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Analisis Bomb Squad Academy ,PC

Solo falta el soldador.
Sábado 29 de Abril de 2017 por Diego Emegé

Bomb Squad Academy es un juego de rompecabezas en el que debemos desactivar bombas, pero también nos gusta pensar que es el simulador de electrónica que hubiéramos matado por tener en clase de Tecnología durante la ESO. Tranquilos, que no nos enseña a interpretar los colores de las resistencias, pero sí que hace un trabajo ideal para que cualquier persona, de cualquier edad y con cualquier nivel de resentimiento hacia el sistema educativo que… Perdón, estamos divagando. El caso es que es un juego de rompecabezas excelente y un mejor profesor de electrónica básica, y eso es maravilloso.

 

No intenta ser algo que no es. Es decir, Bomb Squad Academy no es como esos juegos que enseñan mecanografía matando zombis o como ese juego de Rayman en el que íbamos saltando para aprender inglés —madre del amor hermoso. Es un título que no se avergüenza de su objetivo final y enseña electrónica básica de la mejor forma posible: jugando. ¡Y es muy efectivo! Porque el proceso de aprendizaje va acompañado de la práctica al instante, por lo que se une la teoría con la necesidad de recordarla a lo largo de rompecabezas lógicos. Así se afianzan conocimientos, leñe, y no estudiando para un examen en el que la única interacción es con un papel.

 

 

Por lo menos, nosotros creemos que la principal intención del estudio es la de educar, porque es verdad que como juego de su género no es precisamente la bomba (je, comedia). Pero, ¿y como herramienta educativa? Lo hace fabulosamente. De hecho podríamos considerarlo un tutorial de hora y media. Cada nivel añade nuevos componentes: cables, condensadores, puertas XOR, etc. Lo peor de todo es llegar al final de todo el proceso pensando que ya estamos listos para hacer una reválida y empezar la carrera de electrónica, porque el juego no sigue. No obstante, ahora mismo nos da la sensación de tener una obra de referencia en la cuenta de Steam. Esa inmediatez a la hora de aplicar los conceptos aprendidos es la clave de que funcione tan bien.

 

Aunque no solo es el hecho de tontear con cables y dispositivos electrónicos, sino también el acto de creer en las reglas que nos proponen. Hay urgencia, porque esa aplicación real es desactivar bombas. ¿Qué mejor forma de asimilar conceptos que creer que vamos a morir si fracasamos? Para superar cada rompecabezas hay que estudiar el cableado viendo por dónde va la corriente, qué activa qué, etc., y, por lo general, conseguir desarmar la bomba evitando mandar corriente al dispositivo detonador. Decíamos que hay urgencia. Con dos minutos para desactivar una bomba hay tiempo de sobra, pero los pitidos del temporizador están ahí, y especialmente en los niveles más complejos hace falta mantener la calma, observar y no olvidar lo esencial. Cortar cables y girar interruptores rotativos a lo loco suele acabar en «PUM», y eso de la prueba y error no es nada gratificante. Nunca lo es, pero en este caso es más estúpido, porque hallar la solución es como sacar un 10 por nuestros propios medios.

 

 

Visualmente, Bomb Squad Academy parece intentar mitigar el miedo de encontrarnos ante un circuito integrado aportando un poquito de caricatura con su estilo artístico. En ocasiones los circuitos son extremadamente complejos, pero el aspecto de cada elemento es muy definido y claro, y todo parece muy ordenadito. Además, los mensajes que se muestran en los cuadros están escritos con una tipografía muy alegre, y el contenido es siempre muy motivador. Seguimos dando las gracias al estudio por mantener la integridad y respetar su propuesta, porque, por otra parte, deja de lado las excentricidades clásicas de los juegos educativos.

 

El juego tiene sus pegas. En un par de ocasiones el juego nos ha presentado fallos que impedían que resolviéramos algunos rompecabezas hasta reiniciar el nivel. Es extraño, porque a nivel sistémico el juego parece impecable. El que contemos con una representación visual de un proceso que suele ser subyacente le da a todo una fisicidad que nos hace creer que todo lo que vemos es más sólido de lo que es en realidad. En lo que respecta a la música, os aseguramos que no va a pasar nada si la desactiváis y os ponéis cualquier lista de reproducción que os apetezca escuchar. Cuidado con poneros cumbia, que a nosotros se nos iban las caderas y eso no es bueno para cortar cables. Aparte de los ligerísimos fallos, es un producto sólido, bien definido y bien pulido.

 

 

Seguro que alguno de vosotros se acordará de Keep Talking and Nobody Explodes, pero el de hoy no tiene absolutamente nada que ver con aquel. A su lado, Bomb Squad Academy es un simulador serio que, por cosas de la vida, tiene un componente de rompecabezas. Además, este está pensado para su disfrute en solitario o acompañado de una mente ávida de conocimientos electrónicos. Si tenéis nenes, os lo podemos recomendar ya mismo para que les deis una visión básica y amplia de los caminos de la electrónica.

 

Qué narices, no tenemos que irnos a las futuras generaciones para entender el sentido de Bomb Squad Academy. Dicen que uno nunca debe dejar de aprender, y no hay mejor motor para ello que el de la curiosidad. Quizá queréis recordar algo que aprendisteis a medias en el instituto, quizá vuestra carrera os ha separado de algo más técnico y queréis volver a probar esa droga… Lo único que queremos que tengáis en cuenta es que se os va a hacer corto. Así que lo mismo acabáis visitando la ferretería para montaros vuestro propio DLC.

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/ 10

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