Analisis Arslan The Warriors of Legend ,PC,PS4,XONE

Omega Force continúa fagocitando licencias de manga para adaptarlas al género musou. Ahora le toca el turno a Arslan: the Warriors of Legend. El manga de cuyos pinceles se encarga la autora del sensacional Fullmetal Alchemist, Hiromu Arakawa, es el contenedor perfecto para un nuevo videojuego de luchas masivas, precisamente porque su historia trata sobre ello.

 

Arslan y sus amigos, que controlaremos, tienen como misión crear un ejército y reconquistar Pars de la invasión de Lusitania. El argumento del juego se hace más interesante gracias al crecimiento del personaje principal, los tejemanejes de los villanos, los aliados que vamos haciendo por el camino, el secuestro de los padres del protagonista y otros giros del argumento. Se agradece que se hayan incorporado pequeñas escenas de anime con un mínimo de animación para narrarnos la historia. Si no conocéis el manga o las novelas en las que se inspira este, Arslan: the Warriors of Legend os pone al día sin problemas.

 

 

Con un argumento muy agradable que se desarrolla bien salvo sus últimos compases, y que os acompañará alrededor de unas nueve horas, se intercalan los ya habituales combates multitudinarios de los musou. Es una pena que tras haber gozado del buen nivel del último musou de One Piece y el más que notable Dragon Quest Heroes (el mejor musou hasta la fecha), Omega Force dé un paso tan grande hacia atrás. Arslan: the Warriors of Legend es flojo en lo jugable y en lo técnico, con una cámara que falla, un control poco profundo y algunas batallas muy pesadas, en especial contra los bosses.

 

 

Los diferentes personajes que podemos controlar, hasta quince, rescatan patrones de ataque y mecánicas que, en su mayoría, ya hemos visto en anteriores musou. En Arslan: the Warriors of Legend se rescata una acción que hemos visto ya en su Bladestorm: Nightmare: juntar varias unidades para hacer un ataque conjunto sobre un objetivo, solo que ahora servirá también para destrozar diferentes puntos del campo de batalla.

 

Superar a algunos jefes de sección se puede hacer muy cuesta arriba, pero no realmente porque sean difíciles, sino por un sistema de combate tosco, torpe e incómodo. Si jugáis en modos difícil, derrotarlos es especialmente pesado y poco gratificante, algo que se sabe desde el primer tutorial de juego.

 

En lo técnico, es una pena jugar a Arslan: the Warriors of Legend tras disfrutar de Dragon Quest Heroes. Hacer comparaciones es odioso, pero es que el título que Omega Force desarrolló con la marca de Square Enix es bonito, equilibrado y divertido. En él se solucionaban problemas de cámaras, de interacción entre personajes y de ritmos de combate de la serie que vuelven aquí. Los enemigos vuelven a comportarse como pollos sin cabeza esperando la muerte servida por nuestra mano, las situaciones de lucha no se muestran naturales, y aunque los personajes se diferencian entre ellos por su modo de atacar, siguen haciéndolo del mismo modo que en el resto de los anteriores productos de Omega Force.

 

Arslan: the Warriors of Legend tampoco exprime las capacidades gráficas de PS4, Xbox One o de un PC, pareciendo un título de anterior generación. Esto se nota especialmente en los escenarios. Los protagonistas de la acción están recreados con cell shading, una técnica que funciona y mejora el aspecto general del juego al acercarse en lo estético a la obra original.

 

Los personajes de Arslan: the Warriors of Legend van subiendo de nivel a medida que combaten, pudiendo usar un sistema de cartas para potenciar sus habilidades así como sus armas. Los ataques a desarrollar son los habituales, contando con un especial que les brinda un momentáneo estado de invencibilidad, pero no es suficiente.

 

 

Volvemos también a los escenarios laberínticos que tendremos que ir vaciando a golpes, oleada tras oleada. Por lo menos hay un buen número de ellos, unos cincuenta, y que evocan los tramos del manga en los que se producen. Por fortuna, recopilar la historia y usarla como prólogo de os combates hace que a uno le apetezca seguir jugando, para enterarse del desarrollo de los acontecimientos.

 

Arslan: the Warriors of Legend gana puntos por su historia, porque sí que es verdad que seguirla es ameno, pero tiene problemas en lo jugable, inconsistencias en lo técnico, una cámara incómoda y no sabe aportar nada realmente nuevo a la fórmula de los musou; es más, da pasos hacia atrás y regresa a problemas que ya se habían solucionado en títulos anteriores.

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