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Analisis Call of Duty Modern Warfare ,PS4

La guerra vista desde la diversión y desde la crueldad.
Lunes 04 de Noviembre de 2019 por Álex Pareja

Mientras algunos tienen sus particulares guerras digitales por la nota de un análisis de un videojuego, otros luchan por sobrevivir en situaciones verdaderamente horribles. Vivir (si se puede llamar así) con el miedo a tener que abandonar tu propio hogar por los efectos de una guerra que tú no has elegido pero cuyas consecuencias estás pagando. Oir el sonido de las bombas caer a kilómetros de tu hogar, o en la calle de al lado, o verte obligado a ser desalojado en mitad de la noche porque están masacrando a inocentes en tu ciudad sin piedad alguna, con el terror de que puedan ser tus propios familiares, tus hijos... son experiencias que miles y miles de personas deben sobrellevar día tras día. Ese es el verdadero estrago que causan las disputas políticas y armamentísticas, la guerra real, no la que se libra en despachos ni con ametralladoras en las manos. 

 

Call of Duty es una saga que ha ludificado desde su concepción a la guerra. Tomando la ambientación (ficticia o no) de estas luchas, desde el punto de vista de los soldados, ha creado un sistema de juego donde el usuario pega tiros por diversión a otros jugadores o soldados. No estoy criticando esa forma de plantear la guerra en un videojuego, ni mucho menos, tan sólo dar a entender que se toma únicamente una parte que interesa para poder recrear a partir de la guerra un producto de consumo divertido. Quién iba a decirnos que tantos años después Call of Duty Modern Warfare iba a intentar tomarse la guerra de otra manera, o al menos a intentarlo

 

 

El modo campaña de Call of Duty Modern Warfare, el mejor que he visto en la saga en los últimos años, es el culpable de que haya comenzado así esta crítica. En su núcleo sigue las pautas y estructura base a la que estamos acostumbrados (fases divididas en las que el jugador pega unos tiros mientras la historia se sucede) pero en esta ocasión se ha querido tener en consideración la otra cara de la guerra, la cruel y la despiadada, la que tiene a los inocentes por medio. Call of Duty Modern Warfare cuenta con fases que nos hacen pensar en lo horrible de la guerra, en la poca diferencia que tienen unos bandos frente a los otros y en lo que sufre el pueblo sin que pueda hacer nada por evitarlo. El dolor de utilizar a personas o soldados como juguetes para cumplir los objetivos designados por los poderosos, el robo de la infancia a los niños que ven cómo sus padres quedan sepultados bajo los escombros por una bomba o directamente masacrados a tiros a sangre fría por la única razón de haber nacido en un territorio. Tan sólo por los deseos del destino al lanzar la semilla en una u otra maceta. 

 

Y resulta un buen intento, sin lugar a dudas, aunque no del todo convincente. El mensaje que prevalece en Call of Duty Modern Warfare sigue siendo demasiado básico (los rebeldes son los malos y los estadounidenses, aunque hacen de las suyas, son los buenos) y que la estructura de las misiones siga siendo la conocida, donde la guerra sigue siendo pura diversión y donde acabamos con cientos de vidas a tiros, chocando contra el mensaje que se quiere transmitir. Pero el poso queda, al menos con algunas misiones muy bien llevadas y que saben tocar la fibra. Y jugar a un modo campaña típico de Call of Duty, bueno, muy superior a lo visto en las últimas entregas y que además se atreva a echar un vistazo a la guerra desde otro prisma, es loable. 

 

 

Pero Call of Duty Modern Warfare es un Call of Duty y su modo multijugador competitivo sigue siendo su aspecto más importante. Reconozco haber tenido mis más y mis menos con el apartado online de la obra, siendo genial en algunos aspectos y muy mejorable en otros. Para empezar, los cambios en las mecánicas y añadidos vistos en Call of Duty Black Ops 4 se eliminan en esta ocasión: volvemos a recuperar vida automáticamente esperando si nos han herido, desaparecen los Especialistas (aunque se añaden habilidades únicas) y con ello la sensación de juego en equipo que compenetra personajes y se regresa al estilo de juego más clásico de la saga. ¿Es un paso atrás? Algunos dirán que sí y otros, simplemente, otra manera de entender la experiencia, en este caso la planteada por Infinity Ward. 

 

Donde Call of Duty Modern Warfare brilla con luz propia es en los modos multijugador donde no hay reaparición. Para que os hagáis una idea, me parece el mejor Buscar y Destruir que he visto en la saga desde hace muchos años. El planteamiento de los mapas y su diseño favorece la búsqueda de escondites donde esperar al enemigo, pero a su vez nunca te deja del todo seguro. El trabajo en equipo se hace palpable en estas modalidades donde ganar rondas es épico y donde cada bala cuenta. Sin embargo, este sistema también palidece a los juegos clásicos de reaparición como Duelo por Equipos o Dominio, donde el diseño de los mapas (demasiado grande y enrevesado a la hora de plantear escondites, desniveles, ventanas y otros elementos) no sólo facilitan sino que invitan al campeo y al juego pasivo, rompiendo con la esencia de la propia saga

 

 

Aquellos que quieran un nuevo Call of Duty para disfrutar de partidas frenéticas y divertidas donde la movilidad y la habilidad en el uno contra uno es fundamental se van a dar de bruces con un juego que ofrece todo lo contrario: miles de lugares donde tumbarse a campear y un diseño de mapas que dificultan el avance seguro, por lo que sentarse a esperar es lo más lógico si pretendes acabar la partida sin un gran número de muertes. El ritmo de las partidas es tan lento  que una buena parte de ellas acaban porque el límite de tiempo se cumple y no porque alguno de los equipos ha cumplido el objetivo. Cualquier amante de Call of Duty entenderá que esto es un poco demencial. 

 

¿Es un error o es el acercamiento que ha querido plantear Infinity Ward en su Call of Duty Modern Warfare? Dependerá de cada jugador, así que yo simplemente me limito a ofreceros mi opinión. El modo campaña es lo mejor de un juego que arriesga y toma decisiones valientes, que cuenta con un control y manejo de las armas soberbio (uno de los niveles más altos vistos en la generación, sin duda) pero que no ofrece una experiencia multijugador ideal (al menos en todas sus modalidades) y que probablemente llegue a enfadar al jugador clásico de la saga. Se sigue ludificando la guerra, pero también se muestra la cara más amarga de esta. Y es una buena noticia que podamos verlo reflejado en un producto de entretenimiento dirigido a las masas como es este. 

7.5

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