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Analisis Heavy Rain Remasterizado ,PS4

Un gran título que no ha envejecido bien.
Martes 01 de Marzo de 2016 por Rafa del Río

Comprensión, ironía, resignación, ira... Los sentimientos dan vueltas a mi cabeza, cada uno con su botón correspondiente, mientras deambulo por la cocina y trato de encontrar la forma de hacer café sin terminar en el cuarto de la lavadora, en calzoncillos y sin ducharme. ¿Dónde narices están el café, la leche y las tazas? En mi mente, mis pensamientos no me dan tregua: ¿Hice bien el desayuno de la peque? ¿Me he acordado de ponerle calcetines gruesos? Debería llevar el coche al mecánico... Y tengo que tener el análisis de Heavy Rain listo para ya.

 

La lluvia sigue cayendo y me quedo absorto mirando por la ventana. ¿Cuántos días lleva lloviendo? Un recuadro en mi cabeza muestra el reloj dando las diez. Tengo que ir a comprar al mercado. intento salir de casa, pero me paro en la puerta y me recrimino a mí mismo: 'Antes debería ducharme y vestirme'. Subiendo las escaleras una flecha indica que gire a la derecha, no me da tiempo, golpeo un escalón con la tibia y comienzo a saltar como un condenado. Ahora estoy atento: cuadrado, círculo, círculo, triángulo, R2+R1+X...

 

Consigo evitar una muerte segura subiendo las escaleras, aunque llego al baño con más cardenales que el Vaticano. Tardo media hora en conseguir abrir la puerta del baño porque no le he pillado aún el truco al semigiro ese con el stick derecho. Me quito los calzoncillos y cuando empiezo a ducharme una musiquita un poco de peli porno empieza a sonar en el lavabo mientras la cámara da vueltas alrededor mía. La cámara enfoca el cristal y un recuadro en mi cabeza me muestra cómo la furgoneta del cartero se acerca a mi casa. Vuelve a empezar la cuenta atrás mientras intento vestirme a toda prisa, pero sé que es inútil, que no lograré llegar hasta el último segundo si es que antes no muero resbalándome con los pies húmedos, me tuerzo el tobillo bajando las escaleras o cualquier otra genialidad que haga que pierda esta piesta, perdón, quise decir... carta. 

 

 

Bienvenidos al mundo segun Heavy Rain

Un mundo en el que algo tan sencillo como caminar por una calle es una complicación, en el que los espejos de los cuartos de baño están llenos de medicinas, las neveras vacías de comida, los quehaceres más pequeños se convierten en una prueba contrarreloj y hasta la tontería más grande puede acabar con tu vida o destruír tu investigación.

 

Bienvenidos también, eso sí, a un thriller apasionante en el que sumar dos más dos es una delicia, en el que los personajes tienen mucho que aportar a la historia y en el que veréis un sesgo más adulto, herencia de un tiempo en el que muy pocos pioneros se atrevían a ir más allá del público infantil y adolescente. Pero vayamos por partes:

 

 

La cara: Heavy Rain es genial

Es genial y no lo es tanto, porque sigue ofreciendo todo lo que en su momento lo hizo grande junto a unas mecánicas que, si ya hace seis años cantaban, a día de hoy se hacen cuesta arriba. En la parte buena tenemos un estupendo thriller de suspense con toques detectivescos que nos pone en la piel de un padre que, tras perder a un hijo en un atropello y divorciarse de su mujer, ve como el otro hijo es secuestrado, posiblemente por un misterioso asesino en serie conocido como El Asesino del Origami.

 

Lo que comienza como una sit-com, con mucho sol, bullicio y felicidad familiar, va retorciéndose poco a poco en una oscura obra que pretende adentrarnos en la profundidad de la psique del asesino tocando elementos de títulos tan diferentes como Giro al Infierno, SAW, El Corazón del Ángel y La Escalera de Jacob. Todo ello con la particular visión del jefazo máximo de Quantic Dream, David Cage, que no duda en meter elementos eternos de sus obras con menciones veladas y no tan veladas a Farenheit y Omikron: The Nomad Soul

 

El resultado final a nivel de historia es bueno, con la misma tensión que vivimos en el momento de su primer lanzamiento hace ya seis años, algo diluido quizá por la estupidez de Ethan Mars como padre y la intensidad de algunas coreografías de combate que hacen esbozar una media sonrisa. No obstante el thriller sigue ahí, haciendo que te encariñes con los personajes que sabes que no debes y volviendo a dudar de una historia de la que ya conoces el final. 

 

 

Bien por los personajes

En Heavy Rain se vuelven a dar la mano los elementos clásicos de la creatividad de Cage con un protagonista principal que pasa por una serie de situaciones muy parecidas a las sufridas por el prota de Farenheit unos años antes. A su lado, la inevitable protagonista femenina a la que no tardaremos en ver en ropa interior -también se le ve el culo a Ethan, por si había dudas- de nombre Madison y apellido Paige para más regocijo. Tampoco falta el policía de turno, Norman Jayden, en esta ocasión un joven agente del FBI adicto a la triptocaina y con un aparato la mar de chulo, ARI: unas gafas de realidad aumentada y un guante virtual. Completa el reparto un personaje de altura: el investigador privado Scott Shelby, un personaje más que interesante que se estrena en Heavy Rain para no volver, y cuyos problemas de asma y obsesión con la investigación y con su posterior ayudante darán mucho juego al título. 

 

Los personajes actúan bien, tienen un trasfondo interesante y no dejan de ser profundos en sus motivaciones, si bien existan saltos de guión algo chocantes en todo lo que respecta a las sobretrucadas coreografías de combate y escenas de pelea. La obra trata de llevarnos a un viaje a la profundidad de la mente humana sin obviar sus más oscuros rincones, y lo consigue, en mayor o menor medida, lo que en su momento le valió varios premios BAFTA a mejor historia, innovación técnica y originalidad.

 

 

La cruz: Pero Heavy Rain ha envejecido mal

Y esto se nota la primera vez que ponemos nuestras manos en el control de Ethan Mars en su cuca casita en un barrio residencial de las afueras. Lo que empieza siendo muy interesante, con un remasterizado de calidad a nivel gráfico y unas animaciones más que curradas, cae por su propio eso en cuanto empezamos a mover a los personajes. Si los controles eran horribles hace seis años, a día de hoy son funestos. 

 

Por un lado está la forma de movernos, siguiendo la filosofía de los coches de GTA que nos obligará a mantener R2 para caminar, girar con el stick izquierdo y tratar de mantener el interés en los objetos importantes con el derecho. Una forma de control más incómoda que la del primer Resident Evil, que no nos permite ningun control sobre unas cámaras que juegan a ocultar lo importante y que nos hacen parecer autómatas impersonales al movernos envarados y girando sobre nosotros mismos mientras a nuestro alrededor todas las animaciones son fluidas y corectas. 

 

 

Esta forma de control tiene su contrapunto en unos QTE -quick time event- y unas 'funciones gestuales' que nos obligarán a realizar determinadas combinaciones de botones y diversos giros de stick derecho siguiendo las instrucciones de la pantalla. El resultado final es que algo tan cotidiano como prepararle la merienda a tu hijo se convierte en una pesadilla de dar vueltas por la casa como un pollo descabezado, una serie de movimientos del stick hastapara abrir la puerta de un armarito, y la frustración de no saber dónde narices están las cosas en tu propia casa.

 

El último punto negativo de todo esto es el combate, que sigue la obsesión de Cage por las grandes peleas duraderas en las que los enemigos deben recibir muchos golpes para ser derribados y que a golpe de QTE ofrece unas coreografías sin sentido que, al final, te hacen esbozar una sonrisa y no creertelas demasiado. Para que lo entendáis: Todos nuestros personajes pelean como el agente Bourne.  

 

 

Y sin embargo, Heavy Rain sigue estando bien.

Ahí siguen su historia y su ambientación, la facilidad que tiene para transmitir una tensión que resulta fácilmente asimilable por el jugador y el magistral trabajo de música que lleva a sus espaldas. Heavy Rain es brillante como pelicula interactiva, es una obra muy a tener en cuenta por todo lo que supuso en su momento y sirve para entender la historia del videojuego y su evolución. 

 

Por otro lado, tiene unos fallos en su jugabilidad que a día de hoy ya no son tan perdonables. Unos fallos que podrían haberse solucionado con la inclusión de un método de control más cercano al de Beyond: Two Souls y que, si bien no arruinan la experiencia de juego, sí que te sacan de esa inmersión que tan interesante nos resulta. 

 

Y es que, por muy fan de David Cage que me confiese, a día de hoy no es de recibo que me saques de la historia por tener que hacer un movimiento para afeitarme, bailar el Macarena buscando un inhalador para un personaje asmático, o caminar como si fuera un coche y conducir en automático.

 

 

Resumiendo

Heavy Rain sigue teniendo muchas cosas buenas y siendo recomendable para todo aquel que no lo disfrutara en su momento y quiera darle una oportunidad a Cage. Sigue manteniendo todas esas pijaditas interesantes como la forma de investigación de Jayden con su ARI, que ofrece una versión muy adelantada de la Realidad Virtual y sus usos en el mundo real, y sigue siendo una historia que no está nada mal. 

 

Por otro lado, su maldito control y lo mal que ha envejecido su mecánica hacen que no sea apto para todos los públicos. Si te gustan las aventuras gráficas y te da igual la jugabilidad en lo que respecta al movimiento, compra. Si eres más de plataformas y shooters y te desespera lo lento que se mueven los muñequitos en las aventuras gráficas, ni lo intentes. 

 

¡Nos leemos!

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