Lunes 07 de Noviembre de 2011 por Alejandro Pascual
Lo de Harmonix es de traca. Dales las herramientas y nunca fallarán, siempre buscarán una nueva forma de reinventarse a sí mismos. Ahora bien, sin volverse tan increíblemente locos como en Rock Band 3, lo que han hecho con Dance Central 2 es perfecto para el juego estrella de Kinect. Básicamente, lo que todos pedíamos a gritos: un modo multijugador que realmente ponga a la vez a dos bailarines en pista.
Y es que los que jugaron al primer Dance Central se percataron que su modo batalla dividía la experiencia por turnos, repitiendo tramos de canción para conocer en el último momento la puntuación final. Ahora en Dance Central 2, el modo batalla es simultáneo, con lo cual podremos saber en cualquier momento quién es el que lleva la voz cantante, representado con una estela que sigue los brazos del bailarín que va en cabeza. Esto genera presión y concentración por parte del que va en segundo puesto, además de generar bastante emoción en el resto del público que observa la batalla.
Por si fuera poco, el nuevo modo Batalla (nos centramos tanto en él porque realmente es la gran novedad de Dance Central 2), tiene ciertos eventos en cada canción que, como si de un concurso se tratara, nos propone todos los movimientos que ya han aparecido a la vez para que los representemos y acumulemos puntos por encima de nuestro adversario, con la aparición estelar de un baile de oro que valdrá cuatro veces más que el resto.
Pero DC2 no es sólo baile en batalla. Un jugador que quiera practicar tiene todo un abanico de opciones gracias a un modo entrenamiento que, esta vez sí, funciona increíblemente bien con el micrófono de Kinect. Posiblemente a día de hoy, no haya ningún otro juego de Kinect que logre en perfecto Castellano interpretar tan bien nuestros comandos de voz, permitiéndonos entrenar a nuestro ritmo mientras damos órdenes al juego como más despacio o anterior para coger perfectamente el truco a la canción y practicar todos sus movimientos sin tener que parar para moverse por el menú. Sin duda, un factor muy a tener en cuenta y que se agradece.
En cuanto a las canciones, Dance Central 2 ha conformado una lista de reproducción quizá demasiado ecléctica, un poco como la primera entrega, pero con la brutal diferencia de que el primero estaba compuesto por verdaderos temazos clásicos. Aquí, abunda el R'n'b y ese pop-soul tan de moda en las Américas pero que puede no funcionar tan bien en nuestro país. Por supuesto habrá temas de lo más bailables de la mano de Rihanna, Lady Gaga o incluso la gran aportación de La Roux, junto a otros temas clásicos como Donna Summer o Bananarama, mientras que la nota más electrónica pega fuerte con el Sandstorm de Darude (para empezar), el Dragostea Din Tea de O-Zone (para continuar) y el Sexy Chick de David Guetta (para terminar).
Como nota discordante, todo lo que hayas podido leer, o no, sobre la importación de las canciones del primer juego es cierto. Para poder añadir a Dance Central 2 las canciones de su primera entrega deberás incluir el código del primer juego. Algo que, visto las políticas que existen anti segunda mano últimamente, no es que nos moleste en demasía, pero sí que duelen más los 400 puntos Microsoft extras que el juego exige. Por suerte, el título nos regala una tarjeta de 240 puntos Microsoft para comprar una canción en el bazar (las que tuviéramos compradas con antelación sí se importan automáticamente) y que podremos usar para este o cualquier otro fin.
Dance Central 2 tiene algo. La saga sigue en plena forma en una generación que parece haber aborrecido el género musical de la noche a la mañana. Mientras que otras fórmulas parecen haberse dedicado al usuario más endurecido, aquí vemos a Harmonix en plena forma demostrando y contagiando las ganas de bailar. Y lo decimos con conocimiento de causa, ya que este análisis se ha realizado en base a una fiesta con los dos juegos, ¿qué otra forma hay si no de entender su filosofía?