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Analisis NBA 2K17 ,PC,PS4

Sin competencia.
Domingo 25 de Septiembre de 2016 por Diego Emegé

De alguna forma, NBA 2K17 sigue manteniendo la frescura interactiva y la expresividad personal que caracteriza a la saga desde hace casi dos décadas. A estas alturas del partido, no tiene mucho sentido cambiar la fórmula, viendo cómo el único competidor en la cancha, NBA Live, se encuentra inmerso en el proceso de desarrollo de cara a su lanzamiento previsto para principios de 2017. No obstante, el futuro según 2K es el de un título deportivo anual sin intención de frenar su ímpetu. Es curioso ver cómo la amplia lista de opciones y modos de juego pone a prueba las expectativas que plantea el género deportivo. E, incluso cuando estos aspectos flaquean —especialmente en el aspecto narrativo—, el trabajo preliminar plantea un futuro interesante.

 

Por segundo año consecutivo, el modo Mi CARRERA vuelve a recibir el mayor lavado de cara. Tiene todo el sentido del mundo, porque como tanto 2K como la gente del estudio se esmera en destacar, es el modo que más número de jugadores congrega con diferencia. El modo Mi CARRERA del año pasado, dirigido por Spike Lee, contaba un relato de pobreza urbana a través de las vivencias del jugador estrella Frequency Vibrations. Este año es Aaron Covington, uno de los guionistas de Creed (filme en el que también participa el coprotagonista del juego, Michael B. Jordan), el encargado de contar la historia. Nuestro personaje personalizado, un jugador estrella del baloncesto estudiantil apodado «President» o «Pres», es el protagonista de este año. La historia habla sobre el trabajo duro y el éxito desde un punto de vista muy literal planteando un desarrollo del jugador mediante la práctica, que se mide con el indicador «Doin’ work», que a base de mucho esfuerzo acaba traduciéndose en mejoras de atributos.

 

 

Las personas que probaron The Prelude tiempo antes del lanzamiento del juego pudieron acceder al primer capítulo de la historia, que detalla los procesos de selección y la competición de la liga universitaria y nuestra participación en la selección norteamericana de baloncesto, y lo hace sin perder el enfoque en la narrativa. Lo que viene después es distinto, porque se pierde el peso de la historia y empezamos a centrarnos en las prácticas, los eventos y los días de partido. Los pocos segmentos narrativos están ahí para tratar de aliviar la sensación de repetición. La introducción de Justice Young (el personaje interpretado por Michael B. Jordan) como compañero inseparable de Pres promete mucho desde el principio, y ya avanzada la temporada de juego tenemos la posibilidad de controlarlo para estrechar el vínculo , con lo que nos alejamos un poco de la idea imperante del juego en solitario. No obstante, las apariciones de Young acaban resultando muy superfluas a la hora de tejer la narrativa.

 

Como suele ocurrir en los juegos de deportes, el modo Mi CARRERA solventa en parte algunos problemas que surgieron el año pasado: nuestra actuación en la cancha propone cambios en los diálogos. Existen interacciones por parte del público y de otros personajes cuando no logramos superar los 10 puntos por partido, y eso es algo que se opone al planteamiento de Spike Lee, en el que éramos promesas de banquillo, pero promesas. Por otra parte, sigue sorprendiendo que como jugadores mediocres podamos sacar adelante acuerdos millonarios para sacar zapatillas de deporte con nuestra marca, pero supongamos que eso es lo normal en la NBA.

 

 

El hecho de que se centren tanto en el modo historia tiene sentido, porque hay muchos otros aspectos de NBA 2K17 que dependen de él, especialmente esa gran variedad de propuestas de juego. Pres tiene la posibilidad de escapar del tedio de la NBA para pasar el rato en Mi PARQUE, en el que podemos medirnos con otros jugadores en entornos callejeros más variados que las canchas. Podemos formar equipos o participar en partidos sueltos, y este año, por fin, se quedan atrás las esperas innecesarias gracias a un sistema de creación de partidas ajustado que, por suerte, también nos agrupa con jugadores del mismo nivel. Pres también puede hacer acto de presencia en el modo 2K Pro-Am, una liga dentro de la liga en la que existen propietarios de equipos individuales, mercados de agentes libres y equipos personalizables (hasta el punto de poder cambiar el escudo o los colores de nuestro estadio). Este es un modo que lleva la responsabilidad de haber sido catalogado como el eSport por 2K.

 

Por geniales que parezcan estos dos modos, los jugadores que aparecen en los marcadores parecen haberse pagado el ascenso. Da igual en qué sección de Mi CARRERA estemos, el esfuerzo que hay que realizar para mejorar se puede aliviar a través de la VC de NBA 2K17, que puede adquirirse jugando, a través de la aplicación móvil y pagando dinero real. A pesar de que la habilidad es un factor a tener en cuenta, la clasificación de los jugadores tiene una relación más directa con los resultados, y por eso el desembolso de VC acaba quebrando la importancia de mejorar. Es curioso cómo esta realidad choca frontalmente con el concepto del trabajo duro planteado por la historia de Aaron Covington.

 

 

El modo Mi EQUIPO, que ha mejorado y cuenta con mejores menús, es el que más directamente ofrece contenido a cambio de nuestros euros, imitando el planteamiento del Ultimate Team de EA. Nos propone abrir sobres de cartas, crear a nuestro equipo ideal, completar desafíos o medirnos con otros equipos en línea. La fórmula es familiar, pero cuenta con algunos ajustes que varían el comportamiento de las cartas, como los dúos dinámicos. Con ellos en juego, las cartas con química entre ellas obtienen mejoras cuantiosas cuando las empleamos juntas. Es una forma más estratégica de ver las combinaciones de cartas que va más allá de elegir las cartas con las mejores estadísticas.

 

El modo Mi GM da lugar a mucho más retoque. Como GM, las reuniones de la liga nos permiten reubicar y expandir a los equipos, hasta el punto de permitir una NBA de 36 equipos. Es solo un ejemplo de todo lo que se puede hacer en este modo, que, por suerte, este año cuenta con un menú excelente para poder controlarlo todo. Las conversaciones con los jugadores alteran los atributos del equipo (para bien y para mal), y el colectivo de aficionados ve afectada su lealtad según nuestras decisiones o los precios que establezcamos para los objetos de la marca. Además, contamos con pequeños encontronazos para adquirir a jugadores y negociar los contratos. Por último, cabe destacar el regreso del 2K U, ese modo tutorial que mucha gente necesita para, simplemente, aprender a controlar el juego.

 

 

Mientras que Mi CARRERA y los modos relacionados han recibido el mayor peso de actualizaciones, en la propia cancha, el apartado de simulación de baloncesto de NBA 2K17 ha cambiado muy sutilmente. Hay una lista de cambios que van desde las físicas y animaciones a otros pequeños ajustes que apenas se notan a menos que nos fijemos en las entregas anteriores o alguien nos los mencione. En la caja del juego pone en mayúsculas que esto «no es un juego». Como elección de marketing no deja de ser algo autoindulgente, aunque las sesiones de juego tienen algo del espectáculo de la competición y van acompañadas de las reacciones del público, que dependen directamente de quién y cómo juegue. Por otra parte, los comentarios en español necesitan un replanteamiento. Aparte de que merecemos mejores pronunciaciones de los nombres de los jugadores (o, por lo menos, que los comentaristas pacten una sola pronunciación para cada nombre), en la versión original contamos con comentarios de una cabina de comentaristas rotatoria en la que prestan su voz jugadores como Brent Barry o Chris Webber, que proporcionan frescura y más realismo al asunto.

 

A pesar de que sea fácil obviar el esfuerzo del estudio por el hecho de que prefiera ir poco a poco, los cambios sutiles les han permitido hacer evolucionar la saga. De otra forma, el juego de 2K se habría quedado en una versión técnicamente superior a ese primitivo NBA Action 98, pero mientras que en la cancha el progreso puede subestimarse, el hecho de que 2K17 siga explorando su vasta selección de características y opciones permite que esta plataforma de baloncesto siga asentándose cómodamente en una simulación de primera. Para cerrar el asunto, podríamos decir que aunque la historia de NBA 2K17 pierda fuelle a pesar del talento venido de Hollywood, los jugadores que creamos tienen mucho que hacer tanto en línea como por su cuenta. Ese modo 2K Pro-Am supone el primer ladrillo del misterioso futuro de eSport de la saga y, a pesar de la presencia de las microtransacciones, sigue siendo un título planteado a la larga. En conjunto, NBA 2K17 es una mejora sutil para el simulador de deportes más amplio y completo que conocemos.

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