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Analisis GreedFall ,PC

Cómo te he echado de menos... 
Martes 10 de Septiembre de 2019 por Rafa del Río

GreedFall llega por fin a Xbox One, PS4 y PC para cubrir un hueco y cubrir unas necesidades que Elex no acabó de satisfacer del todo. Los padres de Bound By Flame, y Of Orcs and Men vuelven a hacer lo que mejor saben y retoman su estilo Technomancer para ofrecer un RPG muy resultón que sin duda cumplirá las expectativas de los amantes de este formato tan propio dentro del género. 

 

 

Haciendo las américas

GreedFall toma como punto de partida la colonización de una nueva isla descubierta en su particular mundo. Un mundo que da una lectura muy diferente al Descubrimiento tomando de forma muy crítica el papel de la colonización de las 'nuevas tierras'. En nuestro papel como legado -o legada- de la congregación de comerciantes, deberemos vigilar los intereses del nuevo gobernante de la isla -nuestro primo- mientras tratamos con los indígenas, la Iglesia, los intereses de varias naciones en pugna por el poder y los nautas, encargados de los viajes por mar. 

 

Afortunadamente GreedFall huye de hacer una lectura histórica de los acontecimientos y, sin perder altas dosis de componente crítico, nos invita a perdernos en su forma de plasmar un mundo muy diferente al nuestro. La presencia de armas, vestimentas y elementos históricos se dan la mano con elementos mágicos, religiones inventadas, espiritualidad y culturas propias para crear una mezcla que choca y engancha a partes iguales. Sobre todo cuando vamos profundizando en las creencias de los nativos y los elementos que invitan a pensar que no es la primera vez que 'se descubre' esta isla. 

 

 

El Emisario

En nuestro papel de legado nuestra misión es velar por los intereses de los comerciantes y de nuestro primo en particular. No obstante, según vamos profundizando en su red de intrigas, mentiras y alianzas, acabaremos por forjar nuestro propio camino a base de decisiones y comportamientos que nos valdrán la amistad o la repulsa de las diferentes facciones. Siguiendo la estela de Mars: War Logs y Technomancer, Spiders crea una historia plagada de traiciones y giros de guión en la que ser bueno no significa hacer las cosas bien. Una aventura en la que tiraremos de espada más de lo acostumbrado contra PNJs que esperen lo ineperable de nosotros. 

 

A pesar de mantener una postura neutral en principio, GreedFall nos invita a tomar partido cambiando su historia a cada paso que damos. Esto hace de él un título con mucha rejugabilidad que merece jugarse, al menos en su primera vuelta, siguiendo al corazón. Los aliados, los enemigos e incluso nuestros compañeros de equipo van forjando con sus peticiones el hilo de una historia que empieza flojita pero, poco a poco, va cogiendo buen ritmo hasta conseguir enganchar por méritos propios. 

 

 

Por la espada

GreedFall ofrece varios modos de juego según su dificultad, con un reto que ya se nota en el nivel eintermedio y que se hace muy duro en los superiores. El estilo de combate incluye armas de filo y cuerpo a cuerpo junto a ánillos mágicos, hechizos, trampas y armas de fuego, siendo estas últimas la mejor forma de eliminar el blindaje de los enemigos y empezar a hacerles daño 'de verdad'. En movimiento no mata en ninguno de los sentidos, ni para bien ni para mal, si bien hay que reconocer que en Spiders han hecho sus deberes convirtiéndolo en algo digno que permite alardes como el bloqueo, la contra, la esquiva y los ataques especiales. 

 

Según la clase que elijamos nuestro personaje será más ducho en las armas de filo, las armas pesadas, las pistolas, las trampas o la magia, si bien más adelante podremos desbloquear varias habilidades y talentos. Estos nos permitirá tener personaje multiclase y, siguiendo el estilo de viejos clásicos como Risen y Two Worlds, aumentar nuestras posibilidades de convencer en los diálogos, forzar cerraduras, construir objetos, mejorar armas y armaduras, acceder a determinados lugares, hacer mejores hechizos y un largo etcétera. 

 

 

Mantén al día tu equipo

Gran parte de lo que Spiders hace bien corresponde no sólo a la historia en sí y sus ramificaciones, sino también al equipo y cómo lo gestionamos. Las habilidades de artesanía y ciencia nos permitirán crear trampas y pociones así como crear diversos componentes y piezas con los que variar el efecto y el aspecto de nuestras armas y armaduras. Podremos aumentar la perforación, daño, daño elemental y demás de las armas así como mejorar el equilibrio y blindaje de nuestras prendas u otorgar jugosos extra como bonificadores de habilidad.

 

Por si esto fura poco, en GreedFall el equipo tendrá importancia fuera de la batalla, podiendo disfrazarnos de miembros de las distintas facciones para acceder a lugares prohibidos, mejorar nuetras posibilidades en las conversaciones y enterarnos de secretos. Por si fuera poco, según quienes decidamos que nos acompañen en una u otra misión la historia se adaptará. Surgirán nuevos acontecimientos y situaciones que en ocasiones nos serán favorables y en otras nos valdrán la muerte, por lo que merece la pena pensar muy bien en quién nos acompañará antes de entrar en uno u otro lugar. 

 

 

Compañeros de por vida

GreedFall incluye un motor de compañeros muy BioWare que, afortunadamente, logra trascender el estilo clásico de la compañía al ser algo más que una decisión técnica para la batalla y tener peso en las conversaciones y la diplomacia con otras facciones. Desde el principio con nuestro viejo amigo el capitán de la guardia, el padre Petrus, la indígena Siora o el capitán nauta Vasco, el mundo reaccionará de distinta forma a nuestra presencia según vayamos acompañados.

 

Se mantiene, cómo no, el deseo de Spiders de ser 'la nueva BioWare', lo que se traduce en barra libre a la hora de tirar ficha a los camaradas si no os importa sentiros como Alfredo Landa o la madre de Aída en sus mejores momentos. También es posible cultivar la amistad, algo mucho más aconsejable, cumpliendo distintas misiones en compañía y compartiendo conversaciones a lo largo del juego. 

 

 

No es un triple A

GreedFall no es un triple A, y esto es algo que se nota para bien y para mal. El sistema de viajes huye del mundo abierto para ofrecer escenarios abiertos interconectados entre sí a los que accedemos según vamos viajando a las zonas cercanas. Algo muy al estilo Fable, como si de un puzzle se tratara. Una vez descubierto un campamento, una casa del legado o una piedra de viaje, podemos volver a ese sitio cuando queramos, pudiendo optar por viajar a pie o contratar una caravana para llegar a lugares inexplorados previamente.

 

La puesta en escena no está nada mal con un Silk Engine que dice adiós al aspecto generalmente cutre de este formato del género. Buen diseño de escenarios plagados de cofres y recursos, buen diseño de enemigos con algunos realmente chungos, y buena música con un doblaje más que correcto, eso sí, en inglés con subtítulos en castellano. Menos bien por la decisión de repetir escenarios como los campamentos, las casas del protagonista y los palacios, que son todos iguales. Mención negativa también para los PNJs que están de relleno. Lo ciudadanos y demás que están por ahí un poco como pollos con cabeza. No obstante, el entramado de las calles y cómo estas cambian del día a la noche y lo precioso de algunos de sus parajes sirven para darle el OK a un juego que, además, sale a precio reducido aunque no mucho: 49 euros.

 

 

Veredicto

GreedFall viene a cubrir el hueco que los seguidores de juegos como Risen, Two Worlds, Elex o el propio The Technomancer sentíamos en el catálogo. No es la última maravilla del mundo, pero si te gusta el género, y más en este formato en concreto, estamos ante un aspirante más que digno a copar nuestras horas durante la vuelta al cole que no os decepcionará. 

 

Ligero al principio, más contundente según vamos avanzando, GreedFall sigue cometiendo pecados como cofres con brilli-brilli cuyo contenido nadie echará de menos, combates alocados contra bestias enormes, compañeros sin vida propia que siguen al héroe porque es su deber y conversaciones que nos dejan con ganas de más opciones para elegir. 

 

Sin embargo, también incluye todo eso que echamos cada vez más de menos: tiradas de carisma, robar sin castigo, ser los salvadores de la humanidad, un componente crítico que le viene de lujo a la cosa y muchas, muchas ganas de hacer algo entretenido. Puede que no sea un ocho tan resultón como Remnant y que no sea espectacular, pero si tú no has venido por el combate sino por la historia y te has quedado por la exploración, sin duda GreedFall logrará engancharte con todo lo que hace bien a pesar de sus pecados. 

 

¡Nos leemos!

8

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