1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PC

Analisis Dragon's Dogma: Dark Arisen ,PC

Una joya recuperada y mejorada para PC.
Jueves 14 de Enero de 2016 por Bruno Louviers

Visualizad lo siguiente: un mundo abierto bastante grandecito, aunque con un diseño por debajo de otros juegos actuales como The Witcher 3 o Fallout 4; enemigos gigantesco que no tienen el carisma de los jefes de Dark Souls ni la envergadura de algo como Shadow of the Colossus; ese toque japonés en el rol y la acción, pero sin llegar a ser tan brillante ni complejo como un hack 'n slash de Platinum Games; y el poder montarse en los jefes para sacudirles, que es algo propio. Eso es Dragon's Dogma Dark Arisen, grosso modo.

 

Es complicado defender un juego que no es perfecto y que ha sido superado en todos los ámbitos por diferentes juegos, ya sean contemporáneas a él cuando se lanzó allá por 2012 o actuales, ahora que ha sido rescatado por Capcom para PC con gráficos mejorados; o posterior, que hemos visto mundos abiertos y fantasía oscura a porrillo, siendo The Witcher 3 el ejemplo más claro. Así que con los gráficos no os ilusionéis: sigue siendo un juego de 2012 con gráficos de PS3, pero con texturas más nítidas, algún efecto de regalo y la posibilidad de jugarlo a 1080p y a 60fps.

 

Los combates pueden ser intensitos si se te juntan muchos enemigos, que es lo más normal del mundo

 

Sin embargo, aquí vengo yo a deciros que, con todos sus defectos y todos esos detalles que a veces sacan de quicio, el combate en Dragon's Dogma, la gestión de sus peones y lo mucho que mejora cuanto más juega hacen que merezca la pena por encima de muchos de esos ejemplos. Donde el combate de The Witcher 3 o Fallout 4 tras 25 horas puede volverse repetitivo, Dragon's Dogma no deja de sumar y sumar capas de complejidad. Quizá sea exagerar un poco, pero ojalá The Witcher 3 tuviera algo del combate de Dragon's Dogma porque sería el mejor videojuego de la historia.

 

Me refiero a cosas como poder intercalar los disparos con tu arco mientras te mueves alrededor de tu enemigo para, justo en el momento que es preciso, empezar a atacar con una secuencia de ataques rápidos y habilidades que lo dejan abierto a ataques de apoyo de tus peones o a un ataque mucho más potente. Cuanto más juegas, mejor se te da todo esto y más cosas locas puedes hacer con una mezcla de unos cuantos movimientos y pulsaciones de botones. Ya sean magias o combos de ataques rápidos, este juego sabe lo que se hace. 

 

Oh, sí, los peones: una idea estúpida sobre el papel, pero fantástica cuando se aplica en el juego. Primero, te haces un peón único y que se adapte perfectamente a tu protagonista – o al menos, la segunda vez que juegas el juego, que la primera no sabes nada de lo que pasa – y luego consigues otros que te complementan lo mejor que te apañas y que hacen que las batallas sean interesantísimas. Parece mentira que te encariñes tanto con unos compañeros sin personalidad ni peso en la historia (que, por cierto, no es gran cosa).

 

Nada como matar un jefe dándole puñetazos en la cara

 

No sabría qué más deciros para que jugárais a Dragon's Dogma Dark Arisen. Es uno de estos juegos raros que casi nadie ha jugado, pero que todo el que lo ha hecho adora hasta puntos absurdos – creo que se me ve el plumero. También es un juego muy japonés, con lo bueno y lo malo de sus personajes ñoños y que luchan por ideales que no compartimos en un mundo que no tiene nada que ver con el nuestro. Y aunque esté desfasado gráficamente, lo compensa en sus mecánicas de juego enormemente. 

 

Enero va a tener unos cuantos juegos, algo que no ocurre todos los años, pero si no os llama ninguno la atención, os aseguro que Dragon's Dogma Dark Arisen entretiene durante muchas horas y, como poco, os va a resultar curioso y divertido. Si encima os involucráis, acabaréis echando varias partidas con nuevos personajes y llegando hasta las mazmorras más profundas tras dar varias vueltas al mundo buscando los objetos más raros.

9
/ 10

<< Anterior Siguiente >>