Analisis Bleed 2 ,PC

Bleed salió al mercado en 2012, y se las ingenió para revivir la esencia de los juegos de acción y plataformas de finales de los 80 y principios de los 90, como Contra y Metal Slug. La secuela, que es lo que tenemos entre manos ahora mismo, consigue mejorar la fórmula original construyéndose sobre sus cimientos y añadiendo nuevos elementos que funcionan.

 

En la primera entrega, la protagonista, una pelirrosa llamada Wryn se propone ser la heroína definitiva del plano videojueguil derrotando al resto de héroes de la Tierra. Su plan funciona a la perfección, y desde entonces ha recibido elogios y adulaciones por doquier. Pero, claro, el resto de los héroes eran lo único que defendía a la tierra de la invasión de un ejército alienígena, y con ellos fuera de juego, la Tierra queda a merced de los seres del espacio. Sin ellos, Wryn es la única capaz de contener los embistes de los extraterrestres y salvar el mundo. Por suerte, puede ocuparse de esta misión en compañía, porque Bleed 2 es cooperativo. Pero la moza protagonista no necesita realmente a nadie para ser una bestia del combate. Es una heroína muy capaz con un arsenal que bien podría haber pedido prestado a Deadpool, porque se compone de dos pistolas y una catana.

 

 

Al controlarla contamos con munición infinita, y podemos disparar un chorro de plomo calentito usando el ratón o el stick derecho, y movernos con el WASD de turno o el stick izquierdo. Además, Wryn puede saltar tres veces antes de tocar el suelo y saltar desde las paredes. Al saltar en el aire puede impulsarse para atravesar proyectiles u obstáculos, pero suele ser mejor esquivarlos y punto. Lo que distingue a Wryn de otros personajes del género es que ella puede desviar balas y ataques con su catana. Al dejar de disparar un momento para reanudar el ataque al instante, efectúa un corte con la espada que le permite cortar todo lo que tenga al alcance y desviar proyectiles cuyo color imite el de su pelo. También puede ralentizar el tiempo brevemente, y eso es algo que nos permite reaccionar a los patrones de disparo más complicados.

 

Volviendo al asunto de la relación entre el color de proyectil y el color capilar, tenemos que mencionar una peculiaridad que hace muy interesante el modo cooperativo. Los alienígenas y sus aliados disparan munición de dos colores, y tenemos la posibilidad de desviar los del color que corresponda al del pelo nuestro personaje. Si jugamos en compañía, podemos evitar que la otra persona reciba daño centrándonos en los proyectiles que coinciden con nuestro color, como si fuera una versión de dos jugadores de Ikaruga. Incluso cuando jugamos en solitario, la cantidad de fuego que podemos desviar es muy decente.

 

 

Bleed 2 se parece mucho a Contra: Hard Corps, o para compararlo con algo más reciente, a Comic Jumper o Mercenary Kings, en el sentido de que al jugar avanzamos abriéndonos paso por escenarios repletos de enemigos hasta llegar a los jefes finales, que nos proponen situaciones más complejas para seguir adelante, como averiguar el patrón de ataque y adaptarnos a él para vencer. De esta forma vamos atravesando una miríada de decorados francamente originales; como las luchas con los jefes, que por presentar dos o tres artimañas resultan memorables. Por ejemplo, luchamos contra un helicóptero repleto de gatitos mientras saltamos sobre coches, un taladro láser enorme mientras nos abrimos paso por la tierra, etc.

 

Bleed 2 es muy divertido; tiene muchas opciones que nos permiten disfrutar de la experiencia largo y tendido. Al acabar el juego por primera vez desbloqueamos personajes nuevos con los que jugar, incluyendo la chica de las zarpas de They Bleed Pixels. También existe la opción de enfrentarse a los tres jefes que queramos al mismo tiempo, un modo extremo en el que solo contamos con una vida para superar el juego y una serie de mutaciones con las que podemos variar las reglas de la partida. Estas mutaciones nos han recordado irremediablemente aquella época en la que los trucos no eran DLC por los que pagar y entre otras cosas permiten que veamos las hitboxes o que Wryn adquiera poderes para ralentizar el tiempo.

 

 

Aunque hay muchas formas de jugarlo, no es el juego más largo que existe. De hecho, la primera partida puede superarse en tan solo una hora, aunque también es cierto que eso es posible si abusamos de los puntos de control y las continuaciones infinitas. Bleed 2 parece perfecto para los fanáticos de los récords y las puntuaciones, y anima a los jugadores a mejorar, dado que nos enseña constantemente nuestra clasificación en pantalla. Cuando recibimos daño podemos bajar dos escalones de nuestra clasificación, por lo que las partidas perfectas son una obligación si queremos ser los mejores.

 

Bleed 2 se las apaña para ser accesible y premiar a los jugadores virtuosos por su precisión. Tiene un control excelente, y nos permite jugarlo en solitario o sacarle más provecho en cooperativo. Igualmente, ofrece opciones de sobra para buscar el superhéroe que llevamos dentro. Se lo recomendamos a cualquiera que necesite acción directa y sincera.

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