Analisis Clive Barker's Jericho X360

De la mente del polémico y polifacético creador ingles y con el desarrollo del equipo español Mercurysteam llega a la nueva consola de Microsoft un shooter con muchísimos elementos novedosos que harán las delicias de los usuarios.

Antes de que el hombre fuese creado hubo un ?intento fallido?, dicho primogénito es la encarnación del mal y nuestro deber es impedir su acceso, para ello encararemos a un equipo de elite encargado de controlar las fuerzas oscuras y paranormales.

El nombre clave de este equipo es ?Jericho?, esta conformado por sujetos con extraordinarias habilidades paranormales que realmente les harán falta para poder enfrentarse a decenas de criaturas venidas del averno. El primogénito prepara su venida y cada vez es más difícil impedirlo?


DEL MÁS ALLÁ A NUESTRAS CONSOLAS

Pese a contar con una ambientación claramente siniestra, Jericho es mucho más un juego de acción que una aventura terrorífica (aunque tiene algunos momentos); esto es algo que descubriremos una vez tomemos el control del peculiar equipo llamado Jericho.

Tomar el ?control? implica hacer contacto con una de los principales rasgos distintivos de Jericho ya que aquí no controlaremos a un solo personaje sino que podremos ?encarnar? (nunca mejor dicho) a diferentes protagonistas con habilidades muy bien diferenciadas.

Luego de un desarrollo típico dentro de los shooter la historia nos ubicará en el portal del Edén, solo que contrario a su nombre las cosas que veremos distarán de ser propiamente paradisíacas, por el contrario las peores pesadillas tomarán forma de mutantes y extraños seres dispuestos a hacer papilla con nuestros protagonistas.

Tanto la historia como la ambientación dejan en claro los guiños propios a la multifacética obra del creativo ingles, de hecho los entes infernales resultan similares a los vistos en la película Hellraiser (y en una medida similar a los del juego Suffering, al fin y al cabo dichos personajes tenían la misma estética). Pero más allá de los conceptos visuales la influencia de Barker se deja notar gracias a un argumento enganchante desde el principio (aunque al avanzar la historia tiende a perder fuerza).

Hay muchos elementos para destacar en este videojuego; desde luego el hecho de que el desarrollo este encabezado por un equipo español es lo principal, no porque sea la primera vez que sucede sino por el nivel alcanzado en este producto que ciertamente esta a la altura de las grandes referencias del género.

Aunque su anterior obra (Scrapland) fue objeto de elogios tampoco estuvo exento de críticas (esta es la hora en que no entendemos por que la versión NTSC no contó con un doblaje al español o siquiera subtítulos. De hecho buena parte de la crítica especializada la dejó de lado como si fuese un producto ?secundario? (nada más lejano de la realidad). Lo cierto es que a nivel de presupuesto y publicidad no llegaba a la altura de Jericho.

Por el contrario la obra de Clive Barker contó con una publicidad enorme aún desde los momentos en que fue anunciada por primera vez; tanto los particulares diseños de los enemigos como el hecho de que el mismísimo Clive Barker estuviera en este proyecto concentraron el interés mundial.

?Jericho ha visto la luz? (curiosa forma de referirlo) y la respuesta del gran público ha sido relativa a pesar de que el producto en varios aspectos es francamente notable; desafortunadamente ha salido en una época donde tiene que ?competir? con verdaderos pesos pesados en el género, que tienen por demás muy poco tiempo en las estanterías y la atención del usuario completamente derivada en ellos.

Jericho no es Bioshock ni mucho menos Halo 3 (bueno, a la hora de revisar similitudes el primero se parecería un poco más por lo menos en la historia) pero tampoco es que pretenda serlo. Es evidente que comparte el género jugable y en ritmo de las acciones, pero poco más, de hecho aún en el terreno jugable matiza claras diferencias (empezando por la puesta en acción de varios personajes y no uno solo como sucede en los videojuegos anteriormente mencionados).

Pero tampoco podemos negar que la comparación será una constante en muchos; máxime cuando el presupuesto no permita hacerse con todos y tengamos que hacer una forzosa elección; de todos modos sería una lastima quedarnos sin Jericho, aunque a la hora de escoger?

Centrémonos en el juego que nos ocupa y una vez desprovistos de cualquier comparación hay que señalar que Jericho es sin duda un juego bastante competente y con muchos elementos novedosos en un género donde muchos censuran la falta de ideas creativas.

En contravía hay que señalar que Jericho no es de aquellos títulos capaces de ponernos los pelos de punta a partir de situaciones sorpresivas donde un feroz engendro nos ataque en el momento menos pensado (aunque habrá algún que otro caso por el estilo); por el contrario, aquí los desarrolladores le han apostado a la acción pura y dura desde el primer momento.

Lo anterior es tan evidente que a pesar de que la historia llega a enganchar casi podríamos ?obviarla? y dedicarnos a disparar y atacar a todo lo que se nos venga encima; aunque tampoco hay que desechar lo elaborado de la historia.

Durante los tiempos de carga (quizás demasiados para tratarse de un juego de la actual generación) se nos irá presentando los diferentes ejes temáticos alrededor de los que gira la historia; esto se hará de una manera bastante original ya que el texto irá apareciendo como si se estuviera escribiendo desde una antigua maquina de escribir. Esto señala la importancia con la que han querido dotar al argumento, aunque a decir verdad algunos elementos en la ambientación se han terminado por quedar algo cortos.

Jericho sorprende en algunos elementos mientras que en otros el resultado no llega a convencer; tal parece que el esfuerzo y empeño forjado con algunos diseños y estructuras termina por hacer tambalear otras tantas; a tal punto que sin llegar a ser un juego del ?montón? el apartado gráfico puede dejar la sensación de ser menos pulido de lo que es en realidad.

Comencemos por lo positivo: sin duda la calidad de los videos es notable; da gusto ver el detalle con que se han realizado los rostros de los personajes (para poner una comparación hay que señalar que en algunos momentos se acercan a los vistos en Bioshock).

La mayoría de los videos no se manejan de manera aislada al desarrollo del juego en si mismo sin llegar a notarse un desfase gráfico entre uno y otro (un muy buen detalle sin duda); desafortunadamente el motor del juego se tiende a ralentizar en esos momentos así que habrá que esperar a que termine completamente la animación (incluyendo las voces) para que nuestros personajes retomen el ritmo inicial.

Lo anterior es un efecto extraño y aunque a nivel visual casi resulta imperceptible en la jugabilidad se detecta desde el primer momento; es como si la exigencia del video le hubiera cobrado algo de factura al despliegue del juego.

Había prometido no hacer más comparativa pero ni modo? ¿recuerdas cuando en Bioshock se nos ofrecían dos opciones visuales donde podíamos escoger mayor calidad visual a cambio de que los personajes se desplazaran algo más lento?, pues algo así sucede con Jericho, solo que aquí no podemos disponer de esta opción y no hay otra sino resignarse y ver moverse a los personajes de un modo más lento que el normal.

Claro que lo anterior no ocurre sino por unos segundos y luego todo recupera el ritmo ideal (De hecho la versión para PS3 no tiene este problema); así que en líneas generales en lo que tiene que ver con los videos y las animaciones Jericho cumple y con meritos.

El diseño de los protagonistas es bastante bueno, aunque en los momentos más trepidantes (como un combate) estos pierden algo de su forma y pueden presentar incluso algunos ?bugs?; además no se pueden apreciar detalles como el movimiento de las comisuras de los labios (tal parece que la actual generación no ha logrado consolidar este aspecto, por lo menos en muchos de los juegos vistos hasta ahora).

El diseño de los personajes principales es cumplidor, pero aún lo es más el de los enemigos, formas y engendros con diseños de lo más variopinto, criaturas venidas del mismísimo averno y que hacen gala a hecho de ser engendros infernales (?que susto?).

Cada personaje del equipo Jericho cuenta con habilidades especiales y en estas el apartado gráfico se hace notar; quizás los efectos donde el personaje utiliza telequinesia o arroja fuego no resultan del todo convincentes, pero otros donde nuestro personaje se desdobla son francamente sorprendentes.

Otro efecto muy bien logrado tiene que ver con la mira de las armas; en especial la del rifle de alta precisión, el acercamiento con la lente funciona de maravillas y nos permite ver los personajes a los lejos con una definición total.

Varios enemigos tienen un punto débil al que si logramos atinarle lo podemos eliminar con solo un disparo, desafortunadamente para nuestros intereses estos monstruos rara vez atacan de uno en uno sino que se abalanzan a por nosotros sin que apenas tengamos tiempo de enfrentarlos.

Lo anterior habla bien de la IA de los enemigos pero a la vez se convierte en un elemento que no permite aprovechar algunas de las bondades gráficas como las vistas a profundidad, así que habrá que tomarse un buen tiempo para poder apreciar estos detalles a total plenitud (lo mejor es que apuntes en un momento donde no te estén acosando los rivales, claro que no servirá para nada pero por lo menos te permitirá corroborar los aciertos a nivel gráfico).

La cámara responde bastante bien mostrándonos de forma certera la ubicación del enemigo a abatir, eso sí, el ataque rápido y certero de los rivales nos hará confundir en más de una ocasión mientras intentamos revivir a uno de los integrantes del equipo (así es, también tenemos esta facultad).

Si los diseños de los personajes y los enemigos están bien, si las animaciones son dignas de elogio y si apreciamos buenos detalles como el punto de mira en el rifle deberíamos concluir que el apartado gráfico es de un notable alto; desafortunadamente un aspecto hecha por tierra buena parte de las virtudes mencionadas anteriormente.

El punto flaco en el apartado gráfico lo constituyen los escenarios; estos cuentan con muy pocos detalles y objetos viéndose vacíos en muchos momentos, además son repetitivos a tal punto que fácilmente podemos perdernos en el camino.

Es cierto que la ambientación es lúgubre y oscura, pero la idea es contar con más variedad temática en estos inframundos pues luego de avanzar durante horas el camino se tiende a hacer pesado y nos deja la sensación de ya haber pasado por ese lugar.

Si alguien jugó con el veterano ?Shadowman?, un juego que llego a salir en PSX, Nintendo 64, Dreamcast y PS2 (aquí contó con dos entregas incluso), podrá asociar estos dos ambientes de inmediato; pero el problema en ambos juegos es lo persistente de dichos escenarios. En más de un momento el jugador reclamará por variedad en unos lugares que pecan de ser vacíos y con tantos lugares en común que será muy fácil perderse.

Otro elemento técnico un tanto ?chocante? es que nuestros personajes no pueden saltar (algo que sería de gran ayuda cuando huimos de los enemigos); esto resulta algo más tradicional en el género pero a estas alturas los jugadores están muy acostumbrados a hacer uso del ya clásico botón de salto.

En compensación podremos saltar una barricada al mejor estilo de Gears of War (bueno, no llega a tanto pero visualmente es cumplidor); aunque dado el ritmo vertiginoso de las acciones pocas veces podremos llevarlo a cabo.

En definitiva estamos ante un apartado gráfico que de no ser por lo repetitivo de algunos escenarios estaría a la altura de los más destacados en la actual generación; es una lastima porque obliga a valorarlo algo por debajo de las grandes referencias pese a contar con elemento y diseños ciertamente notables en especial en lo que tiene que ver con los enemigos del juego.

Sin duda es el aspecto mejor logrado en el juego y ayuda a recrear la atmósfera siniestra de la historia gracias a una banda sonora que consigue enganchar desde el primer minuto.

Pero más allá de la banda sonora, Jericho brilla con luz propia gracias al estupendo doblaje conseguido (dobladores de renombre incluidos); además el hecho de contar con varios personajes le ayuda enormemente a tener un perfil más claro de cada uno (atención al ?emulador? de sacerdote, es una gozada escuchar sus apuntes).

Puestos a pedir, al principio nos encontramos con un pequeño desajuste entre los diálogos y el sonido ambiente, algo que se puede corregir mediante la ayuda de un buen sistema de salida de audio pero que en el que regularmente viene instalado en el televisor se alcanza a detectar.

Dicho desajuste no llega a ser molesto pero produce la sensación de que nuestro compañero nos hablara a través de un auricular cuando esta a menos de un metro de nosotros; por supuesto lo anterior no desdice de la calidad dramática en el doblaje que ciertamente es destacable.

La banda sonora se apoya en instrumentos fuertes para darle más resonancia a la ambientación. Quizás se extraña la incorporación de más melodías de suspenso, aunque como veremos a lo largo del desarrollo del juego la historia le cede gran parte del ?terror? a la acción directa.

En cuanto a los efectos y sonidos Fx resultan muy llamativos los sonidos que emiten los enemigos (en especial algunos cuando son abatidos); así como el de las armas y habilidades especiales. Puede que no sea tan variado como se pudiera esperar pero es absolutamente cumplidor.

Vale la pena mencionar que en doblaje americano del juego las voces no tienen tantos giros dramáticos como los de los actores españoles (la experiencia se hace notar); incluso este aspecto hace que el apartado sonoro se desluzca en la versión americana del juego (eso sí, hay que reconocerle una vez a Microsoft el hecho de incluir el doblaje español en la versión NTSC)

En definitiva estamos ante un muy buen trabajo de doblaje que no llega a una valoración de excelente más por aspectos externos al trabajo de doblaje que por debilidad del mismo, quizás una banda sonora más variada le hubiera asignado más enteros.

Jericho sorprende en algunos elementos mientras que en otros el resultado no llega a convencer; tal parece que el esfuerzo y empeño forjado con algunos diseños y estructuras termina por hacer tambalear otras tantas; a tal punto que sin llegar a ser un juego del ?montón? el apartado gráfico puede dejar la sensación de ser menos pulido de lo que es en realidad.

Comencemos por lo positivo: sin duda la calidad de los videos es notable; da gusto ver el detalle con que se han realizado los rostros de los personajes (para poner una comparación hay que señalar que en algunos momentos se acercan a los vistos en Bioshock).

La mayoría de los videos no se manejan de manera aislada al desarrollo del juego en si mismo sin llegar a notarse un desfase gráfico entre uno y otro (un muy buen detalle sin duda); desafortunadamente el motor del juego se tiende a ralentizar en esos momentos así que habrá que esperar a que termine completamente la animación (incluyendo las voces) para que nuestros personajes retomen el ritmo inicial.

Lo anterior es un efecto extraño y aunque a nivel visual casi resulta imperceptible en la jugabilidad se detecta desde el primer momento; es como si la exigencia del video le hubiera cobrado algo de factura al despliegue del juego.

Había prometido no hacer más comparativa pero ni modo? ¿recuerdas cuando en Bioshock se nos ofrecían dos opciones visuales donde podíamos escoger mayor calidad visual a cambio de que los personajes se desplazaran algo más lento?, pues algo así sucede con Jericho, solo que aquí no podemos disponer de esta opción y no hay otra sino resignarse y ver moverse a los personajes de un modo más lento que el normal.

Claro que lo anterior no ocurre sino por unos segundos y luego todo recupera el ritmo ideal (De hecho la versión para PS3 no tiene este problema); así que en líneas generales en lo que tiene que ver con los videos y las animaciones Jericho cumple y con meritos.

El diseño de los protagonistas es bastante bueno, aunque en los momentos más trepidantes (como un combate) estos pierden algo de su forma y pueden presentar incluso algunos ?bugs?; además no se pueden apreciar detalles como el movimiento de las comisuras de los labios (tal parece que la actual generación no ha logrado consolidar este aspecto, por lo menos en muchos de los juegos vistos hasta ahora).

El diseño de los personajes principales es cumplidor, pero aún lo es más el de los enemigos, formas y engendros con diseños de lo más variopinto, criaturas venidas del mismísimo averno y que hacen gala a hecho de ser engendros infernales (?que susto?).

Cada personaje del equipo Jericho cuenta con habilidades especiales y en estas el apartado gráfico se hace notar; quizás los efectos donde el personaje utiliza telequinesia o arroja fuego no resultan del todo convincentes, pero otros donde nuestro personaje se desdobla son francamente sorprendentes.

Otro efecto muy bien logrado tiene que ver con la mira de las armas; en especial la del rifle de alta precisión, el acercamiento con la lente funciona de maravillas y nos permite ver los personajes a los lejos con una definición total.

Varios enemigos tienen un punto débil al que si logramos atinarle lo podemos eliminar con solo un disparo, desafortunadamente para nuestros intereses estos monstruos rara vez atacan de uno en uno sino que se abalanzan a por nosotros sin que apenas tengamos tiempo de enfrentarlos.

Lo anterior habla bien de la IA de los enemigos pero a la vez se convierte en un elemento que no permite aprovechar algunas de las bondades gráficas como las vistas a profundidad, así que habrá que tomarse un buen tiempo para poder apreciar estos detalles a total plenitud (lo mejor es que apuntes en un momento donde no te estén acosando los rivales, claro que no servirá para nada pero por lo menos te permitirá corroborar los aciertos a nivel gráfico).

La cámara responde bastante bien mostrándonos de forma certera la ubicación del enemigo a abatir, eso sí, el ataque rápido y certero de los rivales nos hará confundir en más de una ocasión mientras intentamos revivir a uno de los integrantes del equipo (así es, también tenemos esta facultad).

Si los diseños de los personajes y los enemigos están bien, si las animaciones son dignas de elogio y si apreciamos buenos detalles como el punto de mira en el rifle deberíamos concluir que el apartado gráfico es de un notable alto; desafortunadamente un aspecto hecha por tierra buena parte de las virtudes mencionadas anteriormente.

El punto flaco en el apartado gráfico lo constituyen los escenarios; estos cuentan con muy pocos detalles y objetos viéndose vacíos en muchos momentos, además son repetitivos a tal punto que fácilmente podemos perdernos en el camino.

Es cierto que la ambientación es lúgubre y oscura, pero la idea es contar con más variedad temática en estos inframundos pues luego de avanzar durante horas el camino se tiende a hacer pesado y nos deja la sensación de ya haber pasado por ese lugar.

Si alguien jugó con el veterano ?Shadowman?, un juego que llego a salir en PSX, Nintendo 64, Dreamcast y PS2 (aquí contó con dos entregas incluso), podrá asociar estos dos ambientes de inmediato; pero el problema en ambos juegos es lo persistente de dichos escenarios. En más de un momento el jugador reclamará por variedad en unos lugares que pecan de ser vacíos y con tantos lugares en común que será muy fácil perderse.

Otro elemento técnico un tanto ?chocante? es que nuestros personajes no pueden saltar (algo que sería de gran ayuda cuando huimos de los enemigos); esto resulta algo más tradicional en el género pero a estas alturas los jugadores están muy acostumbrados a hacer uso del ya clásico botón de salto.

En compensación podremos saltar una barricada al mejor estilo de Gears of War (bueno, no llega a tanto pero visualmente es cumplidor); aunque dado el ritmo vertiginoso de las acciones pocas veces podremos llevarlo a cabo.

En definitiva estamos ante un apartado gráfico que de no ser por lo repetitivo de algunos escenarios estaría a la altura de los más destacados en la actual generación; es una lastima porque obliga a valorarlo algo por debajo de las grandes referencias pese a contar con elemento y diseños ciertamente notables en especial en lo que tiene que ver con los enemigos del juego.

Sin duda es el aspecto mejor logrado en el juego y ayuda a recrear la atmósfera siniestra de la historia gracias a una banda sonora que consigue enganchar desde el primer minuto.

Pero más allá de la banda sonora, Jericho brilla con luz propia gracias al estupendo doblaje conseguido (dobladores de renombre incluidos); además el hecho de contar con varios personajes le ayuda enormemente a tener un perfil más claro de cada uno (atención al ?emulador? de sacerdote, es una gozada escuchar sus apuntes).

Puestos a pedir, al principio nos encontramos con un pequeño desajuste entre los diálogos y el sonido ambiente, algo que se puede corregir mediante la ayuda de un buen sistema de salida de audio pero que en el que regularmente viene instalado en el televisor se alcanza a detectar.

Dicho desajuste no llega a ser molesto pero produce la sensación de que nuestro compañero nos hablara a través de un auricular cuando esta a menos de un metro de nosotros; por supuesto lo anterior no desdice de la calidad dramática en el doblaje que ciertamente es destacable.

La banda sonora se apoya en instrumentos fuertes para darle más resonancia a la ambientación. Quizás se extraña la incorporación de más melodías de suspenso, aunque como veremos a lo largo del desarrollo del juego la historia le cede gran parte del ?terror? a la acción directa.

En cuanto a los efectos y sonidos Fx resultan muy llamativos los sonidos que emiten los enemigos (en especial algunos cuando son abatidos); así como el de las armas y habilidades especiales. Puede que no sea tan variado como se pudiera esperar pero es absolutamente cumplidor.

Vale la pena mencionar que en doblaje americano del juego las voces no tienen tantos giros dramáticos como los de los actores españoles (la experiencia se hace notar); incluso este aspecto hace que el apartado sonoro se desluzca en la versión americana del juego (eso sí, hay que reconocerle una vez a Microsoft el hecho de incluir el doblaje español en la versión NTSC)

En definitiva estamos ante un muy buen trabajo de doblaje que no llega a una valoración de excelente más por aspectos externos al trabajo de doblaje que por debilidad del mismo, quizás una banda sonora más variada le hubiera asignado más enteros.

No es frecuente encontrarnos con un juego donde interactúen tantos personajes de manera tan dinámica, esta es la gran baza de Jericho y la que más no permite ver la diferencia de este título con la enorme cantidad de juegos que hay del género.

Tan solo con haber pasado unos cuantos minutos controlando al personaje principal nos vamos a dar cuenta de un extraño y casi lamentable suceso que cambiara el destino del equipo Jericho; una vez pasado esto (no lo mencionamos para no caer en innecesarios spoilers) podremos controlar a todos los personajes del equipo.

Pero más allá de tener a uno u otro personaje lo importante será controlar sus habilidades secundarias, estas serán imprescindibles para poder avanzar sobre determinados territorios e incluso para derrotar algunos enemigos.

Compartir personaje es algo que ya se había visto en videojuegos desde las épocas de PSX con el interesante Atlantis (una aventura en tercera persona inspirada en el famoso filme de Disney); pero la incorporación de esta modalidad en un shooter resulta muy atractiva y bastante novedosa.

Cambiar de personajes es un ejercicio bastante intuitivo, basta con mantener oprimido el botón verde y se desplegará un menú con los nombres de los personajes que queramos o podamos encarnar (por cierto, la letra de este menú se ve muy pequeña en televisores que no tengan un mayor soporte en alta definición).

Una vez encarnamos a cualquiera de los miembros del equipo procedemos a utilizar sus habilidades especiales, para ellos bastará con oprimir los teclado que se ubican encima de los gatillos (más intuitivo imposible). De hecho los personajes irán dialogando e indicándonos quién debe asumir el liderazgo (o lo que es lo mismo, a quién debemos ?poseer?), así que la sucesión de acciones resulta fácil de seguir (en contravía el juego toma un carácter demasiado lineal).

La posibilidad de encarnar a los diferentes miembros del equipo y hacer uso de sus curiosas habilidades como telequinesia, rayos de fuego, tele transportación o revivir (algo que pueden hacer todos) dota al desarrollo de la aventura de buenas dosis de adictividad; desafortunadamente conforme pasan los minutos iremos encontrando unos fallos lamentables.

Cuando caemos eliminados rápidamente nuestra alma (o por lo menos eso suponemos que es?) se dirige a tomar el cuerpo de otro aliado y si este cae también seguiremos en otro hasta lograr superar el reto o perder a todos los personajes y con ello el juego.

Lo anterior facilitaría las cosas de no ser porque cuando caemos eliminados los otros miembros del equipo están tan cerca y tan a merced de sus enemigos que muchas veces tardamos más en ingresar a sus cuerpos que en caer eliminados.

No queda claro el porqué a pesar de poder indicar con la mano a los colegas del equipo que se queden quietos estos terminan siguiéndonos en muchos casos, lo mejor es que se quedaran lo suficientemente lejos como para poder hacernos a su control y poder dar cuenta con el enemigo que abatió al personaje que estábamos encarnando inicialmente.

Aunque también hay un problema y es que en determinadas misiones del juego el personaje que tenía la habilidad necesaria para superarlo es tan imprescindible que a menos de que lo revivamos no vamos a poder avanzar, así que en estos casos no convendría quedar tan lejos de él (menudo problema).

Para peor el ritmo del juego en estos momentos se torna más aparatoso que frenético, así que el usuario puede caer presa de la desesperación al ver como todos los personajes que controlamos caen abatidos sin apenas hacer uso de las habilidades especiales.

Jericho es un juego exigente desde el primer minuto y los rivales se encargarán de hacérnoslo saber; la mayoría cuenta con muy buena resistencia a las armas y poderes del equipo Jericho y aunque no tienden a atacar en grupos uno solo de ellos puede bastar para derrotar a todo el equipo.

Al igual que en Resident Evil 4, Jericho ha optado por hacer uso de los botones de ?secuencias rápidas de video?; es decir que mientras se despliega la animación debemos ir oprimiendo el botón adecuado. Evidentemente esto le da algo de variedad al desarrollo de la historia (aunque a estas alturas ya casi no sorprende).

La secuencia es bastante rápida y no perdona el más mínimo descuido de nuestra parte así que tendremos que estar muy atentos (de hecho este es quizás el único momento donde el juego logra causar cierta sensación de tensión); de todos modos si perdemos volveremos a repetirla hasta por fin lograr superar así que no habremos perdido los avances en caso de caer derrotados.

El resto de la historia se desarrolla en los términos típicos del género, es decir pasar de un punto ?A? a otro ?B? sorteando todos los enemigos en el camino; incluso los niveles resultan algo cortos (situación que han querido compensar agregando numerosos textos que le den coherencia a la historia).

Algunos de los jefes finales le ponen un interesante tinte de variedad tanto por sus diseños como por las rutinas que debemos emplear para derrotarlos, la mayoría son bastante difíciles pero una vez haciendo buen uso de la habilidad específica del miembro de Jericho le habremos superado de modo que a nivel de rejugabilidad no encontramos mayores atractivos más allá de conseguir los logros.

Lo anterior no deja un balance malo pero tampoco llega al nivel que habíamos esperado; más que todo por que la historia de Jericho no llega a aterrorizar a menos de que el usuario sea demasiado sensible) y en buena medida se ?reduce? a lo que ofrecen los demás shooter.

Controlar las distintas habilidades de los personajes es atractivo aunque al cabo de uno minutos va perdiendo gracia; en especial al ver lo descompensados que están algunos de ellos (empezando por el protagonista principal); así como cuando descubrimos que la única manera de superar a determinados enemigos se puede únicamente con uno que justo en ese momento esta fuera de combate.

Las posibilidades de revivir a los miembros del equipo son interesantes aunque no deja de sonar a ?copia? a lo visto en Gears of War (de hecho los personajes quedan en una posición similar). Como podemos ver Jericho esta repleto de muy buenas ideas pero que a nivel técnico se ha quedado un poco por debajo de lo que podía ofrecer.

La primera hora con Jericho supone una experiencia muy gratificante tanto por el nivel de dificultad desde el inicio mismo así como por las variantes temáticas que van justificando la posibilidad de encarnar a los demás personajes del equipo así mismo el diseño de los enemigos y la manera como se va hilvanando la historia consiguen atrapar al usuario.

Pero una vez pasada la sorpresa inicial nos empezamos a encontrar con un juego demasiado lineal y con una respuesta imprecisa en la inteligencia artificial de los miembros del equipo (en varias ocasiones son más una lata que lo que llegan a ayudar).

La historia de Jericho contempla una duración de poco más de 15 horas, un buen tiempo si consideramos que en los shooter el tiempo promedio es menor (basta con ver la duración de la historia en Halo 3); no obstante la monotonía de los escenarios puede afectar seriamente la ?resistencia? del usuario para querer saber el final de la historia (eso si, nos aguarda una interesante sorpresa).

A lo mejor esperábamos más de este juego dadas las enormes expectativas que se habían centrado alrededor del mismo, tampoco podemos negar el mimo con el que el equipo desarrollador ha tratado la historia de Clive Barker (que desafortunadamente pasa a un segundo plano en varios momentos del juego).

Jericho propone unas variantes interesantes en los shooter, un género al que permanentemente se le acusa de no aportar variedad en la jugabilidad pese a contar con una acogida enorme en el público (menos en el nipón ya que sus usuarios manifiestan que estos juegos les marean, solo Halo 3 ha logrado hacer algo de expectativa en el país del sol naciente).

Controlar a los diferentes miembros del equipo Jericho y hacer uso de todas sus habilidades específicas es sin duda un enorme valor agregado, lastima que esta idea se pudo haber llevado a una mejor terminación si se hubiesen optimizado algunos aspectos técnicos y gráficos del juego.

Es cierto que la búsqueda del primogénito no debía darse en un lugar lleno de flores sino en un submundo al mejor estilo de los vistos en juegos como Constantine; pero a estas alturas la repetición de escenarios en un juego de la actual generación puede cobrar muchos enteros de cara a su valoración.

Sin llegar a ser perfecto Jericho es un juego cuyas virtudes le permiten entrar a las ligas mayores (aunque quedando bastante rezagado de los punteros); esto es algo de lo que los desarrolladores españoles pueden sentirse orgullosos y que sin lugar a dudas alentará a futuros trabajos en el sector (vamos, la tierra de juegos como ?Comandos? puede producir más y mejor material)

El terror es un género que cuenta con mucha acogida entre los usuarios (nada más observar la expectativa que generan títulos como Resident Evil 5 para comprobarlo) y contar con un creativo de la talla de Clive Barker era una indudable prenda de garantía.

Desafortunadamente es en el aspecto central donde Jericho queda debiendo y es que la propuesta jugable termina por empañar las posibilidades de terror quedando más un juego de acción pura y dura y es que introducir miedo en los shooter no es una tarea fácil (aunque no imposible, joyas como Condemned lo demostraron y con creces).

De todos modos Jericho es una compra obligatoria para los seguidores del creador de hellraiser y varios productos de verdadero culto; sin duda nos encontraremos con una historia atractiva cuyo desarrollo intenso le quita bastante de lo terrorífico pero que no pierde esa atmósfera surrealista que solo este británico le logra imprimir a sus creaciones.

De momento el ?primogénito? espera resurgir y solo el equipo Jericho lo podrá impedir, o tal vez no?

A favor:

- La historia creada por Barker (aunque por momentos es desaprovechada)
- El apartado sonoro y el doblaje resulta notable.
- Algunos jefes finales.
- Poder encarnar a los distintos miembros del equipo Jericho.
- Las habilidades de los personajes.
- El diseño de los enemigos.

En contra:

- La inteligencia artificial de los compañeros de equipo esta - descompensada.
- Los escenarios pecan de repetitivos.
- Constantes tiempos de carga.
- Podemos perdernos con facilidad en los escenarios.
- Es bastante lineal y por momentos se hace monótono.

Nuestra redacción pretende ser lo más imparcial posible en la calificación final de los juegos, para facilitar la elección del lector, sin tener en cuenta los gustos personales de cada redactor por un aspecto u otro de los juegos. Por ello, toda la redacción ha acordado una ponderación en la nota final de cada uno de los apartados que evaluamos. En nuestras puntuaciones se expresa la ponderación entre paréntesis. Si el lector valora de distinta manera los juegos en cada apartado, puede calcular su propia calificación usando las ponderaciones que estime que se adaptan a sus exigencias.

GENERO: Shooter
DURACIÓN: Media
MODOS DE DIFICULTAD: 1
MODO MULTIJUGADOR: No
MODO ONLINE: No
HDTV: 1080p
EXTRAS: Imágenes, videos, trucos a desbloquear.

DESARROLLADORA: Mercurysteam
DISTRIBUIDORA: Codemaster
LANZAMIENTO: 28-10-07
CALIFICACIÓN EDAD: +18