Analisis Catherine: Full Body ,PS4,PSVITA

Catherine Full Body actualiza el original expandiendo la historia y añadiendo a un nuevo personaje, a Rin. La narración de la aventura ha recibido mucho mimo. No solo han querido añadir un nuevo grupo de decisiones para que el protagonista pudiera acabar con Rin, también hay nuevas escenas cinemáticas para explicar mejor a Catherine y a Katherine.

Rin, por sí sola, encaja muy bien en la trama. Aparece sin memoria ante Vincent y se la irá encontrando en distintos sitios. A medida que su relación avance, irá recordando quién es y hará a Vincent dudar todavía más de sí mismo. Sin embargo, eso no quiere decir que las tremendamente polarizadas decisiones del primero se hayan vuelto más elegantes, que Vincent ya no sea un pardillo sudoroso o que su novia y amante no sean desfasados clichés. Todo eso sigue ahí.

El original salió en 2011. Durante estos últimos ocho años, y afortunadamente, se ha reflexionado mucho sobre toda la construcción de género y de pareja, tanto, que jugar al Catherine original ahora es hasta extraño. Katherine es una mujer dominante y obsesionada con el matrimonio por la única razón de que conviene a la trama. Catherine es una chica sexualizada para representar la infidelidad y el deseo juvenil masculino de acostarse con todo lo que lleve bragas.

Afortunadamente, hay un esfuerzo en esta revisión de dar una explicación a por qué Katherine es así, a no hacer tan forzados y bruscos los papeles dentro de una relación de cada uno y a aportar una nueva visión: la de Rin, que aunque nos lleva a algunos momentos un tanto pasados de rosca, la verdad es que es un personaje encantador y que funciona perfectamente en lo que se nos está contando; también en cómo se nos está contando a través de lo jugable. Y este es uno de los grandes aciertos de este Full Body: la presencia de Rin también afecta a la jugabilidad, ¿cómo? Eso tendréis que descubrirlo en el propio juego. Ojalá podáis evitar destripes sobre este tema.

Una cosa que me ha gustado de Catherine Full Body es que es plenamente consciente de que es la revisión de una historia que ya conocemos. Tanto es así que el videojuego a veces sugiere que lo que estamos viviendo es una realidad cambiada o modificada por algo extaño. Lo bueno de eso, sumado en especial a la ligera reescritura de sus personajes, es que logra que jugar al original y también a este, por separado, tenga sentido.

A los acertados matices en la narración se han añadido nuevos modos de dificultad para la parte jugable. Catherine se divide en tres grandes apartados: las numerosas, largas pero bien rodadas escenas cinemáticas, los ratos que pasamos en el bar y charlamos con nuestros amigos y los momentos en los que soñamos y nos sumergimos en una pesadilla de bloques. Estos trances son la verdadera razón por que Catherine es un juego fabuloso. Hay que colocar bloques y más bloques formando escaleras alrededor de torres. Esto tiene su función en la narración, pues viene a representar cómo Vincent ordena su cabeza para decidir si quiere casarse con Katherine, dejarse seducir por Catherine o sucumbir a los adorables encantos de Rin.

Podemos elegir, como decía, distintos modos de dificultad, jugar a versiones remezcladas de los ascensos por los bloques que ya conocemos y disfrutar cuando queramos de estas secciones de puzzles alejadas del relato, separadas y con puro sabor arcade. También hay modo multijugador. Os aseguro que solo por este aspecto del juego, ya merece la pena este Catherine Full Body. A mí no es que me gusten demasiado los juegos de puzzles, pero eso que ha parido Atlus es formidable, mucho más ahora que Rin está en la función.

Catherine Full Body llega con suficientes añadidos para que los que hemos jugado al original queramos volver a disfrutarlo. Sí que es cierto que el discurso romántico del juego ya se nota algo añejo, teniendo que tomar muchas decisiones absolutamente absurdas a día de hoy acerca de ‘qué harías si tu pareja hiciera tal cosa’. Sin embargo, las nuevas escenas cinemáticas y Rin parecen tener la intención de hacer una relectura de todo esto y señalar con acusador dedo a los roles de género de hace una década, advirtiéndonos de que la sociedad es culpable de que los asumamos. O quizás soy yo que estoy sobreanalizando la cuestión, eso ya me lo diréis vosotros.

En defnitiva, si te ha gustado Catherine, merece la pena darle otra vuelta a este Full Body, sin lugar a dudas. Si nunca has jugado al título pero te gusta una buena narración con cinemáticas, el estilo de Atlus para construir historias, y los buenos puzzles activos, adelante.