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Analisis Need for Speed Heat ,PC,PS4

Tunea, compite y huye
Miercoles 13 de Noviembre de 2019 por Rafa del Río

Vuelven los coches, la competición, las carreras a toda velocidad y las huidas de la policía quemando rueda. Neeed for Speed Heat lucha por recuperar el trono de los tiempos de Underground y levanta cabeza con un nuevo episodio frenético en su puesta de escena y directo en su planteamiento e historia.

 

 

El chico nuevo

En need for Speed Heat no se han comido la cabeza y recuperan ese tono a lo 'El Elegido' que ha ambientado muchas de sus entregas. Una vez más nos toca ser el chico nuevo -o la chica nueva- que llega la ciudad para pisar a fondo y convertirse en el nuevo campeón de Palm City. Para ello tendremos que hacernos un nombre en las carreras y llegar a ser el conductor legendario del que futuros poligoneros hablarán a sus hijos entre trago y trago de Monster.

 

Afortunadamente el sistema ha cambiado. Tras la sobredosis de conseguir popularidad de esta generación las cosas han vuelto a su cauce: de día, competiremos en carreras legales que dividen la ciudad en circuitos en los que nos haremos con un buen puñado de dinero en forma de créditos con los que comprar coches nuevos y mejorar sus piezas. De noche, competiremos en carreras ilegales mientras huimos de la policía para hacernos un nombre y ganar reputación. El truqui está en que para poder gastar los creditos necesitaremos superar ciertos niveles de reputación, por lo que es necesario competir en ambos momentos del día si queremos un super-bólido que nos permita competir en las carreras de más alto nivel.

 

 

¡Alto! ¡Policía!

La historia de Need for Speed Heat toma algunos topicazos que no le sientan mal a su propuesta. Una gran ciudad en manos de bandas, un cuerpo de policía autoritario de maneras fascistas que oculta más de lo que parece, y al final un héroe: tú, que lo único que quieres es correr a todo gas y ganar pasta y reputación para hacerte un supercoche, será el encargado de destapar la trama. 

 

Como digo no se han comido mucho el tarro, pero como comentaba hace poco el amigo y doctor Adrían, es necesario este humor en el mundo del videojuego. A Need for Speed Heat le sienta bien este arco argumental, y es lo que necesita su oferta de juego para brillar. Da igual que su argumento no sea digno de la pluma de Raymond Chandler o del ojo crítico de David Lynch: al final te descubrirás indignándote con el trato de los chicos de azul a los miembros de tu banda por muy predecible y clasicote que sea todo. 

 

Afortunadamente el modo online está ahí para salvar el día cuando estés cansado de la historia. Pocas, muy pocas cosas hay más divertidas que retar a los colegas a carreras privadas nocturnas y correr a toda velocidad huyendo de los chicos de azul mientras causas destrozos por varios miles de dólares en la ciudad. A su lado se encuentran los eventos y varios retos como destrozar carteles, hacer saltar los rádares de velocidad o encontrar coleccionables.  

 

 

Sobre asfalto, tierra y lodo

Need for Speed Heat aprovecha sus sistema de carreras y la dualidad día/noche para incluir todo tipo de pistas y competiciones. Al principio el protagonismo recae sobre el asfalto y la velocidad, pero a poco que avances en el juego -o seas de los que gustan atajar por parques y pareterres- el terreno irá ganando en diversidad. Aquí entra en juego el nivel de personalización de tus vehículos, que no sólo podrás mejorar en cuanto a rendimiento de motor, sino también personalizar para distintos tipos de carreras, terreno y competiciones. 

 

Se incluye un jugoso motor de tuning muy en la línea del último episodio: Need for Speed Payback, con nuevos kits de carrocería y alguna que otra sorpresa en los vehículos de corte más clásico que nos permitirán tener un coche optimizado para cada terreno y carrera. Por último, también puedes personalizar a tu personaje y modificar ropa, complementos e incluso peinados, mejorando un aspecto un poco meh que se salva por el estupendo trabajo de doblaje 'chachi' al que EA nos tiene acostumbrados. 

 

 

Pisa a fondo

En cuanto al rendimiento en carrera, la jugabilidad me despierta sensaciones encontradas. El derrape ha sido simplificado hasta su más mínima expresión, de tal forma que basta con empezar a girar y acelerar al tiempo para marcarte un derrape totalmente controlable. Esto te permitirá tomar esquinas a toda velocidad sin demasiada complicación y mantenerte en los primeros puestos de la carrera aunque seas el más torpe del universo. 

 

Lo bueno es que aunque facilita demasiado todo pronto te familiarizas con el sistema y se convierte en toda una gozada esquivar a la policía derrapando a más de 220 por las avenidas de Palm City para luego darle a la nitro y salir quemando rueda sobre el asfalto como si lleváramos el Delorean de Doc en Regreso al Futuro. Puede que sea una decisión que no guste a todo el mundo, pero dadle una oportunidad porque al final da mucha gustito. Gustito arcade, pero gustito al fin y al cabo.

 

 

Palm City

Historias y jugabilidad a un lado, lo que más me ha conquistado de Need For Speed: Heat son sus ecenarios con una Palm City que es reflejo en muchos de sus barrios y zonas de la misma Miami que ambientó GTA Vice City. El paseo plagado de neones junto a South Beach, los barrios en riesgo de exclusión social, la zona industrial, la maldita playa... Need for Speed Heat consigue, como ya os comenté el otro día, rescatar la sensación del GTA con mayor personalidad de la saga y otorga ese plus que hace que sea una pena no poder salir del coche o escuchar a DJ Pepe en radio Espantoso.

 

Las calles, junto a la necesidad de escapar de la policía, también recuerda a otro grande y padre del género: el Driver de Reflections. Y es que en Need for Speeed: Heat la policía vuelve a ser uno de los mejores elementos del juego. Huir de ella, esquivarla, esperar a que nos adelante yun rival para que sea él quien llame la atención son tan solo algunos de los grandes momentazos que viviréis en Palm City.

 

 

Quemando rueda

Need for Speed Heat se queda lejos de recuperar todo lo que lo hizo ser rey del género, pero muestra unas excelentes maneras y deja como resultado un juego sólido que los amantes de las carreras tipo arcade, el tuning y la velocidad sabrán agradecer. Se ve de lujo en Xbox One X en la prueba de EA Access, y bien aunque no tanto en PS4 en la versión enviada por la compañía para análisis, aunque sigue siendo espectacular y moviéndose realmente bien.

 

Como puntos negativos los coches al principio se notan pesados en el giro, como si todos fueran de tracción trasera, lo que obliga a usar el truco del derrap sí o sí. Tampoco me ha gustado nada la selección diurna de melodías, que te obliga a saltar de la cumbia al reguetón y demás lindezas sin respiro auditivo, con su punto nocturno en el que será punchi-punchi casi todo lo que oiremos. Algo más de rock, pop y metal para los yayos habría sido de agradecer.

 

Pero estos son quizá los únicos puntos negativos a un juego que es lo que EA necesitaba para descansar tras tanto lanzamiento accidentado: Un Need for Speed que se queda cerca del notable por culpa de lo reñido de la competición a día de hoy, pero que hace unos años habría sido un sólido sobresaliente y que demuestra que a la saga aún le quedan muchas competicviones que ganar en el futuro. 

 

¡Nos leemos!  

7.5

/ 10


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