Analisis Battlefield Hardline ,3DS,PS4
Battlefield Hardline es un FPS que se mueve dando tumbos entre lo genial y lo mediocre con la misma velocidad que sus vehículos estallan o que un jugador sube al nivel 50 en apenas una semana con el juego. Su fórmula no para quieta y no termina de estar a gusto ni en su origen como saga de tiros en campo abierto plagada de emergencia ni en su nueva vertiente como una serie de policías contra ladrones. Y la verdad es que eso no me disgusta, porque, para qué os voy a mentir, me gustan mucho los Battlefield. ¿Pero qué pasa con Hardline? En resumen, es esa fantasía infantil en la que dos grupos de amigos se enfrentan ejecutando roles de polis y cacos, solo que con gráficos de última generación (o ni eso, que está a 900 y 720p en PS4 y Xbox One, respectivamente), y esto se aplica tanto en la campaña como en el multijugador. Esta primera es mucho más decente de lo que me esperaba, y aunque tiene los típicos tópicos del género, ha apostado por algo muy diferente en su campaña. Para empezar, esta protagonizada por un hombre de origen cubano que es policía y que tiene una mujer de origen asiático como compañera durante la mayor parte del juego. Y giros de guión y chorradas previsibles al margen en cuanto a traidores y aliados, me ha encantado ser un policía tanto a pelo como encubierto que prefiere no matar a sus enemigos sino detenerlos, como supuestamente debería hacer la ley y el orden. Sí, en la campaña de Battlefield Hardline puedes detener más enemigos con sigilo y sacando literalmente la placa que haciendo headshots. De hecho, si te dedicas a detener enemigos, ganarás puntos para desbloquear nuevas y mejores armas y accesorios. Si te dedicas a hacer el cafre, pues allá tú, pero te quedas solo con las armas que recoges por los escenarios. Ya sabéis que yo pienso que el sigilo es mejor que el headshot, así que no os sorprenderá que esto me encante. Obviamente, esto no se ha trasladado al multijugador más que como una mecáncia secundaria: si detienes a un enemigo como policía, obtienes la posición de los aliados hasta que mueres, pero no merece la pena el riesgo. Oh, sí, puedes ser policía en el multijugador, o ladrón, aunque lo más normal es que primero seas uno y luego el otro, no puedes elegir un bando para estar siempre en él. Además que no tendría sentido, pues ambas facciones hacen lo mismo: matar y morir con armas ligeramente diferentes (un poli no pinta nada con un AK47 igual que un ladrón no pinta nada con un M4) y tener trajes diferentes. 
Tanto armas como trajes se van comprando con dinero, sí, dinero, que acumulas a medida que cumples objetivos, pues ya no solo ganas experiencia por ellos sino también pasta que defenestrar al estilo del Counter, aunque aquí una vez compras algo, te lo quedas para siempre en esa facción. Es un fastidio en cierto modo porque puede que tengas tu arma favorita en la policía y te toque comprar su gemela malvada en el bando de los cacos gastándote otros 40.000 pavos, pero es una forma de fijar la progresión más a medio y largo plazo que sienta muy bien al juego y que te obliga a jugar a cooperar, pues si matas, sí, te dan 100 puntos y algo de dinero, pero si matas un coche en el modo Puente con 3 personas dentro, ganas casi 1000 puntos, más luego el dinero.
El modo Puente, ya que lo menciono, es quizá el mejor de todo el juego, no solo por ser el más ágil y el que más dinero otorga por cumplir objetivos, sino porque está muy bien pensado: básicamente, es el modo de capturar puntos del mapa con la diferencia de que estas bases son coches, camiones, motos y furgonetas que se mueven por el escenario y se pueden tomar o destruir. Sé que escrito no suena muy apasionante, pero en directo, es una película de Michael Bay mezclada con Fast & Furious, y me encanta. Es a lo que más juego.
Sobre el modo Rescate ya he escrito en este artículo, así que os remito a él; pero sobre el modo Punto de mira no he hablado y es mi nuevo favorito: es parecido a Rescate, máximo de 5 jugadores por bando, con la diferencia de que los ladrones ganan la partida si matan al jugador del equipo contrario que ha sido designado como VIP. Ahora bien, si este llega a uno de los dos puntos de fuga del mapa, gana un porrón de puntos y esa partida. Es una maravilla, como Rescate, porque el Respawn limitado y la tensión que se acumula en t odo momento es brutal.
Mi otro modo predilecto es Dinero Sangriento, porque también funciona más o menos bien como dinámica de polis y ladrones. Los ladrones han de robar un cargamento de dinero mientras los policías lo defienden y llevarlo a unos puntos de extracción antes de que mueran cierto número de veces. Es directo, es estratégico, tiene vehículos, mapas relativamente grandes y se puntúa mucho. ¿El problema? Pues que es muy fácil arruinar la fórmula del modo si spameas ciertas posiciones o si te toca un equipo que no colabora lo más mínimo. Parece que no, pero en Battlefield Hardline se ha fortalecido este aspecto, para mal, porque ni dios entiende lo importante de echarse una mano.
Por último, está el modo Robo, que nos pone a atracar bancos al más puro estilo PayDay, pero claro: eso es una locura de balas en espacios cerrados que funciona más como un Call of Duty, y así no. No hay consistencia entre policías que tienen que evitar que los ladrones entren en la caja fuerte y cacos que han de llevarse el dinero a una posición. No hay nada más odioso que verte atrapado entre un frente y morir sin saber qué demonios pasa. Bueno, miento, lo hay: la gente que se dedica a spamear los puntos de acceso a la caja fuerte (siendo poli) o a hacer lo propio en los puntos de fuga (siendo ladrón). Es una lástima que un modo tan ingenioso saque lo peor de los FPS online en apenas una partida.
Afortunadamente, siempre nos quedarán el modo Conquista de toda la vida, que no tendrá tanques pero sigue funcionando a las mil maravillas; y el modo Todos Contra Todos, que ya tú sabes.
Así pues, queda claro que Battlefield Hardline tiene problemas. Al margen de lo políticamente aborrecible de poner a policías con armamento militar a acabar con ladrones armados al mismo nivel, sus nuevos modos de juego consiguen brillar brevemente, pero no tienen una fórmula todo lo refinada que deberían. Y aunque Rescate y Punto de Mira funcionen bien, no están pensados para subir niveles sino como contrapeso de Robo, Atraco y Puente, y salvo este último, los otros dos pueden ser desesperantes.
Pero por no cerrar con una nota discordante, sabed que es muy fácil pasarse 4 horas jugando al modo Puente sin cansarse ni un poquito y con cuatro amigos por el headset pegando voces, dando órdenes y riendo porque alguien ha matado a otro personaje dando marcha atrás, otro se ha suicidado al hacer mil puntos con el lanzagrandas porque el coche enemigo estaba demasiado cerca y le ha matado la explosión y otros tres van con dos coches enemigos en el culo a toda leche y no quieren morir.
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