¿Qué es exactamente lo que buscamos en un buen RPG? Hay quien disfruta sencillamente recorriendo un nuevo mundo creado con mimo y con una gran atención al detalle, hay quien sólo cataloga los juegos de rol dependiendo de sus sistemas de combate, hay quien no considera un RPG bueno si no tiene algún momentazo épico a lo largo de su historia, hay quien sólo busca jugar horas y horas hasta perfeccionar a su equipo protagonista o explorar y conseguir el 100% absoluto,... Muchos siguen pensando que Pokémon es un juego para niños, pero la realidad es que encaja perfectamente con todos y cada uno de los aspectos que alguien podría buscar en un JRPG de combates por turnos, sólo que en vez de un grupo protagonista confeccionado por la historia, aquí tu escuadrón de lo organizas tú.
A estas alturas puede que no haga falta describir qué es Pokémon o cómo se juega. El propio juego lo sabe y rompe con la eterna dinámica de las primeras horas, de conseguir tu primer Pokémon, aprender a capturar los salvajes, ir al Centro Pokémon, volver a casa, conseguir las zapatillas para correr, el mapa y a partir de ahí empezar una aventura a un ritmo muy lento. Aquí estás dentro de la historia, con un buen nivel, un equipo decente y tu primera medalla en cuestión de una hora, y por si eres de esos jugadores clásicos que afirma que no hay diseños como los anteriores y Fennekin el zorro de fuego, Froakie la rana de agua o Chespin la castaña de planta te parecen feos, antes incluso de que llegues a acostumbrarte a ellos, Pokémon X/Y te da un golpe en toda la nostalgia con tu primer Pidgey salvaje, y sólo un rato más tarde, puedes escoger a tu segundo inicial entre Bulbasaur, Charmander y Squirtle, momento en que, por si alguien no lo conocía hasta ahora, comienzan a meterte en la cabeza la idea de la MegaEvolución.
Por el camino uno se va encontrando con todo tipo de novedades que pueden pasar inadvertidas, pero que suponen un acierto tras otro. Cuando pensábamos que las ediciones Blanca 2 y Negra 2 apuntaban más al jugador competitivo de Pokémon que ninguna antes al desvelar detalles de evoluciones y de Puntos de Esfuerzo para el metajuego que antes eran estadísticas ocultas, ahora lo convierte en visible e interactivo.
En la pantalla superior vemos un despliegue constante de planos y localizaciones en completo 3D como nunca antes se habían visto en la saga (aunque el 3D estereoscópico sólo se activa para los combates), y que a pesar de todo nos resulta familiar, pero en la pantalla inferior todo es nuevo, desde el sencillísimo menú de accesos directos para todo lo relacionado con StreetPass y el juego online, sin necesidad de recurrir a localizaciones concretas para la GTS (y ni siquiera tenemos que haber visto a un Pokémon para pedir un cambio vía GTS), a los minijuegos que sirven para controlar y aumentar la estadística de felicidad de los Pokémon (que tiene mucho más que acariciarles la cabeza) y los minijuegos para controlar esos Puntos de Esfuerzo que podemos asignar de mejores formas que combatiendo repetidamente contra un tipo de Pokémon, unos puntos que pueden marcar una gran diferencia en batalla.
Aunque pueda parecer que con Blanco 2 y Negro 2 ya se había alcanzado el cénit del equilibrio y el componente estratégico, con Pokémon X/Y nos introducen en un nuevo mundo que para nada desentona y ha sido perfectamente calibrado. Además de incluir el Tipo Hada que, guste o no por diseños, es todo un acierto para mantener a raya a la cantidad de tipos Dragón, Oscuro y Lucha que han ido proliferando en las últimas entregas y de los que mucha gente abusa por versatilidad y diseño, han incluido nuevos tipos de ataques que hacen más impredecible el resultado de un combate y que requieren pensar mejores estrategias, como ataques cruzados que utilizan la estadística de Ataque Especial para determinar su potencia pero atacan a la Defensa Física del enemigo, ataques de dos tipos a la vez que son efectivos (y no efectivos) contra más tipos de Pokémon que un ataque convencional, o ataques que se saltan las normas convencionales, como la excepción de un ataque de Hielo súper eficaz contra los Tipo Agua.
Y detrás de todo esto, vienen las tan sonadas Megaevoluciones, algo que también ha sido perfectamente controlado para que no sea el festín de los súper Pokémon. Querrás verlas todas, pero no siempre querrás usarlas. Hay que tener en cuenta que, por ejemplo en combates dobles o triples, sólo un Pokémon por cada equipo puede Megaevolucionar, y no siempre conviene hacerlo debido a los posibles cambios de tipo o estadísticas, con el claro caso de Charizard, que sin megaevolucionar estaría en clara ventaja sobre Sylveon (la evolución Tipo Hada de Eevee), pero al pasar a ser Mega Charizard X y cambiar de Fuego/Volador a Fuego/Dragón sería vulnerable. Además, por supuesto, de que el item que permite la Megaevolución es un equipable, y que habrá que pensar muy bien si aprovechar las ventajas y desventajas del cambio o si ceñirte a una estrategia clásica con Bayas, Restos o Inciensos/Tablas que potencien ciertos tipos.
Y con todo esto tenemos, no sólo la generación de Pokémon con más posibilidades estratégicas, sino la más extensa de todas cuantas se han hecho, con mucho más por descubrir que nunca, y no sólo nos referimos a las ya más de 700 especies que coleccionar. Una cifra, por cierto, que muchos pueden considerar como una locura, pero ¿desde cuándo se critica la inclusión de mucho más contenido? Siempre y cuando tengan la justificación necesaria, una justificación que no tiene que ir de acuerdo con el diseño sino a las necesidades del propio juego, bienvenidos sean.
Pokémon X/Y sabe mantenerse tradicional y a la vez profundiza mucho más en lo que ya conocemos. Aquí no importa tanto la historia como las horas de juego que ofrece, los centenares de horas devanándonos los sesos, ya no subiendo niveles (cuando aquí conseguir experiencia es más fácil y equitativo que nunca), sino pensando en la mejor estrategia para adentrarse en una competición online que está más a mano que nunca. Y precisamente en este género, ser conservador tampoco es nada negativo teniendo en cuenta cómo se critica a las sagas que se han salido por la tangente y se aprecia cada vez más a quienes son capaces de transmitir ese sabor clásico que, desde luego, Pokémon conserva como el primer día, y nunca mejor dicho.
/ 10