensidad de la que hablaba antes medidísima; por eso es una pena que la campaña no tenga la misma fuerza. Sin embargo, es divertida y se agradece, pero lo que querrás será pasar al modo versus y competir.

Puedes elegir personaje de entre todos los que participan el modo historia, y ojo, que tienen sus puntos débiles, fuertes y su personalidad propia, y disfrutar con un montón de variantes de juego. Puedes hacer maratones, contrarreloj, jugar a la vez con Puyo Puyo y Tetris mientras un juego y otro se alternan para tu sorpresa, hacer que aparezcan objetos que te ponen más difíciles las cosas, jugar de forma clásica… Es  alucinante.

A los mandos (jugado en PS4 y PS5) el juego responde muy bien. Premia el juego rápido, que vayas lo más acelerado posible pero sin fallar. Por eso siempre te ayuda a saber dónde caerá tu pieza. De hecho, todos los modos de juego se basan en esto: en que seas el más veloz superando los obstáculos que se te proponen, y castigando a tu rival por no haber corrido él mas.

He de reconocer que me lo he pasado muy bien en casa jugando con mi familia al juego, porque es un título que favorece la broma con el que tienes al lado, el pique y el disfrute. Cualquier persona puede jugarlo, pero se requiere muchísima destreza para dominarlo bien todo, lo que te fuerza a jugar luego tú solo contra la IA (muy hábil, por cierto, poca broma) y a volver al modo campaña para seguir echando partidas.

Sin embargo, también porque estamos viviendo la era de la cataclismo, es una pena que no puedas invitar a casa a tus colegas a jugar a esta cosita tan buena. Las partidas que eché al Puyo Puyo Tetris 2 me recordaron a las largas tardes de verano jugando a Street Fighter Alpha 3 con mis amigos; cuando éramos jóvenes y hermosos. Y es una sensación que el online difícilmente puede transmitir. De todos modos, esto no es culpa de este título, sino de la vida.

Cargado de modos de juego, con una puesta en escena muy atractiva, e ideal para jugar en familia, los únicos puntos negativos del juego es que no tengas a alguien cerca con quién picarte, que la campaña se hace muy pesada y que, en esencia, es una pequeñita evolución con respecto a la primera entrega. El corazón es el mismo, y si ya lo has escuchado latir antes, puede que este ya no te enamore tanto. Eso sí, aquí hay muchas más luces de colores. Lo pasaré bien.