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Analisis Gears 5 ,XONE

El mejor Gears con diferencia
Miercoles 04 de Septiembre de 2019 por Rafa del Río

Llevo un rato mirando el gestor sin saber cómo empezar, y sólo se me ocurre una: Gears 5 es graficamente lo más impresionante que he jugado hasta la fecha. Es bonito, es sólido, es contundente y se mueve tan bien y de forma tan espectacular que jugar luego a otro videojuego es una condena para el título a comparar. Sin embargo, decía mi abuela que de lo bonito no se come, y afortunadamente Gears 5 no es sólo un culo bonito -el de Fahz- sino también el videojuego más inteligente que ha salido en Xbox One. 


El giro ideal

Gears 5, su campaña, nos sitúa poco tiempo después de los acontecimientos de Gears of War 4. Tras una intro que recopila los sucesos más importantes del nuevo arco agumental de la saga nos encontramos con Del, JD, Kait y Jack en sus esfuerzos por reactivar el Martillo del Alba. Sin profundizar en el argumento porque no pienso destriparos absolutamente nada, la forma en que la gente de Rod Fergusson ha decidido retomar la historia es soberbia a niveles que superan incluso al primer Gears of War y su facilidad para sorprendernos. Los escenarios del primer acto, las conversaciones del equipo, las situaciones y el desenlace para encadenar con el segundo acto son sencillamente brillantes, respetando en todo momento la función de cada uno de sus personajes y pasando al fin el testigo a Kait. 

 

El primer acto es sólo un precalentamiento de todo lo que ha de venir. Os adelanto que no, ese mundo de hielo que habéis visto en las promos no es, ni de lejos, el único escenario abierto que encontraréis en Gears 5. Con Kait a los mandos y todo lo que va sucediendo alrededor de ella, Gears 5 comienza a desplegar todo su potencial en un increscendo que dura hasta el final. Su relación con su madre, los pecados de la vieja CGO, lo que no sabíamos de las Guerras del Péndulo antes del Día de la Emergencia, la presencia de la URI, los de Gorosnaya y los nómadas... Gears 5 va respondiendo todas las preguntas ampliando su lore y su hasta ahora reducido mundo al explorar viejas y nuevas localizaciones de Sera que complementan la historia ampliando su marco geográfico.

 

 

Un mundo inteligente

Por si esto fura poco los escenarios abiertos, las bases y las localizaciones al margen ofrecen todo tipo de información en forma de documentos, placas, objetos y tofeos. Elementos que completan el lore y hacen que entren ganas de saber más, mucho más, de lo que sucedió a raiz de la temible Guerra del Péndulo. Sin embargo, lo mejor de estos escenarios abiertos es su aspecto y cuidado al detalle. Lejos de ser genéricos o estar plagados de marcadores, los escenarios abiertos de Gears 5 ofrecen rincones impactantes que cumplen como elementos narrativos por sí mismos al contar algo que sucedió, eplicándonos cómo era el mundo y enriqueciendo la experiencia visual y jugable de Gears 5.

 

Cada escenario tiene su propia idiosincrasia que lo distingue del resto. Un conjunto propio de normas, funcionalidad y forma de presentar un determinado capítulo de la historia de Sera que huye de la monotonía de repetir rutinas para alcanzar un fin. Todo está implementado de forma natural para que la historia fluya tan bien como lo hace la acción. Por si fuera poco, cada uno tiene su ambiente, sus enemigos, su historia y ese exquisito diseño de niveles de la que hace gala Gears of War desde los inicios y que en Gears 5 está multiplicada por mil en su belleza, impacto y solidez. Las ciudades de Nueva y Vieja Esphyra, un hangar impresionante de cohetes, una instalación subterránea, una ciudad perdida en el desierto...  todos los escenarios de Gears 5 están pensados al milímetro para ser especiales y únicos, incluso los rincones más alejados que sólo unos cuantos locos llegaremos a ver. 

 

Aquí es donde cobra sentido el esquife. Un sentido dotado de mucha coherencia y que, afortunadamente, no nos invita a luchar contra otros vehículos por sistema a lo largo de la exploración. La parte del esquife es de exoploración, y The Coalition ha sido coherente con esta intencionalidad al no desgarrar la experiencia de libertad, movimiento y exploración con oleadas incesantes de vehículos enemigos. Puede que haya partes de acción con algunos peligros en el camino pero, en lo general, el esquife funciona como una pausa para relajarnos y explorar el escenario a nuestro aire, algo de agradecer y que contiene algunos momentos muy ricos de la experiencia.

 

 

Romero santo, santo Romero

The Coalition se las ha arreglado para conseguir lo imposible: crear un Gears que es 100% Gears y, a la vez, un juego totalmente diferente a lo que consideramos Gears of War. Las mejores partes de la fórmula no sólo siguen ahí, sino que han sido potenciadas para que funcionen mejor, mucho mejor que en los capítulos anteriores. El gunplay sigue siendo tremendo, mejorado con la respuesta a los mandos y el rendimiento de las viejas armas, que funcionan de forma más contundente. A esto se unen otras nuevas que incluyen una experiencia de juego distinta a las ya existentes.

 

Disparar nuestro viejo amigo, el Lancer, resulta tan satisfactorio como siempre. Sobre todo tras una recarga activa, momento en el que notaremos la potencia de cada disparo y un aumento en la velocidad del arma. La Gnasher sigue siendo una gozada y la pistola Boltock se ha convertido en mi favorita a corta, media y larga distancia para los headshots. La Trituradora resulta letal a corta distancia, y el Embar sigue siendo la mejor opción, junto al rifle franco, para reventar melones en la lejanía. Ahí sigue el Enforcer, ese arma como de juguete que es lo mejor para acabar con los DeeBees en todas sus formas, y por supuesto el Hammerburst y su rollo FAL de ráfagas cortas. Todas con su propio y devastador gunplay cuyas posibilidades y estrategias propias aumentan con la presencia de las armas pesadas, el Drop-Shot, el arco explosivo, las nuevas adquisiciones que os dejamos descubrir por vosotros mismos y, por supuesto, el Martillo del Alba. 

 

 

Salga lo malo, entre lo bueno

Pero esto no va de armas, o no sólo de armas, al menos. Gears 5 depura su fórmula de juego cambiando la rutina de las coberturas y convirtiéndola en una mecánica abierta que podemos -o no- introducir libremente en nuestras estrategias para solucionar los enfrentamientos. Es esa palabra, estrategia, la clave de todo lo bueno y nuevo que ofrece Gears 5 respecto al resto de la saga. Olvídate de correr, llegar a una cobertura, cubrirte, disparar y moverte de un parapeto a otro para afrontar oleada tras oleada en una danza infinita. Gears 5 se las apaña para reinventar la fórmula con un interesante catálogo de novedades en los que las coberturas no son el núcleo duro, sino tan sólo un elemento más que podemos usar, o no. 

 

Aquí es donde entra en juego Jack. Un Jack renovado y cargado de posibilidades que ya sea en solitario o en compañía nos permitirá elaborar ambiciosas estrategias de combate para cada enfrentamiento. Volvernos invisibles para flanquear al enemigo, eliminar a los francotiradores y llevar a cabo un ataque en pinza. Desplegar una barrera y cargar con armas pesadas contra las filas del enjambre. Envíar un pulso que desvele la posición de los enemigos para establecer nuestro plan de ataque. Usar la protección para cruzar zonas peligrosas y flanquear a los jefes. Lanzar un destello que confunda o incluso congele a los enemigos más grandes para acribillar sus puntos débiles... 

 

Las posibilidades gracias a Jack son inifinitas, y mejores aún cuando jugamos en equipo y somos nosotros o un compañero el quienes maneja al simpático robot. Habilidades como la curación bajo demanda nos permiten enfocar el combate de una forma nunca vista y emular las cinemáticas de Cole, Marcus y Dom en los primeros Gears haciendo lo imposible con una velocidad pasmosa y un control tremendamente intuitivo. Agarrar a un enemigo al otro lado de una cobertura y tirar de él hacia ti, acuchillarlo, rodar, colocar una granada en la espalda de un Sción, rodar, escuchar el glorioso chof a nuestras espaldas... Y luego, sin cobertura, en medio de la batalla, dedicarnos a meter una bala en el entrecejo a cada enemigo con la ayuda de la Boltock para terminar cortando en dos a un yumi con la sierra de la Lancer. Esta es tan sólo una de las coreografías maravillosas que he visto realizar a Kait sorprendido de ser yo quien estaba manejándola y disfrutando cada puñetero segundo.

 

 

Jack o'Lantern

Jack es uno de los elementos sobre los que gira la evolución de la jugabilidad en Gears 5. Lejos de permitirnos mejorar a nuestros Gears en campaña, Jack se convierte en el eje de los componentes más RPG -sin llegar a ser RPG- del juego. La clave está en los componentes, un nuevo añadido de la mano de Blaird que nos permitirá mejorar las habilidades, sigilo, camuflaje, ataque, blindaje y más de nuestro acompañante robótico. Así, según vayamos avanzando en la campaña y explorando algunos escenarios fuera de la trama principal, Kait y sus amigos irán encontrando componentes para realizar estas mejoras, elementos que aplican directamente una mejora final a Jack, y nuevos poderes y aplicaciones. 

 

The Coalition crea un juego terriblemente inteligente con la inclusión de un personaje que cumple un buen puñado de funciones. Jack es leveable, es un compañero único para la batalla y nos permite cambiar la experiencia de juego y establecer estrategia en función de sus habilidades. Para colmo nos anima a explorar unos escenarios abiertos plagados de rincones que merece la pena explorar, y no sólo por sus tesoros. A esto se le une una más sabia concepción del enfrentamiento que huye de las absurdas oleadas de Gears of War Judgment y Gears of War 4. En Gears 5 los enemigos se introducen de forma mucho más natural tanto en el juego como en la historia, lo que ayuda a disfrutar más del enfrentamiento sin esos objetivos de People can Fly que se cargaban la ambientación del juego.

 

 

La bad company de la nueva CGO

Otra de las cosas que funcionan bien en Gears 5 es su plantel de personajes, los diálogos y cómo estos fluyen de manera natural a lo largo de cada minuto del juego. The Coalition ha conseguido jugar con personalidades muy distintas y crear un elenco que funciona de lujo elevando la calidad de este elemento aún más respecto a entregas anteriores. Lejos de los alardes de testosterona de los primeros episodios y del tono Ubisoft del cuarto, Gears 5 encuentra al fin su voz con una experiencia cinematográfica en game que os arrancará más de una sonrisa, alguna carcajada y un par de lágrimas. 

 

Gears se reinventa en este aspecto en su quinta entrega, y lo hace con diálogos que van cubriendo cada acción que llevamos a cabo adaptándose a cada situación y cómo la llevamos a cabo. Desde la maravillosa Kait al cabezahueca de Fahz, la versión calvorota de Blaird, el malas pulgas de Marcus, el machotísimo Old Spice de Cole, y Del, y Jinn, y Paduck, y Jack, y JD... Cuantos más personajes hay en pantalla, más posibilidades de disfrutar de un guión delicioso lleno de frases épicas y con todas sus voces perfectamente interpretadas en castellano por los actores de siempre de forma magistral. Ni un grito a destiempo, ni una expresión fuera de tono... y todo lleno de chistes, bromas, partes intensas, sorpresas y un sin fin de líneas que convierten la aventura en algo que da gusto experimentar.

 

 

Y por supuesto Kait

Kait es... Joder, Kait. Me atrevería a decir que la mejor protagonista femenina de un videojuego hasta la fecha, con perdón de mis queridas Aloy, Lara Croft y Nico Goldberg. La mezcla de dureza y fragilidad, de lealtad y cabezonería, de independencia y compañerismo la convierten en la forma a seguir en el futuro. Kait es dura sin ser la Teniente O'Neal, está rodeada de testosterona sin ser la Pitufina, tiene movida familiar sin ser Jane Eyre. Está tan lejos de ser una drama queen como de ser un arquetipo machacado con el que justificar una nueva moda con la que contentar a la inquisición tuitera. 

 

Kait es increíble, la mejor opción de The Coalition a la hora de plasmar Gears 5 y un personaje del que es imposible no enamorarte, al margen de tendencias y géneros. La impecable voz de Olga Velasco no da puntada sin hilo en cada comentario, cada grito, cada broma o cada resoplido. El conjunto de Olga y Kait Díaz funciona bien, terriblemente bien, y junto al impactante aspecto del juego, sus escenarios y su jugabilidad, convierten a Gears 5 en una experiencia de esas que debes vivir una vez en la vida, al menos. Más allá de eso, su elección lógica como protagonista indiscutible la convierten en el estandarte de esta nueva forma de ver la saga que puede deparar grandes sorpresas en el futuro. 

 

 

Y llegan los eSports

Me estoy centrando en la campaña y los cambios, pero si toca hablar de cambios, no podemos pasar por alto los incontables modos cooperativos, competitivos y eSports que incluye Gears 5. Es una barbaridad. A los modos PvPs sencillos entre los que ya destacamos el modo arcade tras su beta, se unen ahora los ambiciosos modo Horda y modo Escape. Dos modos de juego online que multiplican la vida útil de Gears 5 hasta el inifinito y más allá y que funcionan teriblemente bien gracias a los servidores ddicados de 60 Hz. que Microsoft ha creado para Gears 5. Y se mantiene por supuesto el cooperativo del modo campaña de hasta tres jugadores online y local a pantalla partida, un plus de oro sobre todo cuando manejas a Jack por sus mecánicas inéditas en Gears.

 

El modo Escape es una demostración del buen hacer de Microsoft y The Coalition que, sin duda, dará para hablar y mucho los próximos días. En su parte más accesible deberemos elegir a uno de los tres personajes disponibles: Lahni, Keegan y Mac, cada uno con sus peculiaridades, cartas propias y habilidades. Sin camino marcado y sufriendo el constante ataque de las hordas enemigas, deberemos escapar de una colmena con su indispensable jefe final. Sin embargo esto no es todo: Escape nos permite crear nuestras propias colmenas del enjambre con la ayuda de Blaird e invitar a nuestros amigos a superar sus retos como si de un juego de Workshop se tratara. 

 

Respecto al modo horda, se notan los cambios, muchos y muy necesarios, que lo convierten en el mejor modo horda de Gears hasta la fecha, con diferencia. La posibilidad de elegir distintos personajes y que estos tengan su propio arsenal, ventajas, habilidades, cartas y armas otorgan a este 5PvE de un componente MOBA gracias a la posibilidad de invertir energía en nuestras ventajas y convertir cada enfrentamiento en un pulso estratégico contra los ejércitos del enjambre. 

 

 

Magia en movimiento

Y para el final, el último elemento brillante de Gears 5: su puesta en escena. Para el análisis he jugado a Gears 5 en una Xbox One X y un televisor Samsung 4K MU6405 de gama media -476 euros- con un HDR10 a años luz de los modelos superiores. A pesar de ello, Gears 5 se ve impactante gracias, en parte, a un extenso menú de opciones de vídeo que nos permite configurar el juego y el HDR a la perfección para sacarle todo el jugo. La iluminación y las sombras vía ray tracing convierten cada segundo de juego en un espectáculo a 60 FPS y 4K nativos que se sienten y se mueven de forma increíble. Comentaba que es lo más bestia que he visto nunca en un videojuego porque, realmente, Gears 5 es lo más bestia que he visto nunca en un videojuego. La forma en que se mueven las sombras con la luz de Jack, los colores, la definición, los componentes del escenario... 

 

Todo en Gears 5 está hecho para cortarnos la respiración por lo titánico de sus puesta en escena. Cuando entras en escenarios enormes como el hangar o te enfrentas a alguna tormenta, el resultado es pura gloria. Sin duda, más allá del trabajo gráfico se encuentra la labor de diseño de unos escenarios que, como comentaba más arriba, cogen lo mejor de la saga y lo potencian con un resultado pasmoso. Las ruinas, las llamaradas, los efectos del hielo al romperse, las ventiscas o la sangre saltando a nuestro alrededor... Y todo corriendo de lujo en la pantalla y sonando aún mejor en los auriculars gracias a la tecnología Dolby Atmos y el sonido 3D, acompañado por el gran doblaje y las buenas melodías reinterpretadas para la ocasión. 

 

 

El juicio

Estamos ante lo mejor que he jugado esta generación en muchos de sus aspectos. Para muchos será una locura tratándose de un Gears, pero Gears 5 es mucho más que 'un Gears'. Está tan lejos de ser 'otro Gears' como ClapTrap de ser Beyoncé. Detalles como la IA de los compañeros que no se dan paseitos mientras entras con sigilo en una zona, la eliminación de indicadores en pantalla, las animaciones, que no pierdas el arma pesada por abrir puertas o que los diálogos se adapten a lo que está ocurriendo a pesar de tener múltiples opciones, son sólo el principio. 

 

Gears 5 reinventa el género en muchos aspectos. La forma que rompe con las coberturas siendo un shooter de coberturas permite introducir un componente estratégico inédito que recae sobre el uso que le damos a Jack en solitario o cómo lo manejamos en cooperativo. Los escenarios abiertos se reescriben al huir de las rutinas -atalayas/fuertes/puntos de control-, el recadeo y los coleccionables absurdos. Para colmo, el esquife cumple su papel de paravela al permitir movernos entre las localizaciones sin necesidad de recadeo ni misiones de recoger plantas. Sólo por el placer de la exploración, ver rincones bonitos y saber más de su lore.

 

El resultado que da en pantalla es impresionante, un avance de lo que será la próxima generación, y por mucho que busco un motivo para no verlo sobresaliente, me resulta imposible. No hay bugs, no hay glitches, el doblaje es perfecto, la historia es potentísima, la jugabilidad se ha reinventado a sí misma... Y para colmo incluye unos modos online hypervitaminados igualmente novedosos en su planteamiento que consiguen revolucionar los elementos que toma para crear algo mayor a la suma de sus partes. 

 

Recomendar Gears 5 es fácil, es obligatorio. En mi corazón es un 10, un must play en toda regla que además viene de salida en Xbox Game Pass con un extra: todos los contenidos de la edición Ultimate gratis para quienes jueguen antes del 16 de septiembre. Si tienes Xbox Game Pass Ultimate podrás jugarlo antes, mañana mismo, totalmente gratis y recibiendo todos esos contenidos. Para colmo, si pasas de suscripción y prefieres comprarlo, es Play Anywhere, por lo que podrás jugarlo en Xbox One y PC comprando una sola copia. En definitiva, Microsoft y The Coalition han cumplido de sobra. Ha tardado en llegar, pero cada minuto de desarrollo ha merecido la pena. 

 

¡Nos leemos!

9.5

/ 10


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