Miercoles 16 de Noviembre de 2011 por Alejandro Pascual
Olvídate del debate. Los manuales no sirven prácticamente para nada. Vienen de otra época mejor, donde saboreabas cada hoja, cada diseño y cada palabra escrita en ellos. Una época donde habitaban, aunque en las antípodas, juegos como DoDonPachi. Y, precisamente, por eso, el manual de esta edición es posiblemente el único que hemos abierto en los últimos años. Porque realmente sirve de algo consultarlo.
No podemos hacer un análisis típico de un juego que no lo es. Dedicado a un público que no lo va a comprar. Pero sirva este texto así como el publicado en Marzo con DeathSmiles Deluxe Edition para conmemorar la época de esplendor de los SHMUPs. Una oda al enjambre balístico y rococó, hecho y derecho para crear un filtro de jugadores de una malla tan extremadamente fina que muy pocos pasarán a través de ella.
DoDonPachi Resurrection Deluxe es ese juego que sirve de ejemplo en miles de blogs para ilustrar el nivel más esquizofrénico de la historia, donde una pequeña navecita y su más pequeña aún caja de impacto maniobra con una templanza antinatural entre la omnisciencia hecha plasma y láser destructor. Donde el sistema de juego invisible es la dicotomía entre el ataque y la defensa y donde, o entiendes las reglas del juego, o estás perdido. Para muestra un botón:
Con una carta de presentación tan colorida como hilarante, con naves-colegiala por enemigo final y colores para láseres por los que el dios de la guerra sentiría vergüenza, tan conectada con la esencia del nervio óptico como brutalmente hortera y pura, esta barrabasada videojueguil es un rescate de ante ayer; un ejercicio maestro más conectado a la dedicación que podría necesitar un mandala que a la conquista virtual de la colina de la hamburguesa. Cuatro modos de juego para la versión 1.5: uno por si te has equivocado de juego, otro por si tienes valor, Arrange A y Arrange B.
A diferencia de la limpieza regular de un Ikaruga, buscando tanto el ranking como la ejecución perfecta, DoDonPachi se centra en la puntuación tanto como un fin como un medio. Encadenar combos significa tener más oportunidades de seguir vivo. Y seguir vivo significa tener más oportunidades de aumentar el combo y, por consiguiente, tu puntuación. Vivir o morir; acabar con el enemigo final de esta oda vertical de tres cuartos de hora; disponer de infinitos continues, son temas irrelevantes. Lo importante es vencer tu mejor puntuación, después a un coreano loco y después (porque más alto no vas a llegar) seguir a los mandos por algo que parece haberse olvidado en estos tiempos donde lo importante es la no repetición y las horas de juego: jugar por gusto.
Cuatro modos de juego más un modo de práctica, tres estilos, tres naves. No necesitas más. La idea, encontrar todos los elementos que más se ajusten a tus características. Elige si prefieres estructura de misiones o rankings por área. Elige si prefieres una ecléctica nave veloz o una especializada. Elige si centrarte en las bombas, en los powers o una mezcla de los dos. Cada una redefinirán tu juego y con ello tu puntuación. En el camino te espera una maraña de plasma imposible de esquivar, por ello tan importante como tus reflejos son tus decisiones. A veces, lo mejor es esquivar de un rápido giro, mientras que otras, activar tu boost y ralentizar la nave sirve mejor para maniobrar por esta amalgama de bolitas rosas y azules (no confundir con Ikaruga). Otras, simplemente, concentrar tu fuego destructivo sobre ellas para eliminarlas antes de que lleguen a ti, pero cuidado con los láseres que te harán cambiar a tu láser propio para hacer una batalla de ondas vitales, que te dejarán vendido antes los ataques menores.
Todo en DoDonPachi es estrategia, pero de una forma nada clásica. Los reflejos se funden con un instinto que no sabías que tenías, con unas gotas de sentido común y de toma de decisiones rápida que son la diferencia entre un chain de los gordos o volver a intentarlo. El Hyper, un modo turbo que despliega toda la virilidad de tu nave espacial, no es tanto un ejercicio de destrucción como una forma rápida de encadenar hits al principio y empezar a doblar cadenas para posteriormente, en momentos más complicados, volver a los modos Boost y Normal y empezar a sobrevivir.
DoDonPachi, así como prácticamente todos los juegos de Cave, no atiende a análisis. Este texto y esta nota no tienen ningún sentido salvo sugerir a un jugador que haya pinchado en el link incorrecto que aquí hay algo interesante, y un homenaje para el que lleva cultivando este género, que es la razón por la que el juego ha llegado a nosotros en nuestro país. Gracias a ellos y gracias a Namco Bandai Europe, que una vez más (ya son bastantes ejemplos: Deadly Premonition, Demon's Souls, Deathsmiles o el futuro Ni No Kunihan apostado por la pureza y la belleza por encima de los números.
Por si fuera poco el precio de 29,95?, el juego viene con opciones gráficas para dar mayor suavidad o los escarpados y amados píxeles; los extras Arrange que son las formas más bonitas de jugar, así como la banda sonora en un disco aparte de la alocada y electrónica música de cada fase y menú del juego. No hay mejor forma de tratar un título como DoDonPachi. Amantes de los SHMUPs: ya sabéis a quién sonreír y a dónde mirar. Volved luego y compartid vuestra experiencia.