Analisis Lost Planet 3 ,PC,PS3

Llegó la tercera entrega de Lost Planet, una saga que comenzó con mucho éxito y que poco a poco se ha ido desinflando. Si bien en el primero se mostraba un planteamiento novedoso y atractivo, el segundo apostó por introducir un modo cooperativo bastante atractivo para la época. Este Lost Planet 3 hace una apuesta diferente, otorga más peso al argumento lo que podría ser algo a apreciar, si no fuera porque descuida el resto de aspectos jugables.

Así nos encontramos con una introducción llamativa que nos sitúa en un momento anterior a la primera entrega. De hecho la narrativa trata de explicar el comienzo de la historia, con ciertos matices emocionales para tocarnos la patata. Pero no terminamos de meternos en esa historia por sus apariciones puntuales y no demasiado intensas. Así que volvemos a centrarnos en la acción como parte central del juego. Lamentablemente, tampoco termina de funcionar. El caso es que Jim Peyton, nuestro personaje, tiene una forma de moverse algo torpe. Parte de este problema es del mismo diseño del movimiento y parte de ratio de frames que llega a jugarnos algunas malas pasadas, sobre todo cuando nos juntamos con varios enemigos. El sistema de apuntado no termina de funcionar y da una sensación lenta e irreal. 

Volvemos a tener el gancho para sortear los obstáculos que suponen las distintas alturas pero, pronto nos damos cuenta de que lo que hacemos es limitarnos a apretar un botón cuando aparece un símbolo en la pantalla dando paso a una acción automatizada. Cuando vamos sobre el Mecha tenemos sentimientos encontrados. Por una parte nos presentan un robot mecánico que genera unas expectativas que termina por no cumplir. Nos subimos y bajamos de él con cierta libertad. Y, cuando estamos dentro, al principio pensamos en los enfrentamientos que viviremos y la cantidad de cosas que podremos hacer con este mecha. Pronto nos desilusionamos cuando nos damos cuenta de que este robot no es tan hábil como pensábamos. De hecho, hay ocasiones en que, por su torpeza, casi preferimos bajarnos de él y echar a andar. Es lento y, salvo ciertas secuencias obligadas, bastante tosco.

Gráficamente esta entrega de Lost Planet no destaca demasiado. Mientras que el modelado de caras y expresiones están bastante logrados, el resto del decorado no es demasiado impresionante. Podríamos echar la culpa al temporal, que no permite ver varios metros más allá, pero lo cierto es que, Echando un ojo a nuestro entorno las texturas no se nos antojan realistas. Tampoco resultan demasiado cómodos los tiempos de carga que aparecen con cierta frecuencia y, a estas alturas de la película, desentonan en comparación con otros títulos que muestran sin mucho problema escenarios de mayor tamaño.

Cabe destacar que se trata de juego bastante amplio. Además de la misión principal, tendremos la posibilidad de realizar varias secundarias con las que obtendremos partículas térmicas que invertiremos en mejoras. Lost Planet 3 es grande en intención, pero no consigue lo que otros muchos que nos invitan a probar y completar todo. Tenemos artículos por coleccionar, armamento que comprar y evolucionar y lugares por descubrir, pero añgo ocurre que no nos sentimos llamados a ello.

Un modo multijugador acompaña a esta campaña algo descafeinada. Dentro tenemos cuatro clases de juego. Por un lado el Duelo mortal por Equipos, en el que simplemente nos enfrentaremos con otro equipo para obtener puntos en un tiempo determinado. En Extracción deberemos ir colocando postes para obtener mayor cantidad de E-Term que el otro equipo. No puede faltar una especie de modo horda, llamado Supervivencia Akrid, en la que los dos equipos tratamos de conquistar zonas mientras sobrevivimos a oleadas de ataques de estos seres. Por último, un modo Conquista en el que deberemos luchar contra el otro equipo por hacernos con las distintas zonas que nos vayan marcando. La oferta multijugador es amplia pero, si ya ocurría durante la campaña,nos encontramos con los mismos problemas de movimiento del personaje y de apuntado.

Lost Planet 3 juega una fórmula que podría haber resultado. Podríamos haber encontrado un juego que se moviera con suavidad, sin demasiadas cargas y en el que el sistema de apuntado y disparo no fuese molesto. Si bien realiza un buen intento para introducirnos bastante historia, mediante cinemáticas y diálogos, acaba recordando a la segunda parte de Aliens de Ridley Scott. Una franquicia que empezó con buen pie y que en su tercer salto tropieza y cae quedando en mal lugar.