Analisis Picross e ,3DS

Con el tema de los puzles y los pasatiempos hay que tener cuidado. Son infinitos, pueden durarte una eternidad ya que en cuanto hagas una decena se te habrá olvidado cómo hiciste el primero y podrás volver a hacerlo de nuevo como si no lo hubieses hecho nunca. Pero cuidado con engancharse a lo loco. Una señora no compra una revista de sudokus para hacer treinta en un día, del mismo modo que Picross nunca ha estado concebido para ser completado del tirón.

 

La mecánica es muy sencilla de comprender pero más complicada de dominar, pero todo se basa en la lógica y en la deducción teniendo en cuenta que los números a los lados de cada fila y columna del panel representan los bloques de cuadros a marcar estando siempre separados entre ellos. Picross es ya un puzle con escuela, ya en Nintendo DS tanto como con el original como con Picross 3D advertimos que es un juego perfecto para estas plataformas, y es que por mucho que en el Mario's Picross que tenemos en la Consola Virtual podamos seleccionar cada casilla de la cuadrícula con cruceta y botones, no hay nada como la agilidad que proporciona un lápiz que nos deja borrar con tanta facilidad como con la que escribimos. Mejor que con botones y hasta mejor que en papel, y muy adecuado como complemento a lo que significa una consola portátil.

 

 

No te encierres en casa a resolver cada uno de los 150 puzles de Picross e uno tras otro, resérvalos para desoxidar los engranajes de dentro de tu cráneo poco a poco en esos ratos muertos como esa media horita de transporte público de camino a clase o al trabajo en la que realmente no juegas porque “entre controles aparatosos y puntos de guardado, cualquiera juega en el metro hoy en día”, ¿verdad? Sobre todo es importante dosificar este Picross e más que ninguno de los originales de NDS, ya que por mucho que esta vez tengamos más de 12 horas de actividad cerebral asegurada por sólo los 5€ que cuesta a través de la eShop, eso es todo lo que hay. No tenemos creador de puzles, no tenemos retos diarios, no tenemos descarga de puzles extra vía Wi-Fi,... Ese es el pequeño precio a pagar por un juego más limitado que el que nos enganchaba sin remedio en 2007.

 

Más limitado pero, por qué no decirlo, más accesible. Por el lado relativamente negativo tenemos que de estos 150 puzles, la mitad son muy fáciles y tardamos menos de dos minutos en resolverlos, y los supuestamente difíciles no pasan de los doce minutos, en parte porque lo máximo que tenemos aquí son cuadrículas de 15x15 cuando en Picross DS teníamos además de 20x20 y 25x20, auténticos retos en los que teníamos un tiempo límite que aquí desaparece. Si nos picamos a hacer mejores tiempos, será sólo contra nosotros mismos porque no hay más posibilidades.

 

 

Pero además de ser más fácil de por sí, el juego nos da muchas más pistas. Esto no es algo negativo en este caso, porque se pueden desactivar y en vez de un elemento que le quita gracia, se convierte en algo que hace al juego más accesible, con pistas tan sencillas como iluminar las filas o columnas en las que podemos hacer más movimientos u oscurecer los números que ya están bien colocados. Pero más o menos fácil, sigue siendo la misma mecánica, que para un videojuego que aparece de vez en cuando que nos hace pensar, es perfecta en cualquiera de sus vertientes. Esta, sin duda, es la más económica, y una buena forma de que la gente se inicie en Picross para que después corra a buscar Picross DS y Picross 3D, o sencillamente, como extra para quienes ya han disfrutado todo lo disfrutable en DS.

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