Analisis ARK Survival Evolved PC

No ha sido fácil. Tras unos días de servidores caídos, una buena tanda de parches y algunas malas experiencias en su modo online, he terminado enamorándome de ARK: Survival Evolved. Y ha sido gracias a las mejoras, las partidas con comunidades amables, su bonito aspecto gráfico, su audaz propuesta y una supervivencia que, si bien no está a la altura de lo disfrutado en The Long Dark, se hace más amena y lógica con la ambición de un título que pretende ser El Videojuego al que dedicar el resto de tus horas.  

 

ARK: Survival Evolved nos saca de lo que parece ser una cámara de criogenización, incluso puede que de clonación, y nos coloca directamente en El Arca, un mundo paradisíaco plagado de dinosaurios, peces, pájaros y pequeños mamíferos sacados de diversos periodos de la prehistoria. En paños menores y con la capacidad de supervivencia de un bocata de queso, debemos medrar recolectando recursos, aprendiendo a construír lo necesario para seguir vivos y dedicándonos al sano deporte de la cría y doma de dinosaurios mientras vemos crecer un juego que, como os digo, es enorme.

 

 

Más Minecraft que supervivencia

A pesar del título, ARK confía más en sus aspectos de recolección de recursos, construcción de elementos y evolución del personaje que en su faceta de supervivencia, que si bien al principio puede hacerse cuesta arriba para quien no esté acostumbrado a este género, pronto se convertirá en un problema menor a poco que construyas tu primera cantimplora y aprendas a coger bayas, pescar, cazar dodos y cocinar su jugosa carne. 

 

El primer Arca, especialmente si elegimos la zona de la playa para empezar a jugar, es un lugar repleto de recursos en el que es difícil morir de hambre o sed, dos necesidades que aparecen en los marcadores de la derecha y que podemos mitigar con bayas, carne, pescado y, por supuesto, el agua de unos mares que, por lo visto, no están salados y sirven de sobra para cubrir nuestras necesidades de hidratación. Olvidaos del medidor de cansancio, que en esta ocasión se centra en un medidor de energía que se rellena bastante rápido, y preparaos para las clásicas enfermedades, tratables con bayas, y los ataques de frío y calor de un motor que no acaba de funcionar demasiado bien en este aspecto.

 

 

En este estado de cosas, con una supervivencia asegurada al menos en lo básico, la importancia del juego recae, por un lado, en la necesidad de construir elementos que nos ayuden a medrar dentro de su mundo salvaje. Empezando por herramientas y armas básicas que construimos con piedra, madera, paja y fibras vegetales, y pasando por unas prendas sencillas que nos ayuden a enfrentarnos al frío y el calor, y los primeros componentes de un refugio en el que pasar la noche, curarnos, protegernos de las bestias y guardar nuestro equipo.

 

El otro elemento a preocuparnos es la evolución, con un motor de subida de nivel bastante sencillo que, por un lado nos da un punto para gastar en nuestros parametros básicos: Salud, Energía, Carga, Fortaleza, Resistencia y un jugoso etcétera; y por otro nos da una serie de puntos con los que comprar Engramas, recetas que nos permitirán construir nuevos elementos y que empiezan siendo sencillas: hacha de piedra, hoguera, tirachinas... pero pronto va complicándose con elementos avanzados, contemporáneos e incluso futuristas. 

 

Por último tenemos la parte 'chachi' del juego, la doma de dinosaurios, que nos permitirá convertirnos en Chris Pratt en Jurassic World y comandar nuestro propio ejército de dinosaurios así como domar y montar, con el tiempo, algunas de las criaturas más míticas de la prehistoria, llegando incluso a surcar los cielos a lomos de un pterodáctilo, como si fuéramos un auténtico Nazgûl.

 

 

Aventura en solitario

ARK Survival Evolved se disfruta perfectamente en solitario con un mundo en el que podemos elegir nuestras reglas y medrar mientras vamos familiarizándonos con los controles y las mecánicas del juego. Es aconsejable que le echéis unas cuantas horas al modo offline para aprender las bases del juego y actuar rápidamente cuando paséis al modo de juego MMO, conociendo dónde encontrar recursos y qué recetas son más necesarias a la hora de evolucionar.

 

No obstante, y como digo antes, podéis disfrutar del juego sin jugar online. El escenario es tremendo y francamente preciosos, con un diseño espectacular que alcanza a los dinosaurios, peces, pájaros y demás fauna que encontraremos a nuestro paso. El motor de evolución está muy bien conseguido, haciendo que para crear diferentes elementos tengamos que salir de nuestra zona de confort y empezar a cazar, construir otros elementos y crear herramientas que nos ayuden a crear tal o cual elemento. 

 

Por otro lado, ARK nos va marcando diversos objetivos del escenario sin darnos pistas de ningún tipo, lo que ayuda a que vayamos explorando tanto el escenario como las posibilidades de un juego que ha sido injustamente tratado y que ofrece muchas horas de diversión incluso en su modo solitario, especialmente para los que como yo disfrutáis simplemente viendo hasta dónde podéis llegar o qué hay detrás de esa colina.

 

 

ARK en compañía

Sin embargo, y por mucho que haya disfrutado de ARK: Survival Evolved en mi periodo de desconexión forzosa, el título de Wildcard está pensado para ser disfrutado en compañía gracias a sus múltiples posibilidades en forma de serviodores que nos permiten elegir varias ocpiones como el número de engramas, la dificultad, el número de predadores y la posibilidad de dañar a otros jugadores o no. 

 

Aquí hago un inciso porque el otro día puse a parir el modo online por culpa de una serie de malas experiencias que me llevaron a buscarme la vida en foros en busca de una buena comunidad. Tras echar un rato buscando y hablar con un par de personas, tuve acceso a una comunidad cerrada más amable, con servidor propio, y la experiencia fue sumamente grata. 

 

 

En concreto estuve en una ciudad con los roles muy marcados que, sin llegar a ser una comunidad de roleo puro, sí que mantenían un concepto de juego profundo en el que cada uno de los miembros ayudaba en pro de sus habilidades. Una auténtica utopía en la que los novatos compartíamos la caza y los frutos de la recolección mientras aprendíamos de los veteranos los rudimentos del juego, la construcción, y especialmente todo lo relacionado con la doma de dinosaurios, que sin ser difícil, tiene sus complicaciones. 

 

Sobra decir que la experiencia con esta comunidad ha hecho que vea a ARK con otros ojos y haya terminado por ver la grandeza y las posibilidades de este título, que está a años luz de otros con características parecidas gracias a todo el tema de los dinosaurios y a como permite que buenas gentes se junten para crear un videojuego único que sería imposible con inteligencias artificiales.

 

Cacerías en grupo, carreras de dinosaurios, trabajo, sí, pero gratificante y la posibilidad de conocer gente muy maja tras los desdastres y decepciones del otro día han hecho que vea a ARK como lo que es: mucho más que unos problemas de conexión de los primeros días y unos bugs que, poco a poco, están desapareciendo del juego. 

 

 

Un título para echarle horas

ARK Survival Evolved es un título para echarle horas, no sólo en sus modos de juego, sino también a la hora de buscar una buena comunidad y un grupo de amigos con los que echar el rato. Si tenéis tiempo y os gustan los juegos profundos, sin duda es vuestro título, un título en el que al final todo es posible y que marca la senda para futuros MMO que deseen repetir la fórmula y rozar el éxito.

 

Las posibilidades de ARK son casi infinitas, desde simplemente sobrevivir y explorar a crear nuestra propia ciudad fortaleza o acceder a los múltiples contenidos extra que incluye en forma de expansión. Lamentablemente, y como sucede con los juegos de una longitud considerable, ARK Survival Evolved ha sufrido la escasez de tiempo del analista y el malfuncionamiento de sus servidores y los bugs de lanzamiento siendo condenado en algunos medios como mucho menos de lo que realmente es.

 

 

Desde aquí, y sabiendo que habrá quien me juzgue por espléndido, le pongo un 8,5 al juego porque considero que es un notable alto si le dedicáis el tiempo que necesita y si dais con una buena comunidad. Pocos juegos hay en consola que nos permitan convivir como he hecho estos días con una comunidad tan grata como la que he tenido el placer de conocer, y todo ese rollo de los dinosaurios, la construcción y los preciosos parajes merecen, cuando menos, un apaluso por su trabajo.

 

No obstante, os aviso, no es un juego para todos los públicos. Si no tienes tiempo o paciencia no serás capaz de apreciar todo lo bueno que ARK tiene por ofrecerte, y al final te quedarás con la sensación de haber sido estafado con un juego que cuesta que enseñe todas sus bondades, pero que una vez empieza te puede llevar a enganchar hasta las 600-700 horas que llevaba una de las jefas de clan con las que hablé hace unos días.

 

Como siempre, al decisión es vuestra, pero no le quitemos mérito a un título por las prisas de lanzar una cifra cuando desde la propia compañía se advertía que su versión en PS4 no iba a estar plenamente funcional hasta el día 2 de septiembre. 

 

¡Nos leemos!

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