Analisis Megatagmension Blanc + Neptune vs Zombies ,PSVITA

Megatagmension Blanc + Neptune vs Zombies es una nueva incorporación dentro del universo Neptunia, uno que se aleja de línea argumental principal para entregar un videojuego ligero, similar en lo jugable a Senran Kagura y sin la chispa habitual de los juegos principales. Si conocéis la saga Megadimension Neptunia ya sabéis de qué va esto: existe un mundo llamado Gameindustri en el que las consolas, PC y compañías son niñas monas con tendencia a que se le vean las bragas. Sus destinos, vidas, pasado y futuro están íntimamente ligados a la historia de nuestro medio, porque es la suya propia. Esto da lugar a tramas autoreferenciales, muy divertidas y que retratan el apogeo de Sony, la caída de Sega o la hegemonía en su momento de Nintendo de un modo divertido y moe.

Sin embarto, este Megatagmension Blanc + Neptune vs Zombies prescinde de hablarnos de Square, de Capcom o de PS4 en sus encarnaciones femeninas, al menos con la profundidad habitual. En su lugar se limita a presentarnos a personajes que ya conocemos de la serie y entregarnos una sencilla historia, divertida y amena, pero carente de toda esa magia que hace de Neptunia una producción tan característica.

El desarrollo corre a cargo de Tamsoft, los responsables de Senran Kagura, y se nota en lo jugable, también obtiene su representación en forma de voluptuosa chica aquí. Retomando una fórmula que ya vimos en Hiperdimension Neptunia U, el videojuego alterna la presentación de las chicas que dialogan, sin que podamos interactuar mientras la trama avanza, con los siguientes tramos jugables.

Decimos que se nota la mano de Tamsoft porque estos instantes son un slash´em up en toda regla. Podemos escoger entre un variado plantel de las niñas que componen el juego, cada una con un estilo característico, golpes, técnicas y armas propias. Las escenas de lucha se producen en escenarios cerrados y contra un grupo de enemigos limitado. Estas batallas son muy parecidas a las de otras producciones de la desarrolladora, y aunque al principio se hagan divertidas, al poco tiempo uno se percata de sus muchas carencias: la cámara es un desastre y el sistema de fijado falla. Cada una de las chicas cuenta con una combinación de golpe fuerte y débil, así como varias habilidades para desatar durante la batalla, combinándolas con los ataques normales. El problema es que las animaciones de todas estas técnicas carecen de flow, de energía o del dinamismo necesario para que el combate fluya de una manera natural. Al final tendremos la sensación de que todo se produce de una manera robótica, acartonada e incluso aburrida.

Tampoco ayuda la mala respuesta de los enemigos a nuestros golpes o sentir que acabamos perdiendo porque la cámara nos oculta la acción. Por fortuna, a medida que avanzamos en el juego, compramos nuevas armas y habilidades, aprendemos a combinar a nuestros personajes de apoyo para curarnos y mejoramos. Al progresar, las luchas se van haciendo más llevaderas, porque nos adaptamos a sus carencias.

Como decíamos, en esta ocasión no hay un gran mal trascendental que se avecina en Gameindustri, no hay un cambio de generación de consolas que implica la destrucción de las anteriores, tan solo la escuela en la que estudian las chicas está a punto de cerrar porque nacen pocos hijos que la llenen. Es por ello por lo que a las protagonistas se les ocurre grabar una peli de zombis para promocionar su escuela, pero sorpresa, ya hay zombis en la escuela. Esa excusa nos llevará a jugar a una aventura que dura poco más de cinco horas y que carece tanto del refrescante ingenio de la serie original como de una jugabilidad profunda y apta.

Megatagmension Blanc + Neptune vs Zombies no destaca en lo gráfico, presentando unas ilustraciones correctas durante los diálogos y unos modelados de personajes y enemigos sencillos, sin más. El apartado que sí se encuentra por encima de los demás es el sonoro. El doblaje es estupendo, como siempre, aunque en inglés, y las melodías funcionan perfectamente. Lamentablemente, Megatagmension Blanc + Neptune vs Zombies se queda únicamente en un juego agradable para pasar un rato, que no sabe enganchar ni divertir tanto como otros de su clase. Su argumento sigue siendo desenfadado y muy ameno, pero al perder ese regustillo paródico del videojuego le hace perder su propia esencia, esa que nos hacía olvidar sus habituales carencias, que por ello aquí se hacen demasiado evidentes.