Analisis Alwa's Awakening ,PC

Hoy mi corazón se ha pixelado y me he vuelto a enamorar de un videojuego. Hoy, he regresado a una época mejor, y mi memoria se ha llenado de títulos que otrora fueron mi infancia. Hoy he sido muy feliz, y todo gracias a Alwa's Awakening.

 

Elden Pixels nos trae una aventura de puzles con una pizca de plataformeo que nos trasladará a un lugar muy lejano: Finales de los 70, principios de los 80. Vale, sí, eso es más bien una época, y no podemos viajar en el tiempo... todavía. Pero una cosa está clara: lo que nos llega ahora es un juego que intenta mantenerse lo más fiel posible al auténtico aspecto 8-bit. Y lo consigue, haciéndonos sentir que estamos de nuevo en la era de la NES o, en mi caso, de Mega Drive.

 

Hay un torbellino de sentimientos aflorando en mí, pero lo mejor será que otorgue un poco de orden a todo esto. Vamos a ir por partes porque, aunque esto nos parezca un juego 8-bit sin más, como los tantos que habrá por ahí, creados por algún nostálgico, en realidad hay mucho que decir. Así que abrochaos el cinturón, que nos vamos de viaje.

 

 

Hay quien dice que los juegos de este género no tienen una historia profunda o curiosa, que no son más que moverse de un lado a otro esperando llegar al final. Supongo que quienes hayan dicho eso no han jugado a Klonoa Door To Phantomile, por ejemplo. Pero, sí, puedo llegar a entender que cuesta un poco centrarse en la historia detrás de un título donde hay que saltar y pegar todo el tiempo... ¿no? Aún así, os contaré la historia de Alwa's Awakening. Sólo un poco, claro, que no quiero contaros nada que le reste atractivo, para que lo juguéis tranquilamente. No spoilers here, vamos.

 

Alwa es una tierra pacífica. Tan pacífica, que el pueblo nunca pensó en necesitar armas para combatir a ningún tipo de amenaza. Total, ¿qué amenaza podría haber en un lugar tan tranquilo? Y pasó lo mismo que ocurrió en el capítulo de los Simpson en el que todos los ciudadanos de Springfield, animados por Lisa Simpson, deciden deshacerse de sus armas: Surgió el mal. Así, la gente de Alwa, indefensa y sin ayuda, se vio engullida por la oscuridad de un ser maligno.

 

Con el tiempo, perdieron la esperanza y las ganas de luchar. El pueblo no estaba preparado para enfrentarse a sus demonios, así que la solución estaba clara: Había que convocar a un héroe de otro mundo. Un héroe no, una heroína. Ésa eres tú, Zoe, una joven que todavía ha de conocer su propia fuerza. Con su bastón mágico, Zoe debe enfrentarse a los enemigos de Alwa, hasta llegar al centro del mal, un señor malo que, bueno, ya se os hablará de él cuando juguéis.

 

Personalmente, yo he pensado mucho en Alisia Dragoon jugando a este título, ya que la historia se me ha antojado algo parecida. También he celebrado con mucho entusiasmo encontrarme con una protagonista femenina.

 

 

No os voy a mentir. Todos estamos aquí por lo mismo: Alwa's Awakening nos hace revivir buenos momentos, nos hace pensar en la época 8-bit de la mejor manera posible. Así, estamos ante un título que bien podría haber salido en 1985. Eso es precisamente lo que pretendían en Elden Pixels, y es justamente lo que han conseguido.

 

La estética de este título es, sencillamente, genial. Mientras jugaba, he recordado la hamburguesería de mi pueblo, con esa roñosa máquina recreativa en la que me dejaba la pasta para jugar al Golden Axe. Y no porque el aspecto de Alwa's Awakening tenga mucho que ver con el título de Sega, pero sí que ha despertado en mí algunas sensaciones que dormitaban desde entonces.

 

Pero no es sólo la forma y color de esos píxeles lo que le da a esta obra ese atractivo tan único y tan... golpeador de corazones nostálgicos. Y es que el estudio ha ido a por todas, por lo que el más pequeño detalle nos recuerda a los mejores videojuegos 8-bit. ¿Cuál es el elemento fundamental en éstos? La música. En el caso de Alwa's Awakening tenemos una banda sonora sensacional, adaptada perfectamente a la estética del juego. Cosa que me encanta también, claro está. Y que me ha recordado, de paso, a un pedazo de grupo: Machinae Supremacy. Si os gusta la música de estilo 8-bit, no dudéis en escucharlos. Hecha la recomendación musical, sigamos con el juego.

 

 

La estética y la música son de gran importancia en este título, pero también hay que hablar del juego en sí, ¿verdad? Lo cierto es que Elden Pixels no innova con respecto a los clásicos. Nuestro personaje se mueve con WASD, salta con la barra espaciadora y ataca con N y M. He echado en falta poder usar el ratón para atacar, ya que me es algo incómodo tener que usar las dos manos tan cerca en el teclado. Cosas mías y de mis manos pequeñas (en serio, me compro los guantes en la sección infantil).

 

La mecánica del juego es bien sencilla: Salta, corre, avanza, golpea, usa tu magia. Todo un título 8-bit de los de antes, en los que te toca esquivar a tus enemigos, destruirlos y atascarte en vete a saber dónde porque te caes ochenta veces del mismo sitio. ¿O eso último sólo me pasa a mí?

 

Aclaro: Esto no es una molestia. Quiero decir, está bien que Alwa's Awakening no sea la aventura más innovadora de los últimos años del género. Lo que se buscaba con ella era revivir los clásicos y eso se ha conseguido con creces. No es fastidioso jugar a algo que has jugado años atrás, con otros protagonistas, con otra historia. De hecho es todo lo contrario. Es una delicia para los sentidos, para la parte más melancólica de ti.

 

En conclusión: No sé a qué estamos esperando. Hay que jugarlo. Si amas la época 8-bit, todo lo retro, y todos los juegos que quieren ser retro, Alwa's Awakening está hecho para ti. Así que, hala, coge ese bastón y vete a salvar el mundo.

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