Analisis Pokémon Edición Blanca 2 ,DS

Cuando uno que entiende del tema tiene una conversación sobre Pokémon, evidentemente se descarta todo lo que tenga que ver con fenómeno fan, serie de animación, merchandising y todo lo que tenga que ver con el clásico argumento de que es un juego infantil. En lugar de eso, se centra en explicar por qué a pesar de ser una de las series más continuistas y sacacuartos de la historia de los videojuegos, sigue siendo un grandísimo RPG con tal infinidad de variables que, poniéndonos a pensar en el juego de Pokémon perfecto, sería un juego imposible de hacer. Ya no hablamos del ansiado MMORPG, sino de algo tan sencillo como de que el juego tenga animaciones en las que los Pokémon se golpeen e interactuen entre ellos. Pensad en una animación por cada uno de los 559 ataques diferentes, hecha para cada uno de los 649 Pokémon, contra otras 649 objetivos posibles.

 

Mientras que por lo general la gente se lo toma como que hacerse con esos 649 es una obligación, no deja de ser una de las misiones secundarias más grandes jamás creadas, pero para nada es principal. Así como principal tampoco es que aparezcan los créditos tras el final de la Liga Pokémon tras 50 horas de historia, con más de 20 horas de novedades tras “el final”, tan secundario como es competir contra todos los entrenadores de la región de Teselia, o de todo el mundo en modo online. Aspirar a un torneo nacional o mundial de Pokémon no es el objetivo principal del juego, pero no deja de ser una ardua tarea que va mucho más allá de combatir al azar, escoger unos cuantos ataques para tu equipo de 6 Pokémon y subirlos a nivel 100.

 

 

En estas conversaciones con alguien que entienda, la parte más ajena al universo Pokémon se suele quedar boquiabierta cuando llega el tema de los Puntos de Esfuerzo, las abrumadoras estadísticas ocultas y la metamatemática que tiene la saga desde sus mismos orígenes en 1996 (1999 en Europa). Mientras que muchos creen que la subida de nivel de un Pokémon es totalmente azarosa a pesar de que parta de unas estadísticas base de Salud, Ataque y Defensa físicos, Ataque y Defensa especiales y Velocidad, todo en este juego es controlable conociendo los métodos correctos para crear auténticas máquinas de matar sabiendo que dependiendo de contra qué enemigos entrenes, tu Pokémon será más propenso a subir una estadística más que otra, así como dominando las naturalezas (características variables de un Pokémon a otro que benefician una estadística y perjudican otra) y, por supuesto, escogiendo un buen repertorio de ataques que compensen debilidades y potencien ventajas.

 

Todo esto no es más que la punta del iceberg hardcore que es Pokémon en cuanto a profundidad jugable, y esto no es algo que el fan del Pikachu de nivel 327 que mata Dragonites con Impactruenos en el anime pueda entender. Y lo que nos encontramos con Blanco 2 y Negro 2, a pesar de las desconfianzas iniciales por ser la primera secuela directa de una entrega troncal de la saga, es un juego mucho más profundo, pero a la vez mucho más amigable para quien quiera iniciarse en el nivel competitivo de la saga, y tanto si eres coleccionista como competidor como un seguidor de la historia, encontrarás muchísimas horas de entretenimiento en este nuevo cartucho.

 

 

Así como parece que está hecho para el novato, también tiene una gran consideración con el veterano en Pokémon. No empezamos el juego al ritmo lento habitual en todo RPG, no tardamos diez horas en conseguir la bicicleta, no estamos obligados a llevar lastres en nuestro equipo para utilizar Corte permanentemente, no tenemos que recurrir a los Pokémon Legendarios que vayamos capturando para hacernos un equipo decente en la primera vuelta,... Con el paso de las entregas, Game Freak ha ido equilibrando el juego de una forma impresionante, y no sólo nos permiten seguir una trama interesante y tener un equipo decente desde las primeras horas de juego, sino que hayamos jugado a Negro y Blanco o no, nunca nos dará sensación de estar ante una continuación o ante un segundo plato que nos obliga a recorrer Teselia de nuevo. La cantidad de novedades compensa de sobra la carencia de una nueva región. Aunque la pura verdad es que a todos nos gustaría que dejasen de ser tan continuistas y que diesen por fin el salto a un nuevo motor o una nueva estética que haga justicia a todo lo que supone un juego así.

 

Tal vez el jugador de Blanco y Negro no vaya a perderse gran cosa, más allá de escasas nuevas especies y formas, la conclusión de la trama, minijuegos como Pokéwood, los estadios deportivos o el musical, pero quien haya sido capaz de echar más de medio centenar de horas en la primera parte, no tendrá ningún reparo en duplicar el contador de horas con la secuela.

 

 

Pokémon Blanco 2 y Negro 2 es más que una continuación; a la vez pretende ser un nuevo punto de partida y un punto y final a una mecánica que ya ha tocado techo tras haber sido refinada y perfeccionada a lo largo de más de una década. Esta vez ya cuentan todo lo que querían contar de la región de Teselia y sus personajes, y pretenden hacer que nos olvidemos de todo desarrollo mecánico de la saga, a pesar de que conserva el esquema de conseguir las 8 medallas para luchar contra el Alto Mando mientras atravesamos cuevas que requieren Destello y Fuerza, rutas acuáticas que requieren Surf y Cascada,... Pero con Nintendo DS se acaba una generación, y con Pokémon Blanco 2 y Negro 2 se llega a la perfección de una fórmula que por fin ha sido perfectamente equilibrada, en la que todos los tipos tienen mejores y peores ataques, virtudes y defectos, muchas combinaciones posibles,... El único capaz de destronar a las grandes ediciones Oro, Plata y Cristal.

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