Analisis Devil's Third ,WIIU

Se utiliza mucho la expresión de que algo es 'un adelantado a su tiempo' cuando se recuerda con un poco de pena algo fallido por haber llegado mucho antes de que la gente estuviese preparada para ello. Pero cuando esa llegada es tardía, no hay expresión que valga, y no se me ocurre otra cosa que pensar que Devil's Third es 'un atrasado de su tiempo', un producto que pertenece a hace seis años, quizá al momento en que a Tomonobu Itagaki se le pasase por la cabeza toda esta amalgama de sinsentidos que ha terminado por ser una exclusiva de Wii U.

En pleno 2015, lo que Devil's Third pretende ya lo han hecho decenas de juegos mejor, aún contando con que muchos no lo han hecho bien. Quiere tener una mezcla de elementos jugables tanto de FPS como de hack'n'slash siendo en ambas facetas peor que WET, quiere tener el frenetismo de Vanquish errando el tiro por completo, quiere tener enfrentamientos épicos contra personajes extravagantes con un discurso potente como No More Heroes o (sálveme) Metal Gear Solid, pero ni mucho menos llega a despegarse del suelo para alcanzar tales alturas,...

Y además procede de esa época de los modos multijugador online innecesarios por la creencia de que la falta del multijugador llevaría a un aumento de la segunda mano y por tanto al fracaso comercial.  Quizá en Devil's Third no esté tan fuera de tono como en Tomb Raider o en Batman: Arkham Origins, ni está tan mal resuelto como el de Stranglehold, eso se lo vamos a conceder teniendo en cuenta que es lo mejor del juego, pero hace media década y no ahora, es cuando hubiese podido tener algo de repercusión, y no hay que olvidar que esta faceta del juego ya está programada para convertirse en un F2P para PC, y que ya en esta versión, abundan los micropagos.

No voy a remitirme a las recomendaciones que el mismo Itagaki planteaba para disfrutar más del juego, pero hay que dejar un par de puntos claros. Para disfrutar del online no hace falta un teclado USB sino un chat de voz que debería existir y no existe, que esto no es el año 2001 y estamos en los albores de internet con Phantasy Star Online. La habilidad del jugador que desde bien joven lleva superando los Ninja Gaiden 2D y 3D con gusto y que ha sido capaz de algún que otro SSS y Platino Puro tampoco es un problema en este caso, y por supuesto, mejor con el Mando Pro, pero sencillamente porque es una delicia de mando que en mi caso se ha convertido en la opción preferente para prácticamente todo lo que lo permite, pero el Wii U GamePad ya ha demostrado que no es incómodo ni impreciso. Además, ni que estuviésemos hablando de la precisión que requiere PlatinumGames, o los mismos Ninja Gaiden...

Porque lo peor de todo no es que la historia de Devil's Third sea absurda, que Ivan (el protagonista) tenga menos carisma que una de esas piedras con texturas de hace una década que muestra el juego o que ocho horas de campaña se hagan hasta largas por lo tedioso del asunto. Lo peor de todo es que, una vez puestos a los mandos, una vez tratando de comprender todo lo que el juego quiere ofrecer, no se ve por ningún lado que sea merecedor del título «del legendario creador de Ninja Gaiden».

No hay nada de Ninja Gaiden en Devil's Third. No hay nada de hack'n'slash digno, de hecho, no hay combos, apenas hay diferencia entre la escasa variedad de armas, y las pocas ocasiones en que es mejor resolver una situación a espada que con balas, los enemigos caen con un simple Y,Y,X que termina en una animación finisher repetida hasta la saciedad (con alguna honrosa excepción, si hay paredes o barandillas cerca).

La idea era fantástica, y aislar determinados movimientos para un tráiler causa un efecto de «WHAO this is so badass», pero a la hora de la verdad, pocas veces o ninguna resulta útil apuntar y tirar el arma. Además, una vez tirada y muerto el enemigo, puede que el arma se quede flotando o puede que desaparezca entre los innumerables defectos gráficos que se pueden ver. Tampoco es útil correr y deslizarse de rodillas al disparar, como en Vanquish, básicamente porque el apuntado de cualquier arma es terrible, lento e impreciso, cuando las ralentizaciones de sus nada estables 30fps no lo hacen peor aún.

Si todas estas mecánicas de juego fuesen buenas, el online sería más disfrutable, y como decía, sin ser para tirar voladores, es lo mejor del juego. Aquí hay personalización estética (escasa, pero hay), la variedad de armas tiene mayor influencia, y entre la decena de modos de juego diferentes hay muchas propuestas curiosas, vueltas de tuerca a modos habituales pero con otro tono, y es que entre el clásico Deathmatch y sus variantes por equipos o sólo con armas cuerpo a cuerpo, hay modos que nos ponen a perseguir pollos por el mapa y retenerlos (rey de la colina en movimiento) o a recoger fruta y llenar la batidora de nuestro equipo (captura la bandera).

Y sí, claro que Devil's Third tiene ese toque de Serie Z con el que es inevitable echarse una carcajada, pero a estas alturas me cuesta creer que sea algo de 'caspa intencionada'. Ivan se enciende un cigarro entre tanques disparándole cuando espera unos segundos agazapado en una cobertura, prácticamente cualquier tipo de disparo en cualquier parte del cuerpo de un enemigo hace que salten partes volando (en serio, disparos en piernas que hacen volar cabezas), monstruos que parecen de látex y jefes finales que tras pincharse se transforman en cosas horribles dignas del jefe final de Ricky-Oh,...

Pero lo triste es que seguramente Devil's Third no haya sido, ni mucho menos, concebido para ser ese producto cutre con el que reírse entre colegas. Mucho menos por 60€. Han pasado cosas peores por delante de mí, pero en lo que a juegos de acción se refiere, ninguno tan lleno de pretensiones y a la vez tan vacío como Devil's Third. Si en algún momento algo así 'pasa a la historia', no será para una referencia positiva.