Analisis Medal of Honor Warfighter ,PC,PS3,X360

Versiones analizadas: PS3 y PC

Hay una cosa que hay conceder a Medal of Honor Warfighter. Y es que si vas a contar una historia, por muy baladí que sea esta, no tengas miedo a utilizar secuencias cinematográficas, que esto no es un Half-Life y aquí poco importa que veamos a nuestro soldado desde otra perspectiva que no sean sus ojos. Al fin y al cabo, poco te va a costar superar a esas introducciones de feos radares y satélites futuristas que impregnan cada interludio del shooter bélico de turno.

 

Todo lo demás, eso sí, es utilizar aceite requemado para freír lo mismo de siempre: un juego cuya máxima ley en el planteamiento inicial es explotar y destruir lo máximo posible, que es lo que vende ahora, y eso choca con la idea de estas secuencias narrativas que intentan hablarnos de la pérdida y el sacrificio de estos "héroes" que lo dan todo por la seguridad de sus fronteras, con una moralina casi burlesca a modo de epílogo que, sinceramente, da vergüenza ajena, suponemos, a todo aquél que no sea un patriota americano.

 

 

La campaña de Warfighter no se sustenta en ninguna de sus misiones. No hay por donde cogerlas. Ni la Inteligencia Artificial, ni el Frostbyte 2, ni los constantes bugs que te hacen reiniciar una y otra vez el punto de control ayudan a crear una experiencia bélica a la altura. Aun así, Danger Close lo intenta una y otra vez, pero de tantas puertas que quiere derribar (puertas virtuales y figuradas) uno se llega a cansar. Tiene detalles, como esa forma de asomarse por las esquinas que cambia un poco el paradigma de tiro al pato al que estamos acostumbrados, pero que tampoco resultará del todo novedoso si recordamos que incluso ya contábamos con ello en Medal of Honor: Airborne.

 

Ninguna de las misiones llega a buen puerto. Hay algunas que se antojan cómicas, como ese momento en el que avanzamos dos metros en un barco por la noche, preparamos nuestro rifle de francotirador y la escena se corta con "de acuerdo esperemos" y un "18 horas más tarde" digno del humor de un Monkey Island. De hecho, los momentos más disfrutables de la campaña de Warfighter los viviremos sin ametralladora en mano, detrás de un volante, en algunas de las mejores escenas de conducción que, me atrevería a decir, hemos vivido esta generación. Y me gustaría que esto fuera un chiste, pero no lo es. 

 

 

Una vez que dejas atrás la campaña, el panorama parece despejarse un poco más. Más aún en la versión para compatibles, donde realmente podemos llegar a disfrutar Medal of Honor y tomárnoslo en serio. En PlayStation 3 (y suponemos que también en Xbox 360) las taras gráficas y técnicas no dejan disfrutar tanto de algunos modos de juego muy originales que Danger Close se ha sacado de la manga. Y sí, las comparaciones son odiosas, porque teniendo tantos referentes en consola, ¿cuántos usuarios van a arriesgarse a intentar hacer sobrevivir la comunidad durante el año próximo?

 

En PC la cosa cambia. Lógico, ya que las estadísticas oficiales revelan que casi la mitad del público que ha adquirido o va a adquirir Medal of Honor lo hará en PC. Aquí las comparaciones no son tantas, teniendo en cuenta que la comunidad Call of Duty se encuentra con muchos problemas y Battlefield 3 puede llegar a verse como un competidor no directo. El plan está en marcha y Medal of Honor puede llegar a convertirse en un buen suplente del juego de Activision para compatibles, una experiencia más directa por si no eres del gusto tan estratégico y paciente del juego de DICE. 

 

 

Lo demuestran sus modos de juego llenos de capturar banderas y zonas, pero sobre todo los de defensa de puntos de control, con un asedio constante de la parte ofensiva y que alcanza una balanza perfecta entre la acción estratégica y el "respawn" infinito. Homerun además puede llegar a llenar tu corazón hardcore, en un «captura la bandera» con muerte permanente y un silencio sepulcral.

 

Aún le quedan muchas actualizaciones al producto, y no solo hablamos de la cantidad de bugs que puedes llegar a ver en la campaña. Al fin y al cabo, esta la juegas una y vez y te olvidas. Hay mucho que mejorar en sistemas de cámaras, menús liosos y mal aprovechados y puntos para reaparecer, que son demasiado descarados o demasiado peligrosos. Pero la base está bien cimentada gracias a su factura técnica (recuerden, seguimos hablando de la versión PC).

 

Medal of Honor tiene mucho que replantearse. Si Electronic Arts quiere seguir con el plan de "un juego del guerra al año", no hay mejor momento que ahora para dejar a Danger Close volverse loca y crear una experiencia competitiva sin necesidad de hacer guiños a los referentes del género. Tienen buenas ideas en el multijugador (aunque necesitan un buen correctivo en cuanto a diseño de menús), podría ser un gran momento para crear una campaña individual que vuelva a hacer que ésta tenga sentido. Mientras, tendrán que conformarse con el quinto o sexto puesto en la carrera por el shooter del año.

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