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Analisis Omega Quintet ,PS4

Lolis, videoclips y el fin del mundo. Lo normal
Viernes 01 de Mayo de 2015 por Adrián Suárez Mouriño

Los videojuegos de Compile Heart o te gustan o no. Son profundamente japoneses, llevando al máximo todas las filias japonesas hasta extremos tan absurdos como el de un mundo masacrado por monstruos que solo pueden ser derrotados por unas niñas monas y canturronas; de hecho, esa es la premisa de este Omega Quintet.

 

La exploración y la conversación de un juego de rol japonés tradicional se sustituye por una novela visual; toca leer y seguir leyendo, reduciendo la interacción a pulsar el botón de siguiente a cada párrafo de texto y a esperar al siguiente tramo en el que podamos jugar. Esto no lo digo como algo negativo, es la manera de hacer videojuegos de Compile Heart, en el que se pretende que te encariñes con las chicas protagonistas a base de verlas mucho y leerlas más. Omega Quintet es eso mismo: una mezcla de JRPG en lo que se refiere a los combates, el leveleo de las chicas y el planteamiento de las misiones, pero una visual novel en todo lo demás.

 

Mucho texto, combates y un poquito de exploración. Eso es Omega Quintet

 

Bajo esta estructura de juego tomamos el rol de Takt, el amigo de infancia de la protagonista: Otoha. La chica se descubre como toda una revelación contra la Blare, la niebla oscura culpable de traer los monstruos a nuestro planeta, y así entra a formar parte de las Verse Maiden, las idols que la combaten. Las chicas se dirigen a nosotros como si le hablaran a él aunque a la hora de combatir a quienes encarnaremos será a las muchachas, convirtiéndose Takt en un elemento de apoyo para la lucha; un striker.

 

La historia, como hemos dicho, se centra en la histora de las Verse Maiden en su batalla contra la Blare (aunque ellas dicen “Beep” cuando se refieren a ella, qué sé yo), desarrollándose a través de largas líneas de texto que se centran en que conozcamos a las chicas. El desarrollo de la trama se hace denso si no estás acostumbrado a esta manera de narrar, pero lo que realmente se hace pesado es el planteamiento de las misiones que, acompañadas por una exploración por escenarios bastante escasa, no invita a sumergirse en ellas. Las misiones son poco imaginativas, del estilo de ve allí, mata eso y vuelve, una y otra vez. Al final, te parecerán una excusa o un mero momento de descanso entre las conversaciones.

 

La exploración es sosa, por fortuna, el combate mola y las chicas son monas

 

Por fortuna, y aquí Compile Heart no suele fallar, Omega Quintet ofrece un combate rico y entretenido; eso sí, durante las primeras horas te comerás tutoriales a cascoporro y la dificultad no será la suficiente para que tengas que aprovechar todos su potencial hasta bastante más adelante. Prima la creación de combos, el control del apoyo de Takt, el empleo de habilidades, el estudio de las debilidades de los monstruos y el uso de cada chica con el arma que se le dé mejor; además de tener cuidado de que no reciban demasiados golpes… y se les rasguen las vestiduras, que se le caen y se sonrojan. Qué monas ellas.

 

El punto picante está muy presente en Omega Quintet, si no, no sería un juego de Compile Heart. Si realizas un contrapicado con la cámara, las chicas se cubrirán las vergüenzas para que no les veas las bragas. Cada poco tiempo aparecerá por ahí una porción de teta, una intimidad o una ropa interior acompañada de un gritito para mantener tu interés y, por supuesto, está la chica de los pechos que se mueven como flanes. Esta fanservice se potencia con un modo en el que poner a las idols a bailar, con sus trajes y nuestra dirección artística, para luego salvarlos y tenerlos guardados. Decir que este modo es bastante completito.

 

Omega Quintet no defrauda como buen Braguitas Flash que es

 

Este es el primer videojuego que Compile Heart lanza en PS4, y a ese respecto hay que decir que podría haber salido perfectamente en PSVita y no habría pasdo nada. El diseño artístico del juego se queda en las idols, ni los enemigos ni los escenarios tienen una pizca de originalidad, lo que por otra parte hace que las Verse Maidens destaquen más.

 

Omega Quintet es un tira y afloja de buenas ideas con otras horribles. La ambientación está bien, las chicas son encantadoras y el combate funciona, pero la exploración es sosa, las misiones, incluidas las secundarias, se entregan sin gracia y la interacción es nula durante las muchas conversaciones que mantendremos, y si no sabes inglés, olvídate. Omega Quintet, como señalaba al principio del artículo, es un videojuego de un género muy particular que o te gusta o no. Omega Quintet no está a la altura de los Hyperdimension Neptunia y sabe cómo frustrar al que no sabe donde se ha metido, pero claro, este es un videojuego para el que sí sabe a lo que se enfrenta. ¡Kawaaaaaaai!

6.5
/ 10

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