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Analisis Fast Racing NEO ,WIIU

No es un nuevo F-Zero, pero cumple.
Miercoles 09 de Diciembre de 2015 por Víctor Junquera

Shin'en son uno de esos pequeños grandes estudios a los que se les coge un aprecio especial por seguir apostando por esos géneros abocados a desaparecer en la industria actual, y a decir verdad, es fantástico que quieran pujar por la 'pureza' de ese género desaparecido de carreras futuristas que tanto abundó antaño y que hoy en día parece haberse fusionado con los arcades de carreras 'familiares' como Mario Kart 8 o Sonic & All-Stars Racing. Los 200cc de Mario Kart 8 son lo más parecido a un nuevo F-Zero que hemos tenido en muchos años, y a pesar de que Fast Racing NEO apunta a ese lugar deseado, seguimos sin tener un digno sucesor.

 

Fast Racing NEO es un buen arcade de carreras, uno estándar, por decirlo de alguna forma. Es un título que se basa en varios de los patrones del Fast Racing League original de WiiWare (el servicio digital de Wii al que no mucha gente hacía caso), y le añade algún elemento más a cambio de descartar un poco de riesgo en sus circuitos. Es un juego muy de rectas, curvas ligeras que se dificultan por el control y barreras, muchas y agradecidas barreras laterales con las que chocar.

 

Técnicamente cumple muy bien. Fluido y sólido como él solo.

 

Por desarrollo y contenido no le podemos pedir más a Fast Racing NEO, ni mucho menos por apartado técnico. Muestra 16 circuitos bien variados, divididos en cuatro copas que a su vez se pueden jugar en varios niveles de dificultad/velocidad, como buen arcade clásico que es, y muestra mucha fuerza bruta bien estable a velocidades de vértigo con una decena de contendientes en pantalla. En ese aspecto, cumple para todos aquellos que esperasen cualquier tipo de juego del género en alta definición (con permiso de WipeOut HD).

 

Pero a pesar de todas sus virtudes a la vista (y al oído, si lo que quieres de un juego así es el technazo más estridente y repetitivo) tiene un gran problema que se demuestra a los mandos del juego, y es que, poniéndonos en la comparativa de los dos mayores exponentes del género, quiere tener la velocidad de F-Zero por los circuitos de WipeOut, con un control que no es acorde a ninguno de los dos. Sin meternos en la comparativa, se puede decir que el juego te acostumbra sin querer chocar y te hace ver que no hay otra opción más allá de chocar mucho contra los límites de la pista, y sufrir cuando esos límites no están.

 

Con multijugador de los buenos. También online, claro.

 

Por norma general se agradece que Fast Racing NEO sea muy exigente. Es exigente y difícil hasta en el primer nivel de dificultad, en este aspecto no es un Mario Kart en el que hasta que no llegas a los 150cc no hay desafío real, no. Aquí el reto está desde el principio, desde tener que repetir varias veces el primero de los campeonatos hasta dar con la clave del estilo de bólido que encaja con tu forma de pilotar (hay varios, claro, con diferentes características de aceleración, velocidad máxima y peso), pero nada de todo ese aprendizaje y de todas esas elecciones evitará que vayamos frotando la carrocería por los quitamiedos de cada pista.

 

Se puede decir que Fast Racing NEO es un juego que termina siendo muy simple para todas las pretensiones que conlleva (o más bien para la relevancia que el público ha querido darle). Se queda un tanto plano tanto a nivel de mecánicas como si hablamos de la combinación de éstas con los circuitos ofrecidos. La mayoría de los circuitos son bien simples, con tan sólo un par de momentos bien diferenciadores en cada uno, y no es que haga falta tener loopings constantes, pero hasta en el original de Wii había más variedad que aquí.

 

Demasiadas rectas de poca visibilidad y demasiadas curvas imposibles de dar bien.

 

El elemento diferenciador de este juego es que los turbos repartidos por la pista dependen del color que llevemos en la nave. Podemos cambiar entre rojo y azul tanto para coger los turbos correspondientes y generalmente la trazada a seguir es muy evidente, pero aquí no hay riesgo sobre coger un turbo en mal momento o no, ya que salvo en un circuito puntual (con desierto y rocas a los lados de la carretera, es muy fácil salirse o estrellarse con nefastas consecuencias), las curvas no están para molestar o para frenarnos, sino para dirigirnos todo lo que la nave no pueda, y es que incluso aunque pulsemos el giro, el impulso lateral y el freno, hay que lijar muchas paredes si queremos llegar a los puestos más altos de la tabla.

 

Fast Racing NEO es un arcade de carreras futuristas simple, pero cumple con lo que se le puede pedir a un juego de 15€, y más aún con posibilidades online y no pocas horas de juego para quien quiera sacar el máximo partido a todas las copas y circuitos en todos los modos de juego. No es el sucesor de F-Zero que todo el mundo esperaba, ni mucho menos. Aunque sí que estaría bien que fuese éste el juego que encabezase un nuevo movimiento por rescatar un género abandonado, hay mucho, mucho por mejorar en cuanto a las intenciones del propio juego, el aprendizaje o la capacidad de hacer que esa posible frustración por la dificultad (dada en parte por un control no muy correcto) se convierta en alicientes para seguir disfrutando.

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