1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS3

Analisis Masacre ,PS3

..."Nos gusta ser Shepard, celebrar sus victorias y sufrir sus derrotas, ganárnoslo todo a pulso"...
Jueves 08 de Marzo de 2012 por Víctor Junquera

Lo cierto es que hasta hace relativamente poco tenía conocimiento de la existencia del personaje de Masacre, pero no había entrado en su mundo como pude haberlo hecho con  Lobezno o Spider-man. Así que conocer a este “héroe” de Marvel es toda una experiencia. Meterse en la piel de Masacre es como entrar en la mente de Gollum o incluso una especie de Venom sumamente enfermo.

 

Ese es el aspecto destacable de Masacre, con sus locuras y su humor absurdo al más puro estilo de La Máscara, no encontramos un instante en el que tomarnos en serio el juego. Está bien porque nos reímos. Cada personaje que hace su aparición en la aventura es víctima del comportamiento irreverente de nuestro héroe. Cable, Lobezno, Mariposa Mental o incluso Mr. Siniestro son algunos de de los que perderán los nervios ante un psicópata con el que es imposible dialogar. Es humor absurdo, de ese al que no hay que buscarle ningún sentido. Cable le está explicando la situación y estrategia para desbaratar los planes de Siniestro y encontramos a Wade, que así es como se llama el hombre bajo la máscara, montado en un carricoche de juguete o volándose la cabeza para no tener que seguir escuchando.

 

La jugabilidad basada en una lluvia de espadazos y tiros nos conduce por un camino de monotonía


El concepto de Beat´em up llega al título de una forma bastante dinámica que deja el machacabotones un poco de lado para volcarse en pulsar a un tempo y hacer correctamente los combos. Sí, si pulsamos a lo loco cada botón daremos palos a tutiplén, pero tomarnos el tiempo entre cada golpe nos permitirá enlazar bien la secuencia y acumular mas DP. Al final se resume a una acción comercial, más puntos nos permiten comprar nuevas armas y mejoras. En el fondo Masacre entra muy bien al principio pero poco a poco, chistes y guiños aparte, nos introduce en una rutina de espadazos y tiros. La cosa se va complicando, es decir, va apareciendo con cada nivel un mayor número de enemigos y cada vez más fuertes. Eso hace que nos tiremos más rato repitiendo los combos y golpes, como llevamos haciendo desde el principio del juego. Quizá lo que nos permite romper esa monotonía es la inercia, la típica barra que vamos rellenando a base de guantazos y que nos permite realizar unos golpes especiales. Estos golpes los compramos con los DP. De esta forma nos vemos dentro del círculo golpea y compra para seguir golpeando.

 

En la lucha contra los enemigos menores, según vamos pillando el ritmo al juego, nos encontramos en una danza de contras en el cuerpo a cuerpo y un festival de teletransportes con los tiradores. Con los enemigos grandes la cosa cambia. Ahí nos vemos tratando de buscarles la espalda provocándoles y teletransportándonos tras ellos en el momento en que van a lanzar su ataque. El problema con estos últimos es que una vez matas al primero, a todos los matas igual. Es posible que recordéis algunas imágenes de este tarado de rojo realizando muertes sigilosas. En algunos niveles se nos invita a recorrerlos de este modo, esperando y acercándonos en el momento preciso para no ser descubiertos. Aunque es bastante corriente acabar a la carrera espada en mano acabando de forma brutal con todos los enemigos. Al fin y al cabo no se trata de un juego de infiltración y no resulta tan reconfortante.

 

A muchos les puede pasar algo tan común como olvidarse de las pistolas y demás armas de fuego, perdiéndose en una orgía de espadazos, mazazos y cuchillazos. Pues está todo pensado para que peguemos tiros y probemos tanto las armas cuerpo a cuerpo como a distancia. Encontramos enemigos a nuestro paso que, por su situación o simplemente porque vuelan y nosotros no, nos obligan a hacer uso de este tipo de armamento. Y para que no nos frustre, según nos quedamos sin munición, podemos dar una vuelta por el escenario para seguir reponiendo balas. En el fondo, quiere forzarte a usar las distintas armas sin que te agobies.

 

El humor es el punto fuerte del juego que no deja un instante de silencio para sacarnos la sonrisa fácil


Más allá del argumento que es el típico villano con un plan malévolo para destruir todo, en bastantes ocasiones Masacre nos pone delante guiños con ciertos niveles que apelen a algo más que la risa fácil. Juegos de habilidad o un aspecto retro son algunos ejemplos. Es posible que si se hubieran introducido más de estos niveles en posiciones estratégicas del juego, nos pudiera resultar menos repetitivo.

 

Hay un aspecto que los títulos de este género suelen incluir y en este caso en concreto no puede faltar, los desafíos. Tenemos la posibilidad de ir desbloqueando estas pruebas, a medida que avanzamos, que nos sitúan en los escenarios que recorremos durante el juego con diferentes objetivos. En algunos deberemos matar un número de enemigos en un período de tiempo, en otro avanzar por un laberinto acabando con todo el que se ponga a nuestro paso. Básicamente todos nos empujan a descuartizar enemigos, de una forma u otra.


Para cada tipo de enemigo hay una forma de acabar con él que se repite con todos los seres parecidos


Tras jugar a Masacre podemos reafirmar que su punto fuerte es el humor, el sarcasmo puro y el idiotismo que lo caracteriza. Después de ver una jugabilidad que, si bien empieza de forma dinámica acaba cayendo en la habitual rutina de estos títulos y de su argumento tipificado, encontramos que el encanto del juego reside en esos guiños, los chistes y los homenajes a otros héroes de Marvel. Así que al final, es como vemos a la entrega, como un homenaje a un personaje de cómic menos explotado que no es capaz de mantenerse ni un instante sin soltar una burla o un diálogo entre sus personalidades.

6

/ 10


<< Anterior Siguiente >>