1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. PS3

Analisis Assassin's Creed III La Tiranía del Rey Washington ,PS3,WIIU,X360

Podría no haber tenido nada que ver con Assassin's Creed, o todo podría ser Assassin's Creed.
Martes 29 de Octubre de 2013 por Víctor Junquera

Muchas expectativas despertó Assassin’s Creed en octubre, tratándose de el juego más grande de la serie que cerraría un ciclo en la historia de los asesinos. Pero su brillantez se vio ensombrecida por los numerosos bugs de su nuevo motor gráfico y por la menor interacción del protagonista en las alturas. Tal vez debido a estos problemas, tal vez porque quieren evitar un posible declive de la serie, Ubisoft ha comenzado un camino de experimentación, que respeta y mantiene las mecánicas elementales de juego de Assassin’s Creed pero añade nuevas en forma de poderes sobrenaturales. Novedosos alicientes que podría indicarnos la dirección que quizá tomen futuros títulos de la serie.

 

La Tiranía del Rey Washington se nos presenta dividido en tres capítulos lineales y mensuales, un formato novedoso para un DLC de Ubisoft, siguiendo el ejemplo serial de juegos como The Walking Dead. Esta decisión, entre otras, hace patente la intención de Ubisoft de experimentar y derribar barreras que ellos mismos habían elevado durante la confección del universo Assassin’s Creed, por esta razón resulta interesante La Tiranía del Rey Washington.

 

En la Infamia, el primer capítulo del DLC, Connor despierta de un sueño para descubrir que la realidad vivida ha sido transformada: Washington es un rey absolutista y cruel al que deberemos destronar. El hecho de decantarse por una historia paralela o de realidad alternativa, en vez de por una tradicional continuación de la historia, es uno de los síntomas de que Ubisoft busca un lavado de cara del esquema narrativo establecido en Assassin’s Creed. No se han querido centrar en un alargamiento, no es una nueva secuencia, es otra perspectiva, una vuelta de tuerca

 

La frontera explota escenarios naturales alejados de las grandes urbes, donde la muerte y la guerra estan presentes permanentemente

 

Si bien el planteamiento de la trama, como realidad alternativa, atrae por su frescura, a medida que avanzamos descubrimos ciertas carencias narrativas. El jugador comienza a involucrarse en la historia haciéndose muchas preguntas, que serán el motor que le empuje a avanzar en las misiones. Pero la búsqueda de respuestas se ve frustrada a lo largo del capítulo, a pesar de que sabemos que la respuesta definitiva se reserva para el final del DLC, porque no nos ofrecen las pequeñas dosis de información necesaria para que una buena historia tenga continuidad y atraiga la suficiente atención.

 

Afortunadamente, cuando la trama ha dejado de tener interés para el jugador y todo podría darse por perdido aparece ese magnífico gancho que eleva definitivamente el conjunto. Un recurso que aporta nuevas cotas de diversión y que, como mencionábamos antes, es otro indicativo de la fase de exploración de nuevos caminos que ha tomado Ubisoft

 

Se trata de la inclusión de poderes sobrenaturales en una serie que se caracterizaba únicamente por lo bastante realista de las capacidades de combate y agilidad de sus protagonistas. Hasta ahora lo más sobrenatural que poseían Ezio y compañía era la vista de águila y su asombrosa aptitud para trepar, a partir de ahora podremos ser invisibles e invocar una manada de lobos

 

El manto del lobo reduce la salud durante su uso y podemos acabar rodeados de enemigos si no buscamos refugio antes de que termine el poderE

 

Es de agradecer que nos ofrezcan nuevas herramientas que poder combinar a la hora de abordar situaciones de sigilo o de combate, algo que se verá acrecentado en los siguientes capítulos cuando adquiramos el resto de poderes místicos. Las misiones cobran una renovada fuerza gracias al poder que poseeremos en esta primera entrega, el manto del lobo, que nos permite abordar objetivos desde una nueva perspectiva: la infiltración entre las finas enemigas para pasar desapercibidos o el combate directo con la manada de lobos. Su uso acarrea consecuencias directas en la salud, por lo que el jugador debe planificar bien sus actos.

 

Una novedad que rompe moldes y esas barreras autoimpuestas que, si bien durante todos estos años habían sido la piedra angular de Assassin’s Creed, en el tercer juego quedaban reducidas como en el caso del parkour. Por lo que lo interesante de La Tiranía del Rey Washington no es su historia, que se pierde a lo lejos, no es su ambientación, que aunque se trate de una realidad paralela continúa situándose tras la Revolución Americana de manera respetuosa, ni siquiera los poco carismáticos enemigos, con un Washington que no suelta su cetro del Fruto del Edén ni un mínimo dato sobre lo que está pasando en este primer capítulo. 

 

Lo interesante es que Ubisoft podría gestar a través de este ejercicio de experimentación una creación de algo que dejaría de ser estrictamente un Assassin’s Creed, aunque afortunadamente no pierda el alma en el proceso, pero que resulta insultantemente divertido y novedoso.

8

/ 10


<< Anterior Siguiente >>