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Analisis Odin Sphere: Leifthrasir ,PS4

Cambios profundos e inteligentes en la jugabilidad hacen de este remake el mejor Odin Sphere posible
Martes 28 de Junio de 2016 por Adrián Suárez Mouriño

Cada uno tendrá su juego favorito de Vanillaware, pero el mío es este. Odin Sphere Leifthrasir recoge la experiencia del original y la traslada a PS4 y a PSVita a través de una versión remasterizada con alma de remake. En ocasiones decimos que rehacer un videojuego o traerlo al presente con un par de arreglos es una idiotez y una perdida de tiempo; analizando Odin Sphere Leifthrasir podemos decir que este no es el caso.

 

El Odin Sphere original tenía tres problemones: unos tiempos de carga infames, ralentizaciones molestas al juntarse muchos elementos en pantalla y un sistema de combate con buenas intenciones pero con un ritmo irregular y torpe. Todo eso se soluciona en esta nueva edición. Las transiciones entre fases son breves, y lo decimos habiendo analizado la versión de PSVita. No hemos encontrado ni la más mínima ralentización o caída de frames, y lo decimos habiendo batallado contra ocho enemigos a la vez, dos bosses colaborando en nuestra contra y empleando una poción que genera torbellinos de hielo mientras aporreamos a todos a la vez con ataques especiales.

 

Odin Sphere gana en fluidez y en ritmo, algo que suma enteros al llegar acompañado de un sistema de combate mejorado. El videojuego apareció por primera vez en Playstation 2 en el año 2007, con casi 10 años de diferencia, Vanillaware ha desarrollado Muramasa y Dragon´s Crown. Al regresar a este juego, el equipo ha tomado buena nota de las quejas de los usuarios, empleando lo bueno de sus producciones recientes y llevándolas a Odin Shpere. El resultado es un combate fácil de dominar, configurable y que le entrega una movilidad sorprendente al jugador.

 

Odin Sphere Leifthrasir tiene un combate tan bueno como su apartado artístico, que es sensacional

 

Ahora el vigor solo limita el número de veces que podemos ejecutar las habilidades, pero no los ataques corrientes. Estas habilidades se convierten en puentes que conectan cadenas de golpes, y ejecutarlas es tremendamente placentero. Un combo normal empieza con el enemigo en tierra firme y continúa proyectándolo a los cielos, atacándole ahí, lanzándole de nuevo contra el firme y vuelta a empezar. En ocasiones, el combate de Odin Sphere Leifthrasir recuerda a Bayonetta (solo recuerda, ojo) por la facilidad que tenemos para ejecutar una voltereta para esquivar, estemos en tierra, aire o durante un combo, también por la plasticidad a la hora de desarrollar las combinaciones de ataque, pues podemos programar las habilidades a emplear a través del botón círculo en combinación con la cruceta, y atacar, atacar y atacar como más nos guste.

 

Otras veces evoca a Marvel vs Capcom 3, pues la clave de la batalla es realizar cadenas de combo largas, no dar descanso al enemigo, atraer a todos los rivales de la pantalla al filo de tu arma y repetir sin parar. La palabra clave para definir el combate de Odin Sphere Leifthrasir es ritmo, ritmo y sencillez. Todo se reduce al botón cuadrado para los ataques y el círculo para las habilidades, usando el R para esquivar. Los ataques cambian en función de la dirección que marquemos en la crucecta de control, dándole a las batallas accesibilidad, naturalidad e intensidad.

 

El combate ha ganado mucho. Como decimos, no se ralentiza, y ahora es el que tenía que ser en 2007, y no nos creais a nosotros, esta reedición incorpora el original con la jugabilidad primitiva, un bonito detalle para poder comparar. A medida que avanzamos conseguimos habilidades nuevas que subir de nivel y nuevas recetas alquímicas que transformar en pociones que usar durante las batallas como si fueran magias, y se acaban haciendo fundamentales. El Odin Sphere original era difícil, Odin Sphere Leifthrasir también lo es, pero gracias a las mejoras de sus batallas lo parece menos, ayudando a la curva de dificultad a ajustarse un pelín; pero si la cosa se complica lanzad al suelo una pócima Volcán, y asunto resuelto.

 

Esta fluidez logra que el maravilloso apartado artístico con el que Vanillaware pinta el mundo de Odin Sphere Leifthrasir brille más. La pantalla OLED de la PSVita es un marco precioso para volver a disfrutar de esta aventura trágica de amor, muerte, pérdida y redención. La manera en la que Odin Sphere Leifthrasir cuenta su relato es encantadora. Aprovecha que el videojuego se desarrolla en 2 dimensiones para fingir que sus escenarios son unos de teatro y nosotros espectadores. Los personajes hablan, se expresan y dialogan como si estuvieran entre bambalinas, consiguiendo una personalidad dramática que se disfruta más en esta remasterización, que llega con los textos en español.

 

La remasterización aporta más belleza a los ya de por sí maravillosos pinceles de Vanillaware

 

Estos son los cambios fundamentales, y con los que Vanillaware quiere convenceros de que volváis a disfrutar de su obra. Para los que nunca habéis jugado a Odin Sphere, deciros que no se trata propiamente de un beat´em up, aunque lo parezca por lo descrito en las líneas anteriores. Odin Sphere Leifthrasir es en parte propiedad de ese género, pero también lo es del JRPG. Los escenarios de batalla son mazmorras laberínticas que recorrer, zonas de diseño cada vez más complejo en los que encontrar tesoros, enemigos, puzzles, áreas de descanso y bosses finales. Hay espacio para las plataformas, para la gestión de recursos y también para la de nuestro nivel de experiencia y habilidades.

 

Pelear nos da fozones que podemos invertir en mejorar nuestras habilidades, pero también podemos usarlos para cultivar frutas con las que alimentarnos. En el original, estos manjares solo curaban, aquí también dan experiencia, lo que facilita la progresión por los niveles de Odin Sphere Leifthrasir. Esto logra rebajar la dificultad general del título, que como decíamos, en el original se acababa haciendo exagerada. Además de esos fozones, conseguimos también nuevas habilidades pasivas y recetas para cocinar y mejorar aún más nuestro grado de experiencia. Hay un elemento que mencionamos antes y que resulta fascinante: la alquimia. Podremos coger una botella y mezclar lo cultivado, distintos ingredientes y ahora también otras pociones para crear otras más poderosas que emplear en las batallas, dándole más gracia aún a estas.

 

El único problema real de Odin Sphere Leifthrasir es que se hace un tanto repetitivo pasadas unas horas de juego

 

Pese a que la revisión del videojuego es muy acertada, los problemas de diseño de experiencia de juego de Odin Sphere Leifthrasir siguen estando ahí. La aventura es larga pero los niveles se nos harán tediosos en ocasiones. Solo podemos avanzar hacia adelante o hacia atrás, fingiendo que recorremos la cuerda del perímetro de un área, escogiendo la puerta por la que queremos ir y avanzar. Aunque hay zonas de desplazamiento rápido entre áreas, pasaremos muchos ratos muertos intentando averiguar por dónde tenemos que ir, porque la navegación no es intuitiva. Cuando descubramos los mejores golpes a ejecutar, acabaremos repitiendo rutinas de ataque una y otra vez, y hasta que no nos den técnicas nuevas o suba la dificultad, el interés decaerá.

 

Odin Sphere Leifthrasir es un juego precioso, con un combate sensacional, unos protagonistas que adorarás y un sistema de gestión de recursos fabuloso. Peca de hacerse repetitivo en ocasiones, pero es un problema menor. Si no lo has jugado nunca, ahora es el momento, y si lo jugaste en su día, este remake merece mucho la pena porque cambia las reglas de juego del anterior. Por fin Odin Sphere es todo lo que tuvo que ser en su día, y decir eso es mucho.

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