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Analisis Back to Bed ,PC

Sigue soñando
Lunes 16 de Enero de 2017 por Kysucuac

Creo que nunca me he levantado sonámbula. De hecho, y mirad que somos raros, me parece que en mi familia no hay ningún sonámbulo. Sí conocemos muchas anécdotas de amigos que lo son y han acabado despertándose en la bañera. En mi caso, lo único que he hecho ha sido hablar en sueños. Por cierto, ¿sabéis qué es ser onironauta?  Una persona onironauta, según ciertas ramas de la psicología, es aquella que adopta un estado similar a la vigilia cuando sueña. Y yo, queridos amigos, lo soy hasta tal punto que soy capaz de controlar todos los sueños. ¿Alguno lo es también? ¿Sí? ¿No? ¿Estoy loca? Puede ser.

 

Pero volvamos al sonambulismo, que es el tema que nos interesa. ¿Cómo que por qué? ¡Pues porque el juego que vamos a analizar hoy va de eso, de sueños! Más bien, de lo que pasa mientras soñamos… fuera del sueño. Ay, que me estoy haciendo un lío y lo mejor será que me vuelva a la cama. ¡Eso! Así se llama el juego: Back to Bed. Eso nos aclara más las cosas… ¿no?

 

Es bastante probable que este título, de Bedtime Digital Games, ya os suene un poco. Y es que ya probó suerte con PC, pasó por Sony y también ha estado en nuestros dispositivos móviles. Ahora nos ha llegado a la eShop, por lo que es el momento de dejar claro que aquí hablaremos de la versión de Wii U, y de ninguna más. Consola muerta dicen, JA. Ejem, perdón.

 

Pues bien, Back to Bed es un juego de puzles que se desarrolla en un onírico – ésta es una de mis palabras favoritas. Algún día os hablaré de mi obsesión con las esdrújulas – paisaje. En él encarnamos al guardián (o subconsciente) de Bob, un señor que la lía parda si lo dejamos soñando solo. Nuestro objetivo: Guiar a Bob, que camina sonámbulo y sin rumbo, a través de su mente hasta llegar a la seguridad de su cama.

 

Visto así, parece sencillo. No obstante, esto también tiene su ciencia. Cuando Bob choca con algún obstáculo, como un objeto que encuentre en su camino o un muro, girará 90 grados en el sentido de las agujas del reloj. Si cae al vacío o no somos capaces de protegerle del peligro, reaparecerá en el inicio del puzle. ¿Cómo conseguir que Bob vaya por donde nosotros queramos? Nuestra labor será colocar obstáculos – sí, más – para redirigir el rumbo aparentemente aleatorio de nuestro somnoliento compañero.

 

 

Una estética sencilla con un toque muy Dalí; un juego sin evolución

A pesar de no poseer una apariencia, digamos, “bonita” o atractiva, Back to Bed resulta llamativo. Quizá sea por ese estilo a La persistencia de la memoria, de Salvador Dalí, o porque también recuerda (al menos a mí) a Kula World (maravilla de juego, por otra parte), pero lo cierto es que atrae.

 

Sin embargo, todo lo caótico de Back to Bed queda en esa primera capa, la de su aspecto. Cuando profundizamos, cuanto más jugamos, nos damos cuenta de que tiene un problema fundamental: Es demasiado monótono. Sí, los rompecabezas son divertidos, pero hasta cierto punto. Llega un momento en el cual la obra de Bedtime consigue que sea yo la que quiera irse a la cama a dormir. Qué bien hilado he dejado eso, ¿eh?

 

Hay demasiados puzles que no aportan nada nuevo, que no son más que la versión b del que acabamos de jugar. La disposición de los obstáculos, y hasta la forma de resolverlo, no varía prácticamente nada. Es jugar una y otra vez la misma fase. Vamos, que está bien para un ratito o para dejárselo al sobrino para que se entretenga, pero no para dedicarle más de una hora. Creo que no me equivoco si digo que el lugar de este juego está en los dispositivos móviles.

 

Eso me recuerda que la versión de Wii U trae consigo un detalle un poco feo. Sí, podemos jugarlo con la opción de OFF TV, es decir, utilizando únicamente el Gamepad. Peeero, de esta forma jugaremos sin sonido ya que, por alguna razón, no se han enterado de que el mando de la consola cuenta con sus propios altavoces.

 

¿Lo juego o me voy a la cama?

Me tomo Back to Bed como lo que es: un juego entretenido, pero para móviles. Es decir, reúne las características adecuadas para ser jugado durante poco tiempo, como pudiera ser en un viaje en metro o justo antes de dormir. Sí, podríamos decir que es una especie de Candy Crush de puzles enrevesados.

 

No obstante, estamos hablando de Wii U. Creo que no es un juego por el que le limpiaríamos el polvo a la consola, si bien sí lo haríamos con el Gamepad. Es una buena manera de sacarle provecho al mando de Nintendo mientras estás tirado en el sofá o a punto de dejarte caer en brazos de Morfeo (que con ese título, suena lógico), pero al cabo de unos cuantos puzles pierde demasiada gracia. En definitiva: Entre pasarte horas jugando y echarse una siestecilla, creo que lo mejor será que te vuelvas a la cama.  

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