1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PSVITA

Analisis Assassin's Creed III Liberation ,PSVITA

Podría no haber tenido nada que ver con Assassin's Creed, o todo podría ser Assassin's Creed.
Martes 29 de Octubre de 2013 por Víctor Junquera

Liberation peca de uno de los problemas que ocurren cuando quieres ampliar tu franquicia a nuevos formatos, pero con mucho cuidado: no puedes ampliar demasiado la historia, avanzarla con datos demasiado importantes para la trama, puesto que no todo el mundo la jugará. Este es uno de los mayores inconvenientes a los que se enfrentan los DLCs y los formatos portátiles, según lo que ya hemos visto en franquicias como Alan Wake o el propio Assassin's Creed.

 

Y no solo es que Liberation no siga las andanzas del arco principal de Desmond, es que el periplo de Aveline por la ciudad de Nueva Orleans, con algunas escapadas a Mexico, está tan poco conectado con el resto de la serie que parece un sencillo pack de misiones. Un VR Missions con personaje y ciudad nuevos.
Además, lo que aporta esta entrega portátil a nivel jugable, como los diversos trajes que podemos llevar en la aventura, ya sea nuestro traje de asesina, el de esclava o el de dama, va en contra de la propia filosofía de Assassin's Creed. En especial, en el caso de la dama, donde nuestro aparatoso caminar nos impide subirnos a tejados y desarrollar el parkour de caza y asesinato que es símbolo de la serie. ¿Aporta alguna novedad? La posibilidad de utilizar el encanto para pasar desapercibido y algún que otro gadget de época como una sombrilla que lanza dardos envenedados, pero a la hora de la verdad, su lento movimiento hace que nos desesperemos lo suficiente como para solo utilizarlo en los momentos en los que el juego nos obliga a ello.

 

Las puestas de sol y la panorámica de la ciudad ralla un buen nivel en VITA. A pie de calle es otra cosa.

 

Es difícil hablar de Assassin's Creed sin hacerlo de los numerosos bugs. Como nuestro compañero Víctor atestiguó en el análisis de Assassin's Creed III, al crear un mundo abierto hay que otorgar concesiones a pequeños fallos de programación, pero cuando estos fallos son obviamente posibles de pulir y destacan tanto, la experiencia se ve empañada. Los bugs van desde el clásico personaje que matamos en un tejado y queda suspendido en el aire hasta bloqueos de pantalla, errores que te sacan al menú principal o puntos de control que no se cargan y obligan a tener que reiniciar el recuerdo para poder seguir avanzando. No son los únicos, el popping parece poca cosa cuando vemos ciudadanos atravesando paredes o directamente metamorfoseándose en otro NPC cualquiera. Todas y cada una de esas cosas que deberían estar cuidadas en un Assassin's Creed para crear la ambientación de la que hace gala la serie, llega a irse al traste por parte de una programación poco centrada.

 

Por si fuera poco, recorrer Nueva Orleans es una experiencia llena de contrastes. Los grandes espacios, la distancia de dibujado y toda la parafernalia gráfica que permite PSVITA está abordada perfectamente en Liberation, construyendo una ciudad lo suficientemente realista para la concepción portátil. Sin embargo, todos nuestros movimientos a la hora de recorrerla se antojan algo toscos, como si fuéramos a cámara lenta, y eso cuando las bajadas de frames no juegan su propio papel.

 

Los pantanos son una de las mejores partes del juego. Todo se siente muy orgánico y el parkour está bien conseguido.

 

Hay cosas que disfrutar en este Liberation, sobre todo en la parte de los pantanos que rodean la ciudad de Louisiana, un entorno orgánico parecido a la Frontera de ACIII, que funciona muy bien a la hora de saltar de rama en rama y alcanzar las atalayas más altas, con grandes panorámicas y un montón de misiones secundarias que hacer. Las principales son otro cantar. Por más que intentemos prestar atención y atar cabos, todo lo que ocurre en Liberation se antoja insustancial. A menudo, nos encontraremos a nosotros mismos asesinando a un personaje sin saber muy bien por qué, o llevando a cabo una investigación en la que de investigar hay más bien poco.

 

Assassin's Creed III: Liberation es un poco la propia historia de PlayStation con sus portátiles. El atractivo de ver grandes juegos de plataformas de sobremesa llevados a la palma de tu mano, para darte cuenta una y otra vez que no funcionan como deberían. Evidentemente, hay que evitar comparaciones con la serie numerada en cuanto a la técnica. De hecho, es precisamente lo que Liberation hace mejor, creando una buena ambientación y bien documentada. Pero es la capacidad de divertir, de engancharnos a su trama de conspiraciones históricas, de crear una jugabilidad que traslade la esencia de la seria a la portátil, lo que no se ha terminado de cumplir correctamente. Y, mientras tienes unas ganas enormes de disfrutar de la potencia que tienes en tus manos, te enfrentas una y otra vez a todos estos elementos que te sacan de la partida. 

7

/ 10


<< Anterior Siguiente >>