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Analisis Nioh 2 ,PS4

Hay un demonio en mí
Jueves 04 de Febrero de 2021 por Adrián Suárez Mouriño

La versión definitiva de Nioh 2 es una gominola riquísima, gustosísima y fastuosa. Mi relación con Nioh siempre es la misma. No me parece una colección de juegos que derroche talento ni originalidad, me parece un título lleno de conservantes y de colorantes. Tiene problemas: un looteo extraño, una mezcla exagerada de sistemas de combate, no es del todo fino en lo que se refiere a cajas de impactos, se nota que desea alargarse más de lo que debe… Pero yo lo disfruto muchísimo. Me encanta el original y me encanta este porque va a lo que va: es un Dark Souls más orientado al beat’em up, a la recolección, a la exploración y a matar de forma bruta. Hay samuráis, hay demonios y hay algo sensacional: un mundo muy interesante, bien pintado, muy sugerente y tremendamente atractivo para los que nos gusta el folclore japonés.

 

Si has tenido el buen ojo de esperar a la versión definitiva de este título, con su remasterización a Playstation 5 o su edición para PC, estás de enhorabuena. Creo que podría haber salido un poco más barata, la verdad, pero trae todos los DLC y una revisión gráfica interesante. La resolución sube a 4K y la fluidez mejora una barabaridad. En el caso de Playstation 5 desaparecen los tiempos de carga, y esto lo cambia todo. No he podido probar una versión de Nioh 2 en un PC con SSD, pero poder jugar a un título en el que la muerte es tan recurrente sin tiempos de carga es una maravilla.

 

Como remasterización, Nioh 2 aprueba con nota. Todo funciona mejor que antes

 

En cuanto a los frames, alcanza los 60 fps en PC y son casi siempre estables. Yo solo he tenido un par de bajaditas y me temo que es más por mi equipo que por el mío. La imagen es absolutamente nítida, haciéndole muchísima justicia al diseño de escenarios de Nioh 2. Es decir, esta nueva versión de Nioh 2 es la mejor forma de jugar a este juego, sin ninguna duda. Si tenéis una Playstation 5, y a poco que os gusten este tipo de juegos, os lo vais a pasar genial.

 

Pero claro, al principio de este análisis he comentado que Nioh 2 no es fino, que no es perfecto, ¿por qué he dicho esto? El primero de los motivos es que, si has jugado un millón de horas como yo al original, Nioh 2 es un continuo déjà vu de situaciones ya vividas, de enemigos eliminados y de monstruos derrotados. Serán muchísimas las veces que os parecerá que esta secuela es el primero con más cosas: con más armas, con una transformación en demonio parecida a la conversión de Naruto en el Zorro de Nueve Colas, con más habilidades, con más equipo que encontrar y con más horas de juego. Tanto es así que, aunque yo el juego lo haya vuelto a disfrutar mucho, sí que es verdad que la repetición de secuencias tan acusada me quitó de la experiencia varias veces.

 

Los problemas de Nioh 2 siguen siendo los mismos: esa sensación de que es un Nioh 1.5

 

Por poner un ejemplo muy sencillo para que me entendáis, y que que ocurre al comienzo del juego: caminamos por un pueblo en cuyos tejados hay apostados arqueros. Podemos avanzar por la calle o subirnos a ellos e ir liquidándolos; lo que tiene premio ya que encontraremos agujeros para colarnos por algunas casas inaccesibles. Tal cual esto mismo pasaba en Nioh, y Nioh ya nos hacía jugar varias veces la misma fase. Este es el principal problema del juego.

 

Pero, a cambio, hay cosas que a mí me han gustado mucho. La principal es la mejor relación entre la exploración de los entornos y la recolección de ítems, sumado a la mejora de nuestras habilidades. Los escenarios en Nioh 2 tienen más recovecos, hay más atajos, más desvíos y caminos alternativos. A diferencia de en Dark Souls, no están ahí para que te empapes más de ningún lore, sino para que encuentres más equipo y localices nuevos desafíos. La ambientación general sigue siendo la de siempre, bonita pero conocida, pero se premia más al jugador que quiere recorrer con calma los escenarios, encontrar más objetos y equipárselos, y a mí, ese juego pausado para engordar a mi personaje con trastos, me va.

 

Nioh 2 es para jugarlo despacio, encontrar cosas y aceptar todos los retos que te va proponiendo

 

Nioh 2 es un juego más de numeritos que el primero, más de porcentajes, más de acumular habilidades pasivas y de intentar combinarlas para diseñar una buena build, y el escenario colabora en esto, escondiendo más y mejor sus secretos. Dar tantas vueltas por ellos también nos hace subir más de nivel, y el juego lo sabe. En Nioh 2, como en el primero, realizamos ataques jugando con tres posturas de ataque; pues bien, cada una de ellas tiene habilidades que desbloquear además de la propia subida de niveles y de la mejoras de stats. Todo esto hace de Nioh 2 un videojuego de aventuras en el que a veces creerás que estás calculando impuestos para hacer la trimestral, pero esa es su gracia.

 

En definitiva, esta versión de Nioh 2 remasterizada de Playstation 5 es la mejor versión de este título. Ha salido bueno. Y te va a dar justo lo que venías a buscar. Ojalá el juego base hiciera avanzar más las ideas del primero, ojalá hubiera más variedad con respecto a aquel, pero este es el típico juego que te empiezas y te acabas sin saber cómo has jugado tantas horas a él. Y, muchas veces, eso es más que suficiente.

8

/ 10


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