Analisis Hearthstone Heroes of Warcraft ,IOS,PC

Hay muchas cosas buenas en HearthStone, pero sin duda, la mejor, es que es un regalo de Blizzard a toda la comunidad del videojuego que durante tantos años la ha acompañado. Desembarázate del miedo de acceder a un F2P y hazlo con el presente videojuego, no te arrepentirás: accesible, retante, divertido y sin pagar un duro. Si te gustan los juegos de cartas coleccionables o sencillamente has querido meterte alguna vez en ese universo pero nunca te has atrevido por miedo o motivos económicos, HearthStone es tu elección. Y por muchos motivos, pero es mejor ir poco a poco para intentar comprender qué es lo que encierra en sus entrañas la producción americana y por qué tantos se rompieron las vestiduras durante los últimos meses para conseguir acceso a la beta.

 

Es un videojuego de cartas que, como decía, está absurdamente estudiado y bien creado. Una visita por Twitch y lo entenderás todo: no es la popularidad de DOTA 2 o League of Legends, pero la creación de Blizzard, a la espera de Heroes of the Storm, logra situarse en el podio detrás de los gigantes de Riot y Valve de forma regular. Algún secreto encerrará, ¿no? Probablemente, ese concepto de ‘una partidita y me marcho’ nunca había sido tan satisfactorio: encuentros ágiles, contiendas rápidas, un ganador, un perdedor, y unos puntos para ahorrar en sobres. ¿Hay truco con ellos si gastas dinero de verdad o puntos de juego? Bueno, abrí mi primer sobre con dinero del juego y apareció una criatura legendaria. Suertudo que es uno.

 

 

Una vez aceptas el concepto, una vez te has adentrado en la batalla y has ejecutado el brillante tutorial (directo, rápido de comprender y sales de allí sabiendo jugar perfectamente) comienza tu aventura con los naipes. No hay grandes florituras, no tiene grandes complicaciones y prácticamente lo que ves es lo que hay. Eso significa que el interfaz es fácil de comprender y aún más fácil de dominar, por lo que nada debería impedirte el lanzarte a pegar cartonazos en pocos minutos con gente de toda la red. Hasta el matchmaking parece amistoso: no será excesivamente difícil vencer las primeras partidas y no resultará muy complicado comenzar a sumar puntos para nuestra cuenta personal. A partir de ahí, y abandonado la primera baraja, tocará escoger nuestro camino según vayamos desbloqueando posibilidades.

 

Me resulta inevitable no pensar en Magic y pensar en las características tópicas de los mazos blancos y la suma de vidas con criaturas de poco daño pero de fácil acceso; las negras de fácil suma de maná y drenaje de vidas; las rojas de daño directo; las verdes de potentes criaturas o las azules de control absoluto. Aquí viene a ser lo mismo, pero representado por personajes y por características, que se diferencian entre sí por las habilidades que cada uno tiene en su poder y las cartas que podrá usar. Luego, hay una serie de cartas que pueden ser utilizadas por cualquier mazo, pero no suelen tener características exclusivas como las que sí tienen las citadas por magos y hechiceros. Grosso modo: artefactos del juego de Richard Gardfield.

 

 

Puedo llegar a comprender el miedo de muchos usuarios de tiempo presente al respecto de los F2P y de los nuevos modelos de videojuego que han llegado en los últimos tiempos de improvisto y sin avisar, pero creo que de todos ellos, HearthStone, podría ser el más manso de la jauría de DOTAs y League of Legends que acechan en los últimos tiempos al juego tradicional. Para entendernos: estando como está el mercado, si a Blizzard se le hubiese antojado vendernos por un precio X su producción, ni nos habría extrañado, y más atesorando la calidad que atesora. El hecho de que haya aparecido en F2P es un regalo para el usuario medio que no deberías pasar por alto.

 

Hoy HearthStone es lo que ves, pero con el tiempo y el empuje que está recibiendo por parte de los jugadores de todo el mundo, llegará a más. Es cuestión de tiempo que la producción de Blizzard encuentre su lugar en el abarrotado mercado del deporte electrónico y que gracias a él el usuario saque partido de ese fabuloso mundo, para muchos todavía desconocido, y pueda ser partícipe de las muchas formas en las que uno puede participar hoy en día.

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