1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. XONE

Analisis Necropolis ,XONE

Sopa de Souls.
Sábado 23 de Julio de 2016 por Diego Emegé

Jugar a Necropolis es como intentar vadear un lago de sopa; no un caldo ligerito y veraniego, sino una sopota densa en invierno. El movimiento es fangoso, los ataques con las distintas armas son gélidos… Es una sopa con trozos interesantes, ojo, pero iremos viendo cuáles.

 

Se trata de un roguelike en tercera persona que nos plantea el objetivo de atravesar mazmorras y cavernas, recogiendo objetos y materiales para fabricar más objetos, para llegar lo más lejos posible antes de sucumbir al caldo. Por el camino nos encontramos enemigos que parecen diseñados para tocar las narices con un movimiento más propio de los caracoles. Sueltan armas, y algunas muy interesantes, pero el cartel que indica si merece la pena recogerlas o no suele tardar unos dos segundos en aparecer. Parecen pequeños detalles, pero hablamos de un juego que busca expresar acción. Para muchas personas la acción es avanzar y actuar, no pararse y esperar a ver si merece la pena recoger un arma.

 

 

Toma prestados muchos elementos de los Souls, pero sin todos los beneficios, claro. La energía es escasísima. Nada de correr, saltar y atacar como un babuino: todas las acciones cansan mucho, y si nos cansamos no podemos luchar. Por eso hay que buscarse las castañas para realizar ataques más condensados y más eficientes contra el mayor número de enemigos, y siempre teniendo en cuenta que los ataques más fuertes pueden reducir nuestro aguante permanentemente hasta que comamos o bebamos. Para más inri, el llamado ataque básico no es tan rápido, y los enemigos parecen absorberlo… como la sopa a la cuchara.

 

Interactuar con los mercaderes es lento. Bajar en ascensor es lento. Cerrar un cofre es lento. Aquí parece que nadie tiene prisa excepto las hordas de esqueletos y señores mayores que nos atacan. Pero lo gracioso es que este entumecimiento interactivo no es lo peor de Necropolis. La sensación de vacío sí lo es. No deja claras sus intenciones. Parece haber llegado a esta vida para convertirse en otro roguelike más, y no para hacer realidad el ansia creativa de alguien. Los escenarios son amplios encuentros de polígonos monocromos que apuntan maneras, pero acaban siendo salas grises generadas por procedimientos que luego cambian de color. Los enemigos parecen de otra época: se lanzan hacia nosotros armas en alto hasta que uno de los dos bandos muere. Sin más.

 

 

El tema de los controles empeora como se nos ocurra manejar el juego con teclado y ratón. A día de hoy el dúo cámara-movimiento se lleva fatal. Hasta el punto de provocar un gran porcentaje de las muertes. Lo ideal es agarrarse bien al mando, por lo más querido. Hay un detalle muy curioso en la asignación de teclas predeterminada: para correr hay que pulsar «V». Pensad bien lo que significaría eso. Exacto: necesitaríamos evolucionar como raza para tener un dedo más entre el índice y el pulgar. Bien, sigamos.

 

Lo mejor de Necropolis es sin duda el tono cómico, especialmente representado por el narrador (o el escritor-narrador, porque se expresa a través de los subtítulos). Todas las descripciones y los comentarios que leemos recuerdan al sarcasmo del juego de mesa Munchkins. Abraxis es un ser cínico que pasa de tomarse en serio nada de lo que ocurra. Ni siquiera se plantea terminar las frases con sentido. Leñe, si hubieran metido un doblaje para sustentar esa capacidad de interesar al jugador en lugar de caer en el vacío sopinstant de Necropolis podríamos haber tenido algo más de dónde agarrarnos.

 

 

Las bonificaciones del personaje no se explican bien, pero sí que lo intentan, por lo que no quiere decir que acudan a esa fórmula de The Binding of Isaac de «tú prueba, prueba». Los patrones de ataque de los enemigos son básicos y faltos de enjundia. Aparte de los problemas técnicos, lo que nos vence es la cantidad de enemigos… o las trampas aleatorias en forma de rocas que caen del techo…

 

Es difícil de delimitar por qué ha ocurrido esto. Por ingredientes, Necropolis podría haber sido un brebaje delicioso, pero resulta que es pobre, insípido y de textura cortada. Lo que más duele es que ni siquiera logre hacernos volver. Es bonito ver que Harebrained Schemes se dedica a explorar nuevas formas de jugar fuera de Shadowrun, pero con resultados caldosos como Necropolis, es casi mejor que vuelvan a la saga de rol.

6
/ 10

<< Anterior Siguiente >>