1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PC

Analisis NBA 2K21 ,PC,PS4,PS5,SERIESX,SWITCH,XONE

Toca aprender a lanzar.
Lunes 14 de Septiembre de 2020 por David Oña

La actual generación llega a su fin. Nos encontramos a escasos dos meses de que las nuevas consolas empiecen a llegar a nuestros salones. Se trata de un momento muy particular para las empresas que están preparando el lanzamiento de su nuevo hardware, pero también para los usuarios y para las desarrolladoras, especialmente para las dedicadas a sagas anuales como las deportivas. Tal es el caso de Visual Concepts, que como viene siendo habitual, vuelven a la carga con el mejor exponente del baloncesto virtual. Su saga es un gigante, un monstruo al que nadie le puede toser en la cancha. Se trata de un producto tan afinado a lo largo de todos estos años, que todos nos imaginábamos (más o menos) qué podíamos esperar de NBA 2K21, tanto para lo bueno como para lo malo. Y eso, en un contexto como el actual, podría haber llegado a ser un problema. ¿La solución?, empezar ya mismo a implantar las novedades que deberían marcar el próximo salto de la franquicia, y además hacerlo con un elemento fundamental: el tiro.

 

 

Reinventarse es saludable


Esta es, de largo, la principal novedad que aporta NBA 2K21. Ahora, lanzar a canasta es otra historia. Un cambio que encierra mucha chicha, y que no ha dejado indiferente a nadie. En anteriores entregas “únicamente” nos debíamos preocupar de sincronizar el momento de soltar el stick con el instante en el cual nuestro jugador acciona su muñeca. De esta forma los tiros verdes empezaban a aparecer en pantalla con bastante asiduidad. Con el nuevo sistema tenemos que ganarnos esos verdes haciendo uso del pro stick, de tal forma que además de estar pendientes del timming, se nos exige prestar atención a la dirección que debe adoptar la pelota. Para conseguir un tiro limpio tendremos que centrar la línea en la franja resaltada, algo que veremos representado en el nuevo medidor.

 

 

Como os podéis imaginar, hablamos de un cambio radical, y por lo tanto las críticas no han tardado en llegar. De hecho, el título ya cuenta con una actualización que nos permite volver al método anterior en determinados modos de juego y niveles de dificultad, obviando los más exigentes. ¿Entonces, seguimos con el clásico? No lo recomiendo, ya que estos parches simplemente son una rápida respuesta a las quejas recibidas. De momento el tiro direccional parece haber llegado para quedarse. Eso no quita que la polémica sea comprensible, ya que se ha visto afectado el núcleo de los partidos. Pero me parece una decisión valiente y una novedad de peso que, además, funciona de maravilla tanto con el resto de añadidos como con su excelente base jugable. El reto de meter una canasta se ha visto incrementado y como consecuencia aparece el miedo al fallo. Lo que le otorga un valor mayor a las buenas rachas, a la vez que nos invita a tomarnos el partido más en serio.  

 

Las mejoras no acaban ahí, pues el rendimiento de la IA en defensa se ha visto incrementado de forma notable, algo que también podemos apreciar a la hora de encarar a nuestro marcador. El resultado es un descenso notable en las estadísticas de anotación individual, que nos conduce a un enfoque diferente. Si queremos encestar deberemos prestar más atención al juego en equipo: los desmarques, las jugadas ensayadas, las peticiones de pase y la generación de espacios, ganan mucha importancia en esta entrega.

 

 

Una vida en la cancha

 
En cuanto al contenido, la oferta en NBA 2K21 sigue siendo tan abrumadora como siempre. Contamos con el repertorio de modos que nos viene acompañando desde hace ya unos años, algunos de ellos con novedades que van desde lo puramente estético hasta lo funcional. El Barrio ha recibido un lavado de cara, que sirve para renovar su imagen y aportar algo de frescura a este espacio dedicado a las pachangas con los colegas. Mi GM y Mi Liga vuelven a contar con unas opciones de configuración que nos permiten toquetear todo. Contamos con la presencia de todas las franquicias que conforman la WNBA, y ha aumentado la presencia de equipos de la NCAA

 

Por su parte, Mi Carrera nos invita a vivir el ascenso de una joven promesa universitaria. Un exjugador de fútbol americano que se ve obligado a convivir con la leyenda de su padre, quien pese a ser un gran jugador nunca llegó a dar el salto a la NBA. Una premisa prometedora, pero que se desinfla rápidamente. La inclusión de pequeños arcos argumentales se ha convertido en una tradición en muchos juegos deportivos. Pero la novedad que suponían este tipo de propuestas hace unos años ya no sorprende. Al final nos encontramos ante una situación en la cual parece que ni el estudio tiene mucho que contarnos, ni nosotros (sabedores de a qué atenernos) demasiadas expectativas. Una vez pasado el trámite, nos espera una carrera profesional en la mejor liga del mundo. Eso sí, como ya hemos comentado antes, ahora nos costará más encestar, con todo lo que ello supone para la trayectoria de nuestro jugador y su mejora.

 

 

Tan bueno y tan cuestionable como de costumbre


El gran problema de NBA 2K21 sigue siendo el de siempre, la monetización. Algo de sobra conocido por todos, una lacra que acaba afectando al mentado apartado de Mi Carrera, y en especial a la modalidad Mi Equipo, que este año también cuenta con novedades. En primer lugar tenemos el modo Limitado, un multijugador online destinado a que la habilidad prime sobre lo demás, y disponible únicamente de viernes a domingo. Y a continuación nos encontramos con la inclusión de las Temporadas, que aportan desafíos diarios a través de los cuales podemos obtener mayores recompensas. El planteamiento parece atractivo, pero todos sabemos cómo se las gasta Take-Two; el acceso está sujeto a la utilización de cartas específicas, y muchas de ellas no son precísamente habituales. Una invitación poco sutil para que nos hagamos con unos cuantos sobres. Nada nuevo bajo el sol, una lástima.

 

 

Sin embargo, cuando arranca la pirotecnia, empieza el juego de luces en la cancha y comenzamos a botar el balón, el título es puro espectáculo, simulación deportiva con mayúsculas. Una fórmula que partía de la excelencia, y que con las novedades presentadas consigue intensificar la sensación de formar parte de un equipo, haciendo que nos sintamos más jugadores de baloncesto y menos estrellas. El reto aumenta, y todos tenemos que volver a aprender a tirar, es como empezar de cero. Y por ello es comprensible que esto no satisfaga a la gigantesca base de usuarios que atesora la franquicia. Pero el nuevo sistema de lanzamiento se siente como una prolongación natural del juego corporal, el movimiento de brazos y de los dribblings propios del pro stick. Algo que sumado al apabullante trabajo de animación, nos transporta directamente a la pista. A NBA 2K21 se le puede, y se le debe achacar lo de cada año, el lastre de los micropagos. Pero consigue aquello que parecía extremadamente complicado: aportar novedades relevantes a su rotundo apartado jugable. Buen lanzamiento. 

8.5

/ 10


<< Anterior Siguiente >>