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Analisis DmC La Caída de Vergil ,PC,PS3

La potencia sin control no sirve de nada
Domingo 24 de Febrero de 2013 por Alejandro Pascual

No analizaríamos este DLC si fuese sencillamente un skin con la posibilidad de jugar como el hermano de Dante, si fuesen armas adicionales o cosas así que, en el fondo, no suelen cambiar prácticamente nada en un juego, si estamos ahora hablando de La Caída de Vergil es porque este DLC es una nueva mini-campaña que continúa donde lo deja el final del juego y nos aleja de Dante para ponernos en la piel de Vergil con su propia historia y un nuevo set de capítulos, con nuevos escenarios, nuevos retos, nuevos enemigos, nuevos coleccionables y todo un nuevo set de habilidades que ir desbloqueando para el nuevo personaje a medida que acabamos con los demonios de su interior.

 

Abandonamos al Vergil repeinado de la campaña original para ver algo más parecido al de Devil May Cry 3.

 

Si queréis conocer todas las bondades de DmC: Devil May Cry y saber por qué es uno de los mejores juegos que ha llegado a consolas y PC en lo que llevamos de año no tenéis más que pasaros por el análisis del juego. Tras esto, tenemos que recalcar aquello que decíamos de que era realmente fácil hacerse con un SSS en los niveles de dificultad más básicos, ya que la exploración no iba mucho más allá de lo evidente y aunque encadenar combos con maestría requería pericia, el medidor de estilo subía más rápido de la cuenta. Todo eso ya no está, y un endurecimiento del juego sólo puede significar un cambio a mejor.

 

Culpa nuestra por creernos una vez más las palabras de desarrolladores con respecto a la duración, y es que mientras que se nos prometió la mitad de la duración de la campaña original de DmC, con sus 20 capítulos, La Caída de Vergil cuenta sólo con seis capítulos adicionales, de los que uno es sólo una pelea con un boss. ¿Es suficiente? Por 9 euros está más que bien teniendo en cuenta que tendremos que rejugar no una ni dos veces cada capítulo para conseguir el mejor ranking y todos los coleccionables, además de que contamos con todos los niveles de dificultad del juego original para superar cada capítulo en un reto de dificultad ascendente a pesar de que cuanto más juguemos mejores habilidades lograremos, tal cual pasa en el DmC original.

 

Invocar al Vergil copia convierte el campo de batalla en una carnicería incontrolable, poco recomendable para controlar el medidor de estilo con sentido.

 

Vergil tiene un feel totalmente diferente al de Dante en el mando, aunque se controlen de la misma forma y se basen ambos en el baile de gatillos para alternar entre arma normal, arma angelical y arma demoníaca. La katana Yamato tiene un set de movimientos muy diferente al de Rebellion y todas sus transformaciones, y cuenta con corto y largo alcance, con movimientos rápidos y movimientos pesados, añadiendo además un par de nuevos movimientos que hacen aparecer espadas alrededor del enemigo o una ráfaga que apunta hacia él con un nuevo movimiento, además del Disparador Demoníaco que no convierte al personaje en un Super Vergil de pelo blanco, sino que hace aparecer un doble que lucha a tu lado con posibilidad a escoger entre cuatro patrones de ataque, tanto libre como a la vez que tú, por delante o con un ligero retraso.

 

Yamato también tiene forma angelical con L2 y forma demoníaca con R2, con sus respectivos enganches con tirón y empujón para hacer uno de los mejores sistemas de combate del género.

 

Este enrevesamiento extra del sistema de combate, la mayor exigencia del medidor de estilo para subir por encima de la S y la mayor dificultad en general de los nuevos enemigos hacen que nos olvidemos de una historia poco interesante narrada en unas secuencias como de viñetas de cómic animadas en la que se nos muestra a un Vergil intentando recomponer su corazón herido por sus demonios interiores. Además, para conseguir todos los coleccionables de cada nivel habrá que conocer bien cada uno de los movimientos de Vergil y explorar más que a fondo sacándoles partido, mientras que avanzamos entre combates en varias secuencias similares a ese limbo que nos intentaba tragar desmoronándose a nuestro paso en la aventura de Dante. Sin problemas (o no tantos) por el diseño del protagonista y sin excesivas facilidades, DmC: La Caída de Vergil es un complemento que puede saber a poco una vez terminado por primera vez, pero al que se le puede sacar mucho jugo en sucesivas rejugadas, en caso de que ya tengamos la cara del nuevo Dante muy vista. Si te gustó DmC: Devil May Cry, no dejes pasar este DLC.

9

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