Analisis Kill It With Fire ,PC

Quizás hayáis entrado por curiosidad, por si en algún momento hablo de manera positiva de las arañas. Pero no soy uno de esos bichos escribiendo un análisis; soy una persona. Y es por esto que Kill It With Fire me identifica tantísimo.

 

Porque una de las sensaciones que causa altos niveles de adrenalina en plena relajación dentro del hogar es la de encontrarse con una araña enorme en una esquina. Un insecto peludo, escurridizo, desagradable y repulsivo que te mira con ojillos deseosos de saltarte a la cara mientras tú, paralizado, te preguntas si de verdad vale la pena conservar el apartamento en el que vives.

 

Kill It With Fire me gusta por esto, porque salen arañas con pinta de tener la nacionalidad australiana, pero por primera vez y sin consecuencias reales puedo matarlas CON FUEGO. PORQUE ES LO QUE SE MERECEN.

 

 

 

Kill It With Fire propone de manera poco sutil la matanza indiscriminada de estos pequeños seres que generan tanta repugnancia. Y qué queréis que os diga, me parece una idea brillante.

 

La jugabilidad es muy sencilla. Solo hay que investigar el escenario y matar a las arañas que localicemos. Pero todos tenemos experiencia dentro de este ámbito, y sabemos que estos bichos se escabullen con facilidad, de modo que también tendremos que observar detenidamente cada objeto para asegurarnos de que no tiene a ninguna de estas enemigas aferradas a un costado. Es entonces cuando debemos tomar la decisión que define todo el juego: seguir una estrategia metódica y perseguir a las arañas que encontremos, o destrozarlo todo sin miramientos.

 

Os aseguro que optareis de manera inconsciente por la segunda posibilidad, que a su vez es la más divertida. Porque, si dejamos pasar mucho tiempo en la persecución de una de esas aberraciones, ésta desaparece y toca volver a buscarla. De modo que la solución más efectiva y evidentemente sensata es la de poner todo patas arriba. Destruir decoraciones, fotografías, vajilla… lo que sea con tal de matar a esos monstruitos.

 

 

Este odio que, espero, ya le tenéis a las arañas se irá incrementando ante la aparición de nuevas clases de insectos: arañas normales, arañas bebés, arañas que sueltan crías al morir, arañas SALTARINAS, ARAÑAS EXPLOSIVAS, TODO TIPO DE BICHOS DEL INFRAMUNDO. Pero calma. Ya que, por suerte, se pueden combatir con armas perfectamente proporcionadas para esta misión. Empezaréis con un sencillo sujetapapeles, pero pronto dejaréis esa posibilidad en las sombras ante el descubrimiento de la pistola, la escopeta, los cartuchos de T.N.T., las estrellas ninja y, por supuesto, el fuego.

 

No obstante, estos seres son rápidos, pequeños y huidizos, así que su localización es una tarea difícil. Para evitar que nos abrumemos ante la perspectiva imaginaria de que hay una araña detrás de cada cuadro, contamos con la ayuda de una máquina que las detecta fácilmente en el escenario, realmente útil para acabar con todo el mal del mundo. Sí, me refiero únicamente a las arañas.

 

Pero el juego no va solo de estos insectos, ya que sería dar demasiado protagonismo a unos bichos tan repelentes. De modo que dentro de cada uno de los niveles que componen este juego habrá un número concreto de pilas que buscar y objetivos que cumplir. Éstos, a su vez, pueden relacionarse tanto con la caza de arañas como con el destrozo del mobiliario de cada escenario. Ambos elementos sirven para mejorar la máquina detectora de insectos y para mejorar pequeños aspectos de la jugabilidad, algo que permite ampliar el saco para poder llevar más armas encima. Prioridades, ya sabéis.

 

Por lo tanto, éste no es un simple título de matar arañas, pues tal y como lo describen los desarrolladores, es un juego para causar daños colaterales mientras se cazan estos bichos del infierno. Así que, al lío.

 

 

 

Kill It With Fire es una entrega, por lo general, muy entretenida que da para jugar algunas tardes. Es fresco, colorido y la propuesta es graciosa, así que va bien para respirar entre juegos o para, simplemente, pasar un buen rato.

 

A nivel técnico, contiene unos escenarios variados y muy diferenciados entre sí. Se empieza en una casa donde se aprenden las nociones básicas del asesinato de las arañas, pero las zonas van cambiando a medida que se avanza en los niveles, llevándonos a ámbitos situados en el exterior que mantienen las reglas generales del juego, pero alteran los objetivos a cumplir. Por otro lado, la jugabilidad es de lo más cómica, ya que permite la experimentación con armas y objetos con el fin exclusivo de crear el caos. Porque acaba dando la sensación de que matar arañas con fuego es demasiado común, así que se llega a un punto en el que te planteas “¿y qué pasará si uso T.N.T.?”.

 

 

Sin embargo, cabe destacar el papel secundario que se le da al sistema de mejoras. La aventura arácnida es perfectamente jugable sin tener que mejorar ni el detector ni las habilidades propias, ya que la diversión radica en perseguir a las arañas destrozándolo todo. No hay ningún sistema de administración de puntos para las mejoras realmente serio, así que se disfruta plenamente de la matanza de insectos.

 

Personalmente, he encontrado que Kill It With Fire es un juego desestresante, pues admito haber aplastado a las arañas con toda la rabia del mundo. Pero, en el segundo en el que desaparecían, escuchaba un eco lejano en mi cabeza que sonaba a “oh, no”, antes de recordar que me encontraba en un juego. Este momento, en el que yo misma me reía ante lo ridículo de la situación, no era más que una ilusión de seguridad. Porque, en mi fuero interno, sé que en la vida real no puedo escapar de todas las arañas del planeta. Y, cuando desaparecen de mi vista, mi primer pensamiento es hacer las maletas y prenderle fuego a todo. Y es que, ¿acaso hay otro método?

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